Sun [YoonSeok/HopeGa]

018. FRIEND

Ni siquiera yo me explico cómo es que pude hacer eso, pero después de lo que sucedió los padres de mis tres agresores fueron llamados a la escuela y el director habló con ellos, sus padres les gritaron tanto que se podía escuchar con tan sólo acercarse un poco al pasillo. Resulta que algunos de los demás chicos que también eran molestados por Tao, Jongin y Suho dieron su testimonio acerca de lo que ellos hacían y fueron suspendidos un par de semanas.

—No puedo creer que lo hice, Hobi —Hoseok y yo caminábamos de regreso a casa, él ya se encontraba mejor, días antes había tenido un resfriado y es por eso que había faltado a la escuela aquel día.

—A decir verdad, yo siempre supe que lo harías. Tú eres muy valiente, Yoongi, y yo siempre he creído y voy a seguir creyendo en ti.

No pude hacer más que sonreír tontamente sin voltear a verlo a los ojos.

Algo que tampoco me explicaba era el poder que tenían las palabras de Hobi sobre mí: el simple hecho de escuchar su voz me hacía creer que sí era posible ser feliz alguna vez, que el futuro brillante que hace mucho tiempo había olvidado aguardaba por mí en algún lugar y que yo podía correr hacia él cuando quisiera.

—Tú sabes que no soy muy bueno con las palabras, Hobi, pero yo... Quiero decirte que te lo agradezco. Te agradezco todo lo que haces por mí, por estar conmigo y por no dejarme solo.

—Eres un tonto, Yoon —rodeó mi espalda con su brazo delgado y me sonrió mientras caminábamos—. No hay nada que agradecer, estoy aquí porque quiero estar, estoy contigo porque te quiero y porque eres mi mejor amigo. Aparte, recuerda que yo prometí protegerte siempre y yo siempre cumplo mis promesas. Hobi estará contigo siempre.

—Yo sé lo que tus padres piensan de mí, Hobi, y sé lo que las personas de la escuela dicen también. Es por eso que debo agradecértelo.

—Yoon, nada de lo que ellos dicen me importa. A mí me importa que seas feliz, que los dos seamos muy felices y que siempre sonrías.

Giré y nuestros ojos se encontraron, me regaló una de sus "sonrisas de Hobi que valen un millón de dólares" y la sensación que me provocó casi me hace vomitar y salir corriendo.

Sentí ganas de besar a Hobi.