Estaba por llegar el próximo evento, Marian se estaba encargando de algunas mujeres que habían llegado en busca de ayuda, yo por mi lado me estaba encargando de algunos eventos pequeños que llegaban y de los que tenía en puerta, mi padre algunas veces me acompañaba para cuidar de Dania, y sí no era así, Noah me hacía el favor de estar en la sala de espera con ella por un rato.
T;N: papá, me dijiste que buscarias el contrato que te dió Bautista.- dije mientras terminaba de formular algunos contratos para los eventos a largo plazo.- quiero arreglar todo de una vez por todas.
Papá: lo entiendo, hija.- suspiró.- no he tenido tiempo de ir a buscar entre los papeles, cómo sabes, la casa es un completo desastre, pero te prometo que hoy mismo me encargaré de eso por la tarde.- asentí y él me sonrió mientras trataba de dormir a Dania en sus brazos.
T;N: estoy trabajando con ellos.- él dejó de mirar a mi hija y después me miró a mí con preocupación.- por suerte no he tenido trato profundo con ninguno de ellos, pero...la señora Mary se dió cuenta de que Dania es hija de Mario y me está presionando para que se lo diga.
Papá: no puede ser.- su rostro palideció y miro a Dania con preocupación.- tienes que ser cuidadosa, me gustaría decirte que renuncies y que dejes los eventos en manos de alguien más, pero sé que no lo harás por más de que te lo pida.- suspiro.
T;N: es que he estado pensando en algo últimamente.- mordí mi labio inferior, él me miró con curiosidad.- estoy segura de que en los archivos de esa empresa deben de tener el contrato que tú firmaste, sí lo consigo y entrego ambos, quizás serían puntos a nuestro favor para ganar la demanda.
Papá: ¿entonces tu idea es buscar por ti misma ese contrato?- asentí.- eso es muy peligroso para ti, además de que pueden pensar que el contrato que yo recibí es mentira, no recuperarás la empresa.
T;N: es que ya no estoy interesada en ella.- me puse de pie y me senté frente a él.- quiero que pague por todo el daño que nos hizo, por habernos engañado a ambos de esa manera tan repugnante, que pague por el maltrato a su familia y por haberme humillado a mí, quiero que pierda todo.
Papá: no está bien que sigas viviendo con ese rencor dentro de ti, ya no eres solo tú, Dania necesita todas tus energías y sí le transmites lo negativo le hará mal.- suspiro.- no pienses en ti, piensa en ella.
T;N: sí ese hombre se entera de que tengo una hija de Mario es capaz de hacerle daño.- él me miró preocupado.- no quiero eso, cómo te digo, es cuestión de tiempo para que ellos se enteren de que mi hija lleva la sangre de un Bautista, aunque él no es hijo de Martín, pero su negación sería la misma.
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Anoté los últimos detalles de decoración para la siguiente pasarela, tocaría moda de alta costura, Noah me estaba ayudando con algunas ideas y cambios decorativos que pondríamos alrededor de la pasarela y asientos.
T;N: entonces que sean de seda ¿verdad?- él asintió con su dedo índice colocado debajo de su barbilla.- ¿no tienes que ir a la veterinaria ya?
Noah: no te preocupes, ahorita está otra persona atendiendo en mi lugar, tuve el turno de la mañana hoy.- me guiñó un ojo y sonrió tiernamente, asentí, frente a nosotros se colocó Mario, al parecer venía detrás de nosotros. Sentí que mi piel se erizo al sentir el suave y muy corto roce de sus dedos con mi antebrazo.
Mario: ¿cómo van?- no respondí, Noah me miró por unos segundos.
Noah: todo está yendo bien, ya ella tiene casi todo listo.- Mario asintió con seriedad y me miró fijamente, haciéndome sentir nerviosa.
T;N: eh sí, creo que por hoy ya hemos terminado.- le sonreí a Noah, él asintió.
Mario: ¿Puedo hablar contigo, T;N?- lo dudé un momento, sin embargo, me serviría aceptar para así buscar o ver algo que me pueda ayudar con la demanda.
T;N: sí gustas puedes adelantarte, me voy en taxi después.- ambos habíamos venido en mi auto, le entregué mis llaves y él las tomó enseguida.
Noah: no, claro que no, te esperaré aquí.- note que Mario puso los ojos en blanco y después me hizo una seña con su ceja para que lo siguiera, así lo hice, ambos subimos al elevador, el transcurso fue silencioso pero no me importaba tanto, bajamos del elevador y abrió la puerta de la que parecía ser su oficina, me dió el pase, olía un poco a tabaco y había algo de desorden en su escritorio, las persianas estaban cerradas dándole más oscuridad a la oficina.
T;N: ¿Tienes alguna duda o algo?- me gire a verlo, él se recargó en el escritorio con sus manos metidas en las bolsas de su pantalón.
Mario: sí.- suspiró.- mi madre te regaló una prenda para bebé que ella misma tejió, ¿estás casada y tienes hijos?
T;N: ehm.- desvíe la mirada por unos segundos.- no creo que tenga que responder eso, estoy aquí por cosas de trabajo, no debería de importar mi vida personal.
Mario: ¿Noah es tu novio?- él parecía seguir interesado y no le importaba lo que le había dicho.
T;N: basta.- dije fastidiada mientras pasaba por enfrente de él para estar más cerca de la salida.- eso es algo que a ti no te incumbe.
Mario: sé que estás en contacto con mi madre, hace unos días la escuché hablando por teléfono, decía tu nombre y el de una tal Dania.- me giré a verlo, este centró su mirada en mí.- ¿por qué estás cerca de mi madre? ¿qué es lo que quieres?
T;N: oye cálmate.- lo detuve al ver que la distancia entre nosotros se hacía diminuta.- la que debería de estar preocupada soy yo, no ustedes, sí me permites recordarte, fueron ustedes quienes me hicieron daño y se empeñaron en destruirnos hasta que lo consiguieron, así que no me vengas con desconfianzas absurdas.- suspiré.- solo estoy cumpliendo con mi trabajo.
Mario: eso espero.- quedé contra la pared y su cuerpo, sintiendo su fría respiración chocando debajo de mi nariz y la suave tela de su camisa blanca acariciando mis dedos.- mierda.- dijo en susurro mientras sus ojos se centraban en mis labios, me puse nerviosa, tengo que admitirlo, sentía el corazón acelerado y náuseas. Sus labios tocaron los míos por unos segundos, hasta que él decidió atraparlos y hundirlos en un beso lleno de desesperación, comencé a golpear su pecho cuándo me di cuenta de lo que estaba sucediendo y de que no debería permitirlo, su mano se colocó detrás de mí cuello para atraerme más a él y la otra envolvió mi cintura, mis cachetes se inflaron haciendo notoria mi lucha por apartarme.
T;N: ¿Qué mierda crees que haces?- dije cuándo logré separarme, mi mano golpeó su mejilla y él relamio sus labios con vergüenza.- no vuelvas a besarme jamás en tu puta vida, ¿entendiste?- sentí las lágrimas resbalar por mi mejilla, lo empuje y salí a paso apresurado de su oficina.
