Abrí los ojos con pesadez, la mayor parte de mi cuerpo me dolía como sí me hubiese ejercitado cruelmente, observé la silueta de Marian que cerraba apresuradamente las cortinas de mi habitación, se acercó a mí con preocupación y acarició mi rostro mientras unas lágrimas resbalaban por sus mejillas, Marco salió del baño mientras se quitaba unos guantes de látex y me veía también con preocupación.
Marian: ¿qué sucedió?- su voz sonaba entrecortada, hice lo posible para levantarme, ella me colocó una almohada larga detrás de mi espalda para que pudiera apoyarme. Solo negué con la cabeza mientras sentía nuevamente el llanto acumularse en mi garganta. Bajé la mirada a mis dedos que jugaban entre sí, tenía un vendaje delgado en el antebrazo izquierdo y en el otro solo unos pequeños rasguños irritados, vestía con un shorts que me dejaban ver algunos moretones en mis rodillas y los rasguños en mis muslos.
Marco: caíste sobre las piedras y te lastimaste.- suspiro.- además de que parece ser que entraste en crisis y te autolesionaste los brazos, por suerte no fue nada grave, ¿qué hizo que te pusieras así?
T;N: nada importante...- mordí mi labio inferior.- ¿y Dania?
Marian: ella está durmiendo aquí en el sofá.- Marian se apartó un poco y me dejó ver a mi pequeña durmiendo tranquilamente.- se asustó mucho.
Marco: bien chicas.- suspiró.- yo me tengo que ir al hospital, pedí un poco de tiempo para venir a verlas, cualquier cosa llámame, estaré al pendiente.- Marian asintió enseguida con una sonrisa.
T;N: gracias.- él me asintió, Marco salió de la habitación después de regalarle una sonrisa a Marian, recargue mi cabeza en el respaldo de mi cama y lancé un suspiro tembloroso.
Marian: ahora sí me dirás que mierda sucedió en esa oficina.- me miró fijamente, rompí en llanto, sus ojos me hacían doblegarme y de alguna manera sentirme en un lugar seguro.
T;N: llegué con las intenciones de no aceptar ningún contrato, nada que nos relacionará con esa familia.- mordí mi labio inferior.- perdóname.- me escondí entre sus brazos mientras sollozaba, ella acarició mi cabello y dejó un suave beso ahí.
Marian: ¿qué sucede, mi vida?- me habló con ternura mientras me separaba de su cuerpo y limpiaba mis lágrimas.- ¿por qué estás así?, me estás asustando.
T;N: no sé cómo...ni cuándo...pero el padre de Mario tiene fotos mías...con Leonardo...- ella soltó un suspiro y pude ver qué sus ojos se cristalizaban.- las puso en un proyector y me amenazó con revelarlas sí yo no aceptaba trabajar junto a ellos, además de que saldría a decir que mi hermano está en la cárcel por homicidio...- suspiré tratando de controlar el temblor que tenía en la garganta.- siento un dolor aquí...- señale mi pecho y mordí nuevamente mi labio tratando de controlar el llanto que se desbordaba.- no puedo decir nada de lo que ese hombre me dijo, me amenazó con hacerles daño, incluyendo a Dania.
Marian: mierda.- enredó sus dedos en su cabello por unos segundos y después se incorporó para tomar mis manos.- está bien, saldremos de esto juntas, vamos a protegernos mutuamente y no dejemos que nos lastimen, ambas seremos un escudo para Dania ¿de acuerdo?- acarició mi mejilla y me miró con compasión.- entiendo que esto es muy difícil para ti, me gustaría poder borrar de tu mente todos esos recuerdos y con una varita mágica desaparecer todo lo que ese hombre tiene.- suspiró.- ¿Le dirás a tu padre?
T;N: no...- negué enseguida.- estoy segura de que querrá enfrentarlo y eso no es bueno para él, no sabes de qué cosas es capaz Martín, no quiero que lo lastime.- la puerta se abrió de golpe, era Marco que aún traía el maletín en sus manos.
Marco: ¿Te quedarás callada?- me miró, al parecer había escuchado todo lo que yo le había contado a Marian.- estuve escuchando todo y siento una rabia por dentro que no te imaginas, no sé que habrá pasado entre ese Leonardo y tú en el pasado, pero nada le da derecho a querer sacar algo que no le corresponde, y como sabrás, yo no puedo guardar esto, le diré a Mario lo que está sucediendo para que esté alerta a los movimientos de su padre.- Marco salió apresuradamente de mi habitación, mire a Marian, ella brincó de la cama casi a tropezones y fue detrás de él, sentía que estaba sobre una bomba de tiempo y que en cualquier momento explotaría sí no se evitaba. Me levanté de la cama y fui a dónde se encontraba Dania para sentarme a su lado, acaricié su mejilla, yo no podría vivir sin ella y haré lo que sea necesario para que mi bebé esté bien, incluso para que mi padre también lo esté.
