Capítulo 28

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Marian: es la primera vez que voy sin ti a un evento y me siento nerviosa.- hizo un puchero bastante tierno, acaricié su mejilla y después tomé su mano.- pero está bien, daré lo mejor de mí para que queden encantados y para que tú estés orgullosa de mí.
T;N: no es necesario que des todo de ti, sé que lo harás muy bien.- sonreí.- además de que yo estoy orgullosa de ti desde hace muchísimo tiempo, espero que Marco esté junto a ti este día.
Marian: estoy peleada con él.- frunció la nariz y se sentó a mi lado en el sofá.- dice que no sabe lo que siente por mi, cuándo ya me besó hace unos días y me trató cómo sí fuera su novia, me molesta tanto que sea inseguro y no acepte lo que siente.
T;N: dale tiempo, algunos somos muy lentos para aclarar nuestros sentimientos y sí somos presionados nos volvemos más confusos.- suspiré.- es mejor que se dé cuenta por él mismo de lo que quiere, no por presión, así cuándo se decida te podrá dar todo el amor que tú te mereces y lo mejor de todo es que será sincero ya que lo habló con su almohada por días.
Marian: puede ser.- suspiró.- en fin, me tengo que ir ya o nuestros trabajadores estarán esperando mucho tiempo.- asentí, ella me dió un beso en la mejilla y después beso la frente Dania, casi corrió a la puerta, estando allá me lanzó un beso que yo atrapé con mi puño, soltó una risa y después cerró la puerta.
T;N: ¿quieres ver una película, bebé?- me sonrió con ternura mientras murmuraba no sé que cosas.- bien, pongamos los looney tunes.- elegí lo que ella seguramente quería ver, rápido comenzó a sonar la intro y ella empezó a aplaudir mientras trataba de decir algo que solo sonaba cómo un trabalenguas, era bastante tierna, sus ojos brillaban viendo la televisión.
No podía levantarme a prepararle algo porque se podría caer y no quería eso, así que me esperaría un momento para llevarla conmigo y así prepararle un cóctel de frutas.
El timbre de la puerta comenzó a sonar, levanté a Dania en mis brazos recibiendo un berrinche corto de su parte, camine hasta la puerta y revisé por la ventana de arriba, era Mario, me pareció extraña su visita así que la abrí enseguida.
Mario: ¿ordenaron una pizza de pepperoni con dedos de queso?- en sus manos traía una caja de pizza y una bolsa sellada que supongo contenía los dedos de queso.
T;N: ¿qué haces aquí?- pregunté curiosa, él le hizo cariños a Dania y dejó un besito en su mejilla, ella sonrió.
Mario: digamos que no tuve muchas ganas de asistir al evento.- suspiró.- preferí pasar tiempo con mi pequeña y por eso vine, estuve cruzando los dedos para que no estuviera dormida y veo que funcionó, ¿puedo pasar?
T;N: oh sí, claro, perdón.- me hice a un lado y él pasó directamente a la sala, cerré la puerta con seguro y encendí la luz para poder ver mejor.- recién estaba pensando en ir a preparle un cóctel de fruta.
Mario: ¿puedo cargarla?- asentí, él colocó la caja de pizza en la mesa de centro y después la tomó con delicadeza, se sentó en el sofá y a ella la sentó en su regazo.- ve a preparle el cóctel, yo me quedaré aquí.
T;N: bien.- asentí.- puedes sentarla en el sofá sí te cansa, le gusta mucho ver los looney tunes.
Mario: bueno, te esperaré para comer.- asentí. Me salí de la sala y entre a la cocina para comenzar con el cóctel, saque la tabla de picar y las frutas que más le gustaban a Dania, fresas, melón y uvas, baje su plato favorito de Winnie Pooh y lo coloque frente a la tabla, lave las frutas muy bien y las seque para comenzar a cortarlas en pequeños trocitos que fueran fáciles de comer para ella, acomode la fruta en su plato y después regresé a la sala.
Mario: eres demasiado rápida.- sonrió y se acomodó en el sofá para sentar bien a Dania, coloque el plato sobre las pequeñas piernas de mi hija y ella comenzó a jugar con las uvas, era lo que siempre hacia y después se las comía.- siéntate, yo serviré los vasos de agua.
T;N: en el refrigerador hay latas de refresco.- él asintió y caminó hasta la cocina, mientras tanto yo abrí la caja de pizza, se miraba deliciosa y mi estómago lo sabia. Mario volvió, traía una lata de refresco y otra era de la cerveza que Marian tomaba en sus ratos libres.
Mario: no sabía que tomabas de esto.- negué enseguida.
T;N: se las compré a Marian, ella se la pasa aquí en mi casa casi todo el tiempo y le gusta tomar de esas cuándo vemos películas, igual no toma en exceso.- asintió y abrió ambas latas para después entregarme la mía.
Mario: bueno, comamos porque muero de hambre.- burló.- tuve la oportunidad de cenar en casa de mi madre pero le dije que vendría a comer contigo, ella se puso muy contenta cuando le dije que tenía una hija.
T;N: ella ya sabía que la tenías.- le dí una mordida a mi pizza, él pareció molestarse un poco, lo noté en sus ojos.- yo le pedí que no te dijera nada, no tienes porque molestarte y comenzar una discusión que ambos sabemos no terminará bien.
Mario: es que no entiendo cómo es que todos sabían menos yo.- suspiró.- no me imagino cuántas cosas más me ocultan.
T;N: ya come.- él asintió, tomó un trozo de pizza y comenzó a comer mientras veía la televisión con Dania.
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Ambos se quedaron dormidos sobre el sofá, Mario con la mitad del cuerpo en el aire y la cabeza reposando sobre el respaldo del sofá, Dania tenía su cara recargada en el brazo de Mario y sus piernas colgando al otro extremo, se veían lindos así, él la quería, podía notarlo en lo atento que era cuándo ella trataba de decir alguna palabra, en la forma en la que le sonreía, en la que ambos se sonreían mejor dicho, después de comer habían estado jugando, Mario le hacía caras graciosas y ella disfrutaba con una carcajada.
Me levanté del sofá para recoger lo que habíamos dejado en la mesa de centro, sentí que la mano de Mario me detuvo y me regreso al sofá, colocó su brazo detrás de mi espalda y me pegó más a su cuerpo, me miró con los ojos adormilados y acercó su rostro al mío para besarme, sus labios estaban frescos y tenían el ligero sabor a cerveza, un beso suave que estaba dispuesta a aceptar, acaricié su mejilla y él hizo lo mismo en mi hombro, subió a mi frente y dejó un beso ahí para después cerrar los ojos.
Mario: uhm.- suspiró.- no sabes cómo soñaba esto, jugar con mi hija, tener una familia, dormir junto a mi esposa después de darle un beso de buenas noches y sentir su cuerpo cálido cerca del mío.
T;N: oye.- susurré.- es tarde, ¿no irás a tu casa?- abrió los ojos enseguida y miró el reloj de su muñeca.
Mario: tienes razón.- quitó suavemente a Dania para que no se despertará y se levantó del sofá.- me iré ahora, ¿nos vemos mañana?
T;N: ehm...- jugué con mis dedos mientras me acercaba a él.- ¿quieres quedarte?, tengo una habitación extra, Marian no vendrá a casa hoy y es tarde para que conduzcas.
Mario: no quiero causar molestias.
T;N: no es ninguna molestia, tú me dejaste quedar en tu casa.- suspiré.- aunque bueno, fue en contra de mi voluntad pero ajá.- reí, él solo sonrió y asintió.
Mario: bien, entonces tú acomoda a Dania en la habitación y yo mientras limpiare aquí y me aseguraré de que todo esté bien cerrado.- asentí con una sonrisa, tomé a Dania en mis brazos con delicadeza y subí las escaleras rumbo a mi habitación, abrí la puerta y después la recosté en mi cama, por suerte ya traía su pijama puesta y no habría necesidad de despertarla. Me coloque mi pijama con rapidez para que Mario no fuese a entrar de repente, apague la luz y encendí el televisor, la puerta se abrió de golpe y Mario entró con cautela para no despertar a nuestra hija.
Mario: te miras muy linda.- sonrió.
T;N: gracias.- sonreí.- me gustaría prestarte algo para que duermas cómodo pero no tengo ropa de hombre aquí.- hice una mueca.- aunque creo que Noah dejó un conjunto hace un tiempo.
Mario: ¿Noah? ¿ese idiota ya durmió aquí?
T;N: es broma.- reí.- no tengo nada de ropa para prestarte, pero puedes usar una de las batas que están en el baño.
Mario: no importa.- acarició mi mejilla.- ya que dormiré en otra habitación puedo dormir sin ropa.
T;N: bien.- asentí.- entonces buenas noches y descansa muy bien.
Mario: ¿no nos podemos despedir cómo lo hicimos en el sofá?- rodeó mi cintura y acarició mi mejilla con su pulgar, me puse nerviosa y no respondí nada, solo sentí sus labios tocar los míos con suavidad y su mano apretar mi cintura con intensidad, se separó por unos segundos con su respiración agitada.
Mario: cada vez se me hace más difícil contenerme, me estoy volviendo loco.- mordí mi labio inferior, pasó sus manos por detrás de mis piernas y me levantó para rodear su cintura con ellas, me llevó al sofá esquinero y se sentó conmigo encima de sus piernas. Volvió a besarme pero ahora con mucha más intensidad, sus manos comenzaron a entrar por debajo de mi camisa, bajó a mi cuello dejando un camino de besos frescos en el, fue entonces cuándo me dí cuenta de lo que estaba apunto de suceder.
T;N: no, no.- me levanté con rapidez casi cayendo del sofá, él me miró confundido pero a su vez apenado, lamió sus labios y acomodo su cabello mientras trataba de relajar su respiración.- es mejor que te vayas a dormir.
Mario: sí, tienes razón, ehm...- mordió su labio inferior y no conectaba su mirada con la mía, solo trataba de cubrir su entrepierