Habían pasado ya un par de días desde lo que sucedió entre Hoseok y yo en su habitación; él había estado evitándome a toda costa desde entonces, no había ido a mi casa y cualquier excusa era perfecta para no quedarse a solas conmigo. No podía culparlo, después de todo yo también me sentí demasiado confundido e incluso apenado por lo sucedido, así que yo no traté de acercarme.
No se lo había dicho a ninguno de mis dos mejores amigos, prefería evitar escuchar de nuevo sus sermones de padres anticuados diciendo mierda como "Debes hablar claro las cosas, eso no está bien, blah, blah, blah...". No tenía ni la más mínima intención de pasar por ese regaño de nuevo, con mis propios demonios ya tenía suficiente.
Algo de lo que tampoco había hablado con nadie era sobre Jaehyo, ese chico que conocí en una de las fiestas de Jackson. Justo en esa misma noche que regresé de la tonta fiesta, recibí un texto de él que decía: "Te dije que te llamaría;)". No supe cómo sentirme así que lo abrí hasta la mañana siguiente, desde ese momento comencé a platicar con él a través de mensajes.
De una u otra forma eso me ayudó a no morir del aburrimiento todos esos días que Hobi y yo nos distanciamos; Namjoon y Seokjin habían estado ocupados con las clases y tampoco había podido reunirme con ellos. Pude haber hablado del asunto con ellos en la escuela, pero ahí también estaba Hoseok y yo no quería que él escuchara.
No era como si estuviera haciendo algo malo, pero por alguna extraña razón algo en mi interior me decía que sí. Jaehyo y yo no habíamos tenido más que conversaciones muy comunes, el chico era muy agradable y todo eso, pero nada más.
Y claro, tampoco era como si a Hoseok le interesara si salía con alguien o no, Hoseok tenía una novia.
Una novia a la que, por lo visto, no planeaba dejar pronto. La verdad yo ya no estaba esperando demasiado, nuestra extraña aventura experimental terminó días atrás cuando nos dimos cuenta de que "eso" estaba llegando demasiado lejos. Hobi parecía no tener ningún tipo de sentimientos hacia mí aparte de los físicos, así que yo me propuse tirar mis ilusiones a la basura.
Trataba de convencerme de eso, pero todavía podía sentir ese travieso cosquilleo sobre mi boca, como si mis labios me estuvieran recordando que ahí había estado Hobi y que necesitaban más. Me había sentido mucho más letárgico de lo normal todos esos días y era obvio que me faltaba la presencia de Hoseok, pero no pensaba ceder a mis propios impulsos irracionales, no iba a buscarlo sólo para que me volviera a ignorar; si se presentaba la oportunidad de tener una conversación normal con él, lo haría, pero nada más.
Sólo por mera curiosidad (sí, claro, Yoongi) decidí asomarme por la ventana, la que me daba la vista perfecta a la habitación de Hobi. Pude verlo entonces, inclinado sobre la mesa de su escritorio con el ceño fruncido y mordiendo su lápiz, parecía estar muy concentrado en algo, probablemente en un problema de matemáticas, nunca fue bueno en eso. Su cabello estaba enmarcando su rostro despreocupadamente y la leve arruga en su frente me hizo encontrarlo adorable.
Fue entonces que él miró hacia la ventana y nuestros ojos por fin se encontraron después de tantos días. No estoy seguro de cuánto tiempo pasó hasta que me percaté de lo raro de la situación: él se dio cuenta de que yo lo había estado observando por quién sabe cuánto tiempo. Me sentí horriblemente avergonzado y estúpido y cerré la cortina, apartándome de la ventana.
Adherí mi espalda contra la pared y resoplé, rendido.
Decidí olvidarme de lo sucedido y bajé a la sala de estar, donde mi abuela se encontraba tocando el piano. Jungkook no estaba, cada vez se la pasaba más tiempo en casa de Taehyung.
Mis hombros se relajaron en el instante que la vi tocar con tanto esmero y me acerqué casi por inercia para tomar asiento a su lado. Ella sólo me dedicó una mirada y una sonrisa rápida, para después seguir tocando.
—Abuela —dije, tragué saliva y me armé un poco más de valor—. ¿Cómo es que uno sabe si está enamorado?
La mujer no se inmutó por mi cuestionamiento, en cambio, tocó las últimas notas de la pieza y después de miró. —¿Cómo es que te diste cuenta de que te gustaba la música?
Mi gesto afable cambió radicalmente a uno confundido y me encogí de hombros, contrariado. —Uhm, no lo sé... En el momento que la escuché, tal vez cuando toqué las teclas del piano por vez primera, supongo. ¿Eso qué tiene que ver?
—Yoongi —respondió, riendo ligeramente y colocando una de sus reconfortantes manos sobre mi rodilla—. Para alguien como tú, que está perdidamente enamorado de la música, será fácil saber cuando lo estés, lo sentirás y lo sabrás en cuanto lo veas. No estarás completamente enamorado hasta que encuentres a alguien en quien pienses tanto que te haga olvidar la canción que estabas componiendo, o que se robe tanto tu concentración que te haga errar las notas cuando tocas el piano. Sabrás que estás enamorado cuando encuentres a alguien que te haga sentir algo igual o más intenso a lo que sientes por la música.
Asentí un par de veces y digerí las palabras una a una, dándome cuenta de lo comprometedor que sonaba la palabra "Amor". —Ah, entiendo —dije.
—¿Por qué lo preguntas? —cuestionó—. ¿Ya has sentido algo así?
Lo reconocí en cuanto lo vi aquella primera vez cuando tenía 14 años, lo sentí cuando vi su sonrisa por primera vez y el sonido de sus carcajadas me bañó como una lluvia fresca y reconfortante, lo supe cuando me escuchó llorar y lo dejé sanar mis heridas, las internas y externas.
La única persona que me había hecho sentir algo parecido a lo que siento por la música es Jung Hoseok, indudablemente. Cada una de sus palabras y sus miradas se habían convertido en mi melodía favorita. El roce de sus dedos contra mi piel y el sabor de sus labios ahora eran mi instrumento favorito.
—No —respondí—. Creo que nunca he sentido algo así.
![](https://img.wattpad.com/cover/318771376-288-k940636.jpg)