Un par de días pasaron desde que Noah enfrentó a Mario y decidió hablar con la verdad, en ese momento decidí alejarme de ambos porque no me sentía bien emocionalmente, tenía mucho miedo de que algo pudieran hacerle a mi hija, ese día no quedé en nada con Mario, en su mente solo estaba el querer reclamarle a su padre por haberme chantajeado con eso, estaba lleno de rabia y eso no pude evitarlo. Los eventos de su empresa se realizarían con normalidad, el poco personal que me quedaba se encargaría de ellos sin problema, mi padre se quedó conmigo hoy toda la tarde y probablemente en la noche también lo hará.
Papá: mira, preparé una receta que recién mire en internet.- me mostró mientras se quitaba los guantes de cocina.- es caldillo de albóndigas, recuerdo que tu madre te lo preparaba cuándo tenías mucho frío, digamos que hoy no es precisamente ese clima pero quise intentarlo.- sonrió con nerviosismo, asentí enseguida mientras bajaba los platos y un par de vasos, Dania se había quedado dormida en el portabebé después de haber comido, así que solo seríamos él y yo. Le ayude a servir el caldillo mientras que él servía los vasos con agua de limón que también había preparado, el timbre de la puerta se escuchó y mi padre me miró con curiosidad.
Papá: ¿esperas a alguien?- negué enseguida mientras colocaba el primer plato sobre la mesa. Él salió de la cocina mientras que yo continúe con lo que estaba haciendo, escuché algunos murmuros que cada vez se volvían más cercanos, deje mi plato frente a mí silla y comencé a colocar las cucharas en ellos.
Papá: mira quién vino a visitarnos.- dijo con un tono alegre, levanté mi vista y miré a Mario parado en el marco de la puerta, podía ver qué se encontraba mal por el aspecto físico que tenía.- siéntate, yo le serviré para que nos acompañe en la mesa.
Mario: no es necesario, señor.- suspiró.- solo quiero hablar con su hija unos instantes y después me voy.
Papá: mi hija no ha comido, así que no la dejaré salir de aquí hasta que no haya probado al menos un poco.- suspiró.- además de que es mi primera vez haciendo este platillo, sé que mi mujer se molestaría contigo sí no lo aceptas, no quieres decepcionarla ¿o sí?- sonrió con un brillo especial en los ojos, sacó un plato más y comenzó a servirlo, este consistía en carne con papa en cubitos y trozos de zanahoria.- está caliente, así que coman con cuidado.
T;N: Dania se quedó dormida en la sala.- él asintió sin mirarme directamente a los ojos, comenzó a comer en total silencio, he de admitir que me sentía demasiado incómoda a pesar de que mi papá intentaba romper el hielo.- papá, este caldillo te quedó delicioso, estás mejorando muchísimo en la cocina.
Papá: ¿crees que tu madre estaría orgullosa de mí?- asentí enseguida, él sonrió con ilusión y miró a Mario.- sí en algún momento mi hija decide rehacer su vida contigo, espero que le prepares platillos deliciosos y no quemes las cosas cómo yo.
T;N: papá.- reí, miré a Mario, él solo reflejo una diminuta sonrisa y bajó la mirada.La comida transcurrió con preguntas e historias que mi padre contaba para hacer todo menos incómodo, le ayude a lavar los platos mientras Mario vigilaba a Dania, mi padre limpió la mesa y guardó la comida en el refrigerador, al terminar me limpié las manos con una servilleta y miré a mi padre quien me hizo una seña para que fuera a hablar con Mario, asentí.
Salí de la cocina y me dirigí a la sala, Dania seguía durmiendo y Mario solo acariciaba su mejilla con mucha delicadeza.
T;N: ehm, dijiste que querías hablar conmigo.- él asintió y se levantó del sofá.- ya que sé seguramente de que quieres hablar, prefiero que lo hagamos en otro lugar.
Mario: está bien, te sigo.- asentí, miré a mi padre quien iba saliendo de la cocina, solo me sonrió. Abrí la puerta de mi pequeña oficina y entre, después de mí lo hizo él, cerró la puerta con cuidado y se colocó frente a mí con nerviosismo, o al menos eso creía. Metió la mano en el bolsillo de su pantalón y sacó un USB de color negro, lo extendió hacia mí para que lo tomara.
T;N: ¿qué es?- pregunté curiosa, él lanzó un suspiro y me miró por unos segundos.
Mario: son los vídeos que mi padre tenía, con los que te chantajeó todo este tiempo.- no podía creerlo.- no fue difícil conseguirlos, me gané su confianza rápido, solo tuve que jurarle que quería destruirte...- suspiró.- con esto puedes dar por finalizado el contrato que tenías con nosotros, te recomendaré con algunos diseñadores y con los amigos de Marco para que tu agencia reciba clientes nuevamente, es mínimo lo que puedo hacer después de tanta mierda.
T;N: no sé que decirte...- suspiré.- bueno, gracias por haberme traído esto que era muy importante para mí, me salvaste.- me tomé el atrevimiento de abrazarlo, rodeé su cuello y lo pegué a mí con fuerza, sentí que sus manos ligeramente tocaron mi espalda.- estoy muy agradecida contigo.
Mario: no tienes que estarlo.- se separó de mí.- cómo dije antes, eso era lo mínimo que podía hacer, no solo estabas en riesgo tú, sino mi hija también.
T;N: ¿crees que tu padre se atreva a...- me interrumpió enseguida.
Mario: espero que no, aún así no confíes mucho en lo que hay a tu alrededor.- mordió su labio inferior.- de igual manera, llámame sí estás en peligro o sí sientes que algo pasara, no dejes sola a Dania ni un segundo.
T;N: no lo haré.- él asintió convencido.- ¿miraste los vídeos?
Mario: tenía que comprobar que fueran esos.- bajó la mirada, me sentí apenada por ello.- borralos, por favor, y ya no los veas.
T;N: de acuerdo.- sonreí apenada y él acarició mi mejilla.- puedes quedarte sí gustas...
Mario: no, tengo mucho trabajo por hacer en la empresa.- suspiró.- recuerda que tengo que buscar una forma de joderte la vida.- me quedé callada, él solo me sonrió.- eso probablemente me llevará 100 años.
T;N: espero que sí.- sonreí, colocó su mano alrededor de mi mejilla y acercó mi rostro para darme un beso en la frente.
Mario: mi padre no me puede ver cerca de ti, así que me alejaré un tiempo de ti.- tomó suavemente mis manos.- te haré videollamadas todos los días, sobretodo por las noches, hablaré con nuestra pequeña hasta que ella se duerma, espero que no tengas inconveniente con ello.- me negué enseguida con una sonrisa.- todo lo que suceda en tu vida me incumbe, así que no dejes de contarme las novedades de tu día a día, sí tú notas algo extraño en tu vida cotidiana, dímelo, posiblemente será mi padre y quiero prevenir cualquier cosa.
T;N: está bien.- él me sonrió con ternura, nuevamente besó mi frente y después hizo lo mismo en mis labios, sin embargo, fue un beso corto.
Mario: me iré ahora.- asentí, soltó mis manos y después caminó hacia la puerta.- nos vemos esta noche.
T;N: estaré ansiosa.- sonrió nuevamente y después salió de mi oficina, solté un suspiro lleno de nostalgia, quería tener el valor de detenerlo y decirle que luchariamos juntos contra todo, pero no era tan fácil, ahora había una vida más importante entre nosotros que teníamos que proteger.
