Capítulo 42

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Me encontraba en la casa de Mario, me había mostrado con mucha ilusión el cuarto que él mismo había decorado para Dania, las paredes eran de color lila, había una cuna que a mí parecer se veía bastante cómoda, también había comprado una cama pequeña que tenía una sábana de princesas, en resumen, había todo para una niña cómo mi pequeña. Dania se había quedado dormida en la cuna, al parecer le había encantado, eso sí, seguía prefiriendo el oso que Adam le había regalado.
Cerramos la puerta de la habitación, Mario había colocado un monitor para poder darnos cuenta cuándo Dania despertará, no tenía pensado pasar la noche aquí pero él insistió en que nos quedaramos ya que estaba anocheciendo y tenía miedo de que yo me quedará sola en mi casa, Adam había salido con Noah.
T;N: el cuarto para Dania te quedó maravilloso.- le sonreí, él hizo lo mismo.- estoy nerviosa, aunque sé cuál será la respuesta de Marian, me da alegría saber que mi mejor amiga está recibiendo lo que realmente merece, tiene un novio que la adora, la hace feliz, que la valora y la entiende, estoy agradecida con Marco por eso.
Mario: yo también me siento feliz por ambos.- suspiró.- mi mejor amigo siempre había deseado una mujer que supiera entender sus ideas, que lo amará con la misma intensidad en la que él la ama y que se entregue de la misma manera en la que él lo hace.- sonrió.- encontró eso en Marian, ahora deseo que así cómo ellos, nosotros también podamos ser felices.- abrió la puerta de su habitación y me invitó a pasar.- sé que por el momento es complicado por todas las cosas que han sucedido, y porque sé que aún tienes miedo por mi padre, pero no pierdo la esperanza de que podamos, finalmente, ser una familia.
T;N: seamos felices.- lo miré fijamente, él tomó mis manos y dejó un beso en ellas.- sí nuestro amor es fuerte, podremos luchar contra todo.
Mario: yo estoy dispuesto a pelear contra quien sea con tal de que ustedes estén bien.- acarició mi mejilla y me recargue en ella con los ojos cerrados para sentir su tacto.- me gustas más que antes, y te amo más que nunca, lo sabes ¿verdad?- asentí enseguida con una sonrisa, me miró fijamente a los labios y sentí ese nerviosismo nuevamente recorrer mi espalda, pasó una de sus manos por cintura y la otra entró por debajo de mi cabello, me acercó a él con suavidad y lentamente unió sus labios a los míos, un beso lleno de sentimientos sinceros, de deseo y de consentimiento.
Pase mis manos por detrás de su cuello y enredé mis dedos en su cabello haciendo leves masajes, introdujo su lengua a mi boca y comenzó a juguetear con la mía, poco a poco el beso subió su intensidad, incluyendo mordidas y respiraciones aceleradas, mientras eso pasaba me encargue de sacarle los botones a su camisa hasta dejar al descubierto su pecho y abdomen, caminamos a la cama mientras nuestros labios se recordaban lo mucho que se habían esperado para este momento, desabrochó mi vestido y lo dejó caer al suelo, me encargue de sacar mis pies descalzos y lancé el vestido sobre el sofá que se encontraba detrás de Mario. Me senté en la cama y él me sonrió travieso, subí una de mis piernas a la cama y él comenzó a quitarse lo que le quedaba de ropa, se colocó entre mis piernas, restregando su miembro en mi entrepierna, mi piel se erizaba con cada beso que él dejaba en distintas partes de mi cuerpo, sonreía con los ojos cerrados mientras acariciaba su espalda y apretaba mis piernas contra su cintura traviesa.
Mario: sé que no puedo bajarte las estrellas, pero haré que las veas.- dijo mientras metía su mano en mi calzón y acaricia a alrededor de mi vagina, solté un jadeo y mordí mi labio inferior, comenzó a besar mi cuello dejando pequeñas mordidas en el, sus dedos hacían travesuras en mi entrepierna y yo sentía que el cuerpo me temblaba, elevé mi espalda y él aprovechó para desabrochar mi sostén y quitarmelo, lo lanzó al suelo y atrapó mi pezón izquierdo con sus labios.
