Capítulo 24

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Terminé de hacer el listado de algunas cosas que necesitaría para los próximos eventos que tenían planeados, me sentía cansada física y mentalmente, había bajado un poco de peso y era poco el tiempo que estaba durmiendo, cada vez necesitaba más ayuda de Marian para cuidar de Dania y para eventos extras, me sentía mal por exigirle también a ella.
Dejé la lista sobre el escritorio y después salí de la oficina, en el pasillo me encontré con Mario quien traía en sus manos un sobre amarillo, me miró y sonrió con nerviosismo, sin embargo, no le preste atención.
Mario: ¿pasa algo?- negué enseguida con una sonrisa.- te miras mal, incluso luces un poco pálida.
T;N: estoy bien, quizás solo es cansancio.- asintió.
Mario: sí se trata de eso tomate un descanso, vamos a posponer los eventos de los próximos días y los haremos cuando tú lo decidas.- negué, sabía lo que eso traería consigo.
T;N: no podemos cancelar, es un contrato que tengo que cumplir.- él suspiró con frustración.
Mario: entonces déjame invitarte a comer, estoy seguro de que ni siquiera has tenido tiempo para alimentarte cómo debes.- cuándo estaba apunto de responder él me interrumpió.- es más, no aceptaré un no por respuesta, dejaré este sobre en mi oficina y vendré enseguida.- pasó por mi lado y camino 2 puertas antes de abrir la suya, pasaron pocos segundos y él volvió a salir mientras cerraba con llave la puerta de su oficina.
Mario: vámonos.- me tomó del antebrazo para que lo siguiera, subimos al ascensor y el presionó el botón para ir a la parte baja.- ¿te has encontrado con mi padre estos días?
T;N: solo lo escencial.- él asintió con un poco de confusión.
Mario: hace unos días Marco me comentó algo que me dejó confundido, sin embargo, no había podido comentarte, estaba muy ocupado.- suspiró.
T;N: ¿Ah sí?- asintió.- ¿y qué te dijo?
Mario: dijo que sí tú habías logrado resolver el problema que tenías con mi padre, parecía muy preocupado por ello.- me sentí nerviosa, el elevador abrió sus puertas y ambos salimos de ahí.- es por eso que te pregunto sí te has encontrado con mi padre, no me gustaría que él fuera ofensivo contigo o que te causará más daño.
T;N: seguramente lo dijo por el problema que hubo en el pasado.- mordí mi labio inferior y desvié mi mirada.- a lo mejor no estaba muy enterado del asunto y tal.
Mario: puede ser, aunque realmente es extraño, al ser mi mejor amigo tendría que saber todo lo que sucedió.- dijo dudoso.- aunque bueno, probablemente se le olvidó.
T;N: sí, es muy probable eso.- reí nerviosa.
Mario: te llevaré a un lugar de comida italiana que recién abrió, estoy seguro de que te va a encantar la comida.- sonrió emocionado mientras abría la puerta del copiloto para que yo me subiera.- ponte el cinturón.- dijo sonriente, hice lo que me pidió mientras él se subía para comenzar a conducir, encendió el radio a un volumen considerable y bajo un poco las ventanillas del auto. El camino fue silencioso, no podía dejar de pensar en algún plan que me ayudara a solucionar lo ocurrido, me sentía al borde de un hilo, mi padre por su parte no paraba de decirme que estaba cansado de la situación y que quería arreglarlo de una vez por todas, por suerte había tratado de tranquilizarlo pero siento que en algún punto todo se saldría de control.
Tenía unas ganas inmensas de llorar, y no era de tristeza, sentía una enorme impotencia porque no podía arreglar las cosas por mí misma, porque me sentía enjaulada y porque tenía miedo de que alguien le hiciera algo a Dania.
Llegamos al restaurante que Mario había mencionado, ambos bajamos del auto y entramos al lugar, rápidamente fuimos atendidos por uno de los meseros, nos indicó una mesa y nos llevó las cartas para que pudiéramos ordenar.
