"Todos los días son muy aburridos, no hay nada que quiera hacer, no tengo ni un solo sueño. Mi corazón sigue gritando más que nunca, pero nadie está escuchando.
Por favor, sálvame.
Los adultos no me creen. Me estoy sintiendo tan solo, pero ellos no ven que estoy al borde de la desesperación.
¿Y por qué? Créeme, realmente quiero morir, ¿no lo sabías?"
—"Otona wa Shinjite Kurenai", de Keyakizaka46.
---
"Ojalá pudiera quedarme contigo para siempre"
El único sonido que envolvía la habitación en la que nos encontrábamos era el emitido por la televisión, no estoy seguro de qué película se reproducía, pero en la pantalla había dos amantes recostados en una extensa cama mientras se miraban a los ojos. Eran un hombre y una mujer, el chico acomodaba un mechón de cabello tras la oreja de la chica mientras repetía esas palabras.
Mi padre, Jungkook y yo nos encontrábamos en la sala. Papá esperaba sentado en la mesa mientras mi hermano hacía su tarea.
—Yoongi, ¿cuándo va a estar lista la puta cena? Llevo horas aquí sentado —mi padre habló en su alterado tono de voz de siempre y por un momento temí que se levantara y me diera una bofetada en la cara como aquella noche, por suerte la comida ya estaba lista, así que me dispuse a colocarla en un plato, tomar un cubierto y ponerlo todo frente a él.
Tenía pensado irme a dormir cuando terminara con esa tarea, pero el simple hecho de dejar a Jungkook a solas con papá me causaba una sensación de malestar en la boca del estómago, así que me senté en el sofá y decidí prestar atención al televisor.
La protagonista de la película ahora estaba usando un traje de baño muy revelador mientras salía de una piscina que parecía no tener fin, papá observaba la película también y hablaba con la boca llena de comida mientras hacía un ademán con el tenedor, refiriéndose a la mujer de la pantalla.
—Eso es lo que deben conseguir, ¿me escuchan? Una mujer con unas buenas tetas como esa —seguido de eso se dispuso a reír de una manera que francamente me causó náuseas.
Procesé la oración que dijo mi padre más de lo debido y pronto me encontré pensando en lo que había querido evitar siempre. ¿Qué tal si a mí no me atraían los pechos o ninguna de las características pertenecientes a una mujer en lo más mínimo? ¿Qué debería hacer si al ver una chica yo no sentía nada?
Tragué saliva al escuchar a mi padre hablar de nuevo porque parecía que me había leído el pensamiento. —Hablando de eso, Yoongi. Tienes catorce años, ¿no? No entiendo por qué no he escuchado ni te he visto con ninguna chica. Eso es porque te la pasas jugando con tu pianito de mierda y todas esas cosas raras que te gustan. No quiero sorpresitas, eh. No me gustaría que aparte de parecer retardados, alguno de ustedes dos saliera con eso de que en vez de dar, les guste recibir —papá volvió a reír y se levantó de la mesa con un ruido molesto, se limpió los restos de comida de la comisura de sus labios con el dorso de la mano y tomó su billetera—. Voy a salir, cierren las puertas y no hagan ninguna de sus estupideces.
Papá se fue así, con un portazo que me hizo sobresaltar. Negué con la cabeza para mí mismo porque la pura idea de que papá supiera ese detalle de mí me hacía temblar de miedo.
Papá me pegaba por absolutamente todo lo que hacía, así que yo no podía ni siquiera imaginar lo que él haría si en algún momento llegara a enterarse que a mí no me gustaban las chicas, y era por eso que ese asunto debía quedarse así como estaba. Papá no lo entendería como "ser diferente" o "no tiene nada de malo", solamente se vería cegado por su ira y yo no dudaba que incluso llegara a matarme.
Cuando era un niño, aunque mi padre ya me daba esas golpizas, no podía ni siquiera digerir la idea de que pudiera hacerme tanto daño como para llevarme a la tumba, pero en ese momento de mi vida no lo dudaba ni un poco.
Yo ya lo había pensado varias veces; la mejor opción parecía ser dormir para siempre, sin tener que escuchar la voz de papá nunca más, ni recoger mis cosas del suelo después de que Tao las tiraba, incluso volvería a ver a mamá y no sentiría dolor nunca más.
Pero no pensaba dejar a Jungkook solo, nunca. Jungkook era la única razón por la que me levantaba todos los días, él era tan pequeño y había crecido con tantos miedos que yo no quería ni imaginar lo que podría pasarle si se quedaba solo con papá.
Aun así, dormir para siempre suena bastante bien en estos momentos.