T;N: Santo cielo.- dije entre jadeos al sentir que sus dedos aceleraban más sus embestidas, traté de detener su mano pero él seguía.- mierda.- pasó su lengua por mi pecho y después me besó con lujuria, su mano salió de mi ropa interior y la quitó con rapidez, ahora sí, sentía su piel chocando con la mía en su totalidad, una sensación placentera recorría mi cuerpo, era algo eléctrico, sin timidez toque su miembro y lo deslicé por mi entrepierna haciendo masajes circulares en el, sus ojos se cerraron e inconscientemente comenzaba a mover sus caderas, abrió sus labios sobre los míos soltando un jadeo ronco, sonreí al escucharlo.
Quitó mis manos con brusquedad y las colocó al nivel de mi cabeza, dejándome acorralada entre sus manos, movió su cadera y se impulsó para entrar en mí, sus embestidas eran suaves al principio, mis gemidos comenzaron a escucharse en la habitación, sentía el calor treparse en cuerpo y las gotas de sudor brotando en mi frente.
Mario; te amo.- dijo entre gemidos y sonrió, comenzó a embestirme con rapidez, mi cuerpo tembló cómo una gelatina y él me soltó para aferrarse a mi cintura, apreté sus brazos mientras arqueaba mi espalda y ahogaba mis gemidos. Cuándo la corriente más fuerte pasó lo obligué a recostarse, él lo hizo enseguida, me senté sobre él y comencé a mover mis caderas con lentitud, sus mejillas estaban rosadas y me sonreía con dulzura, sus manos acariciaron mis senos y después bajaron a mi cintura para acariciarla también. Me perdí en sus ojos por unos segundos, rodeó mi cintura con sus manos y obligó a mi pecho a caer sobre él, sentí que sus piernas se elevaron y comenzó a embestirme con rapidez, gemí mientras nuestros ojos seguían conectados y hablaban por nosotros, comencé a sentir mi cuerpo tembloroso de nuevo, coloque mis manos en sus brazos y nuevamente apreté con fuerza.
T;N: carajo, para.- pedí, él me sonrió con malicia y me penetró más rápido, gemí fuerte, espero que con esto mi hija no se despierte llorando, mis piernas temblaron cómo sí hubiese un terremoto en mi cuerpo, no podía evitarlo, él apretó mi trasero con fuerza mientras gemia y mordía contínuamente sus labios, beso con desesperación mis senos y los mordió sin causarme daño, de su garganta solo salían gemidos roncos que me causaban una electricidad indescriptible en mi entrepierna, comencé a dar pequeños saltos, mi piel chocaba con la de él haciendo un ruido excitante, tomó el poder sobre mí nuevamente, ahora mi cuerpo se encontraba debajo de él.
Mario: te ves hermosa.- sonreí cómo una tonta perdidamente enamorada, ibas decirle algo pero mi voz fue interrumpida nuevamente por los gemidos que él me causaba, aferró mi cintura y la pegó totalmente a su cuerpo, las embestidas eran a corta distancia pero muy rápidas, sonreí mientras gemia y sentía esa corriente eléctrica que me hacía querer volar, Mario gimió con fuerza también y apretó mis caderas con fuerza.
Mario: ¡Mierda!- pasaron unos segundos y sacó su miembro de mí, mi cuerpo se sentía agotado, él me miró con dulzura y acarició mi abdomen para después dejar un beso en mi muslo.- te amo cómo no tienes una puta idea, mi amor.
T;N: y yo a ti.- sonreí, dejó un suave beso en mis labios, me sentía plena, sé que mi cuerpo lo deseaba cómo un loco, que se erizaba cuándo pensaba en él y cuando me besaba, lo amo, lo amo cómo nunca antes creí amarlo.

I MISSED YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora