Todo se sentía tan extraño, tan imposible, tan irreal, veía a las personas que entraban y salían desde el banco arrinconado de la funeraria, estaba rodeado de arreglos fúnebres e incluso algunos tomaban fotografías a lo lejos por morbo, y claro, la prensa se encontraba aquí, dando el informe de que mi padre había muerto por una sobredosis, no sé quién fue que les dijo semejante mentira pero se estaba haciendo viral esa información falsa. Marian cuidaba de Dania en casa, no era saludable para mi pequeña estar en una situación cómo esta y mucho menos ver cómo su madre no es capaz de controlar sus impulsos, Noah se encarga de retirar a las personas que no quiero que estén presentes mucho tiempo, Adam de vez en cuándo se sienta a mi lado para abrazarme y recordarme lo mucho que me amaba. Las lágrimas ya no salían más, mis ojos estaban secos y mi garganta demasiado herida de tanto gritar, ver a mi padre recostado fue algo muy doloroso para mí, pensar que él quería vivir conmigo e incluso organizar una fiesta para el cumpleaños de Dania, me rehusó a creer que él ya no estará presente, que no me llamará por las mañanas para desearme un buen día, que no me llamará por las noches para desearme dulces sueños, o que ya no recibiré más un beso en la frente.
Adam y yo habíamos decidido que lo sepultarán en la misma tumba que mi madre, era doble así que no habría ningún problema con eso, solo espero que mi padre descanse con tranquilidad y puedan dejar su nombre tranquilo de una vez por todas.
Sentí que una mano se posó sobre mi nuca, levanté la mirada y pude ver a Mario completamente vestido de negro, sus ojos me reflejaban la pena que sentía, se puso en cuclillas frente a mí y acarició mi mejilla.
Mario: estoy aquí.- me susurró, cerré mis ojos con fuerza y fue cuándo comencé a sentir nuevamente la humedad en estos.- ven, vamos a que tomes un poco de aire.- tomó mi mano con delicadeza y me hizo levantar de aquel banco.
T;N: no, hay mucha prensa allá afuera.- él mordió su mejilla y suspiró, intenté sonreírle pero me fue imposible, lo abracé con fuerza mientras lloraba cómo una niña pequeña, mis dedos se aferraban a su camisa negra por la espalda, él me dejaba besos pequeños en la cabeza mientras masajeaba mis hombros.
T;N: ¿cómo se supone que tengo que vivir ahora?- no respondió.- esto me está doliendo cómo no te imaginas.
Mario: ven, vamos a sentarnos.- me separé de su cuerpo y nos regresamos al banco de madera.- lamento mucho lo que está pasando, preciosa, no puedo creer que esto sucedió en un parpadeo, y no tienes idea de lo mucho que me duele verte así, lo peor es que no puedo hacer nada porque es algo inevitable.- tomó mi mano y me miró fijamente.- pero quiero que sepas que estaré aquí junto a ti, no te dejare sola en ningún momento, tú dime qué necesitas y yo lo haré.- la voz fuerte de Adam retumbó en el silencio de la funeraria, mi corazón se acelero, miré cómo caminaba acelerado entre los bancos hasta llegar a nosotros y tomar a Mario del cuello de su camisa, me levanté enseguida para intentar separarlos.
Adam: ¿cómo te atreves a venir aquí después de lo que tu padre hizo?- su mandíbula estaba tensa y sus dientes rechinaban de coraje, Mario confundido y molestó quitó las manos de Adam y lo miró.
Mario: no sé de qué mierda me hablas ahora.- me miró y después lo miró a él.- ten un poco de respeto, estamos en el funeral de tu padre y tu hermana no necesita algo cómo esto.
Adam: ¿Respeto? ¿tú me hablas de respeto?- burló, limpió la punta de su nariz y después lo miró.- el idiota de tu padre no tuvo respeto por la vida de esa persona que está dentro del ataúd, tu jodido padre, Bautista, le provocó la muerte al mío y dudo mucho que no hayas estado enterado, estoy seguro de que tú y él lo tenían todo perfectamente planeado.- me separé de ambos, mis ojos estaban cristalizados y sentía que todo tomaba sentido.
T;N: ¿qué estás diciendo, Adam?- mi voz sonó entrecortada, Mario me miraba confundido, molesto e incluso con culpabilidad.
Adam: nuestro padre murió envenenado, tengo las pruebas que lo demuestran.
Mario: ¿qué te hace pensar que fue mi padre quien mató al tuyo?- sus ojos estaban irritados, al parecer quería convencerse de que eso no era cierto.
T;N: tu padre odiaba al mío, buscaba perjudicarnos y tú más que nadie lo sabías.- reclamé.- ¡¿cómo pudieron hacer esto?!- grité desbordada en llanto, Adam se movía de un lado a otro con las manos enredadas en su cabello.
Adam: mi padre se quedaría de ver con el tuyo en una cafetería.- las lágrimas salían y humedecian nuestras mejillas.- lo sé porque mi padre me lo dijo antes de que yo saliera de casa, que casualidad que en la mesa de centro había tazas de café a medio tomar, tengo las pruebas suficientes para hundir a tu padre en una cárcel y a ti también sí formas parte de sus planes.
Mario: lo siento...- me miró, mordió su labio inferior y salió de la funeraria, Adam rápidamente me envolvió en sus brazos y lo aparte con brusquedad.
T;N: ¿cómo es posible que hayas dejado a mi padre solo cuándo tú mismo sabías de lo que esa basura era capaz?- él negó enseguida.- eres tan culpable de lo que le pasó cómo él.
Adam: ¡No, deja de decir estupideces!- suspiró para tratar de calmarse.- él no me dijo que iría a una cafetería cuando yo estaba en casa, cuándo su cuerpo estaba en el suelo pude sacar un USB con una grabación que estaba en el bolsillo de su pantalón, los policías lo mirarian ya que estaba casi saliéndose de ahí, así que lo tome y cuando estuve en casa lo supervise, ahí fue cuándo mi padre narró todo el acontecimiento, está todo grabado, excepto cuándo fue asesinado, te lo entregaré junto con otras cosas que me ordenó ahí, solo dame tiempo.
T;N: quiero estar sola.- me senté nuevamente en aquel banco y subí mis piernas para hundir mi cara entre ellas. No podía dejar de pensar en que todo el tiempo estuvimos en la boca del lobo y confiamos cómo tontos.