"Nuestro encuentro es como una fórmula matemática, los mandamientos de la religión, la providencia del universo. Me han dado la evidencia del destino, tú eres la fuente de mi sueños.
Desde la creación del universo, durante todos los siglos infinitos; en nuestras vidas pasadas y probablemente en las próximas también, estaremos juntos para siempre"
—"DNA", de BTS.
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—Hazte a un lado, fenómeno.
Tao, Jongin y Suho pasaron al lado de mí en el pasillo, éste último me dio un empujón que me hizo terminar en el suelo. A decir verdad, ni siquiera me inmuté.
Me levanté y sacudí un poco mis rodillas, caminé con el letargo a mis espaldas ya que todo mi cuerpo me dolía a horrores. Papá estaba ebrio cuando me golpeó y aun así pudo hacer mucho con la poca coordinación que tenía en el momento. Me dio golpes a puño cerrado en la cara y en el estómago, después me pateó las costillas y la espalda.
Entré al aula y noté que los chicos se encontraban esparcidos por todas partes ya que la maestra aún no llegaba, todas las miradas se posaron en mí y en la forma en la que los moretones adornaban mi pálida piel de la manera más miserable posible. Preferí fingir que no me daba cuenta de las miradas de asombro y disgusto y me senté en mi lugar.
Sentí que alguien puso algo en mi cabello, pero cuando me di la vuelta no había nadie, como siempre. Nadie se sentaba detrás de mí, al parecer no querían tener nada que ver conmigo. Estiré mi mano para tratar de encontrar lo que presuntamente pusieron en mi cabello, pero no pude detectar nada.
—Buenos días a todo el mundo, tomen asiento, por favor —la señorita Kim entró al salón con una sonrisa y los murmullos se fueron acallando de a poco hasta que todos terminaron sentados en sus lugares—. Espero que todos hayan traído su tarea. Antes de hacer cualquier cosa hay algo muy importante que deben saber, tenemos un alumno nuevo.
La sala completa se llenó se voces otra vez mientras la señorita Kim se daba la vuelta a la pizarra y empezaba a escribir algo que parecía ser el nombre de una persona.
Jung Hoseok
—Bien, chicos, éste será su nuevo compañero, Jung Hoseok, no debe tardar en llegar. Quiero que sean muy amables con él y que lo hagan sentir como en casa, tengo entendido que viene de Gwangju y acaba de mudarse aquí a Daegu... Ustedes saben lo difícil que puede ser hacer nuevos amigos, así que quiero que todos lo recibamos con los brazos abiertos y no quiero que nadie le haga ningún tipo de broma pesada, eso va para ti, Suho. Por cierto...-
—Buenos días —una voz desconocida para mí y un suave golpeteo en la puerta del salón nos hizo a todos dirigir nuestra mirada hacia esa dirección.
El mundo entero se puso en pausa, es más, puedo asegurar que todo el universo lo hizo.
Jamás en mi vida había visto algo como la sonrisa que ese chico tenía dibujada en su rostro. Simplemente no podía alejar los ojos de él, incluso cuando se dio cuenta de que lo miraba y esbozó una sonrisa brillante solo para mí.
Me sonrió.
Me sonrió y yo ni siquiera me moví, era la primera vez que alguien en esa escuela me sonreía y no era para burlarse de mí. Al parecer él se dio cuenta de que yo no estaba moviendo ni un sólo músculo, porque su mirada se apartó de mí y se dirigió a la maestra.
—Muy buenos días —la señorita Kim extendió su mano para sostener la del desconocido y estrecharla cordialmente en un saludo—. Tú debes ser Hoseok, ¿no es así? Bienvenido.
—Gracias. Mucho gusto —Hoseok le regaló una de esas sonrisas a la señorita Kim, ella parecía complacida por su amabilidad.
La maestra tomó al chico por los hombros y caminaron juntos al frente del aula, toda la atención estaba puesta en él. —Pues al parecer nuestro nuevo compañero llegó justo a tiempo —la señorita Kim hablaba mientras Hoseok sólo estaba parado ahí con esa bonita sonrisa adornando su expresión.
"No, su sonrisa no es bonita... ¿En qué rayos estoy pensando?", me dije mientras trataba fervientemente de convencerme de eso.
—Buenos días a todos, soy Jung Hoseok y trabajaré duró —el chico hizo una reverencia de 90° y todos respondimos con un "Hola, Hoseok" al unísono.
—Excelente, Hoseok, siéntete como en casa. Hay un lugar vacío detrás de Yoongi así que toma asiento, por favor —mis ojos se abrieron de repente al escuchar mi nombre, el chico nuevo se sentaría detrás de mí. Al parecer todos lo escucharon, ya que pude escuchar un montón de risitas por lo bajo en cuanto la señorita Kim terminó de hablar. Hoseok no parecía entender qué era tan gracioso así que sólo tomó asiento.
No pensaba voltear en toda la clase, ni siquiera cuando escuché el tímido "Hola" que venía detrás de mí.
Si Hoseok no había notado los golpes en mi rostro, si yo volteaba definitivamente los notaría, así que solo respondí con otro "Hola" que sonó más frío y grave de lo que yo esperaba.
En ese momento me dije que así estaba bien, no era como si ese chico fuera a ser mi amigo o algo así, supuse que en cuanto tuviera confianza empezaría a burlarse de mí como lo hacían todos los demás.
—Oye... —la voz se escuchó nuevamente, ésta vez con un tono de diversión en ella al mismo tiempo que yo sentí el ligero roce de su mano en mi cabello—. No sé por qué, pero tienes goma de mascar en la cabeza...
La frase me cayó como un recipiente de agua helada, en contraste con el calor de mis orejas y el rubor de mis mejillas al escuchar el embelesador sonido que siguió de eso.
Hoseok también tenía una risa muy bonita.