T;N: ¿Qué me recomiendas?- dije mientras leía el menú detenidamente.
Mario: lasaña a la boloñesa, definitivamente.- sonrió.
T;N: que sea eso entonces.- cerré el menú y lo coloqué a un costado de mi brazo. El mesero se acercó con una libreta y un bolígrafo.
Mario: pediremos lasaña a la boloñesa y dos cócteles Bellini, por favor.- el chico anotó con rapidez mientras asentía.- y un tiramisú para la señorita.- el chico volvió a asentir y después se retiró.- ¿cómo está Dania?, hace un tiempo que no la veo contigo.
T;N: ella se queda a veces con mi padre o con Marian.- suspiré.- no es bueno traerla conmigo.
Mario: claro, por la presión y eso ¿verdad?- asentí.- ¿por qué tus ojos me transmiten mucha tristeza?, quisiera poder meterme en tu cabeza y adivinar lo que pasa por ella.
T;N: no lo entenderías.- baje la mirada.- tengo mucha presión y me siento atrapada en una jaula...- él se levantó del lugar en el que se encontraba y se sentó a mi lado para darme un semi-abrazo, lo miré fijamente mientras que él hacía masajes circulares en mi hombro, no pude evitarlo, mis ojos se humedecieron en cuanto tuvieron conexión con los de él, me abrazó tan fuerte que me sentí un poco protegida, comencé a llorar como sí fuera una pequeña niña y lo abracé aferrandome a su camisa, mis lágrimas mojaban parte de su cuello y camisa pero parecía no importarle.
Mario: no sé que es lo que está sucediendo.- dejó un beso en mi frente y separó mi rostro para poder limpiarme las lágrimas y sonreírme.- pero sé que todo va a estar bien, sí necesitas un descanso puedes decírmelo y le diré a mi padre que pongamos pausa a todos los eventos próximos, necesitas estar con tu hija y con tu familia, comer y dormir bien.
T;N: me encantaría.- asentí.- pero no puedo dejar de entregar los trabajos que tu padre me pide.
Mario: uhm.- hizo una mueca, el mesero comenzó a dejar los platillos frente a nosotros, todo olía riquísimo.- puedes enviar a tu equipo para que decore las instalaciones, ahora que el deseo de mi padre es no solo hacer los eventos en la empresa, sino que quiere hacerlo también en terrazas, no puedes movilizarte a ese grado y poner en presión a tu hija.- suspiró.- envía las órdenes a tu equipo y yo veré de llevar las propuestas que tú tengas para los próximos eventos.
T;N: ¿tú crees que a tu padre le parezca?- lo miré, él volvió a encoger sus hombros y sonrió.
Mario: tú tranquila, yo me encargaré de todo.- acaricio la punta de mi nariz y después se levantó de mi lado para regresar a dónde estaba antes.- ahora quiero que comas y después te llevaré a tu casa para que descanses.
T;N: te lo agradezco pero yo tengo mi auto, así que tú por eso no te preocupes.- reí mientras limpiaba completamente las mejillas. Arrastré el plato hacia mí y comencé a comer lo que Mario había pedido.
Mario: ¿y qué te parece?- me sonrió ansioso, al parecer estaba pendiente de mis expresiones.
T;N: uhm.- intente engañarlo, hice un gesto de asco pero al final sonreí al ver su expresión de preocupación.- está delicioso, hiciste una buena sugerencia.
Mario: perfecto.- sonrió.- ¿sabes por qué el postre se llama tiramisú?- negué mientras metía un bocado de este a mi boca.- su significado traducido es "levántame el ánimo".
T;N: ¿de verdad?- sonreí y él asintió.- elegiste bien, parece que sabías que mi ánimo estaba por el suelo y lo necesitaba.
Mario: te conozco lo suficiente para darme cuenta de ello.- lo miré detenidamente, él pareció ponerse nervioso y aclaró su garganta para después comenzar a disfrutar su platillo.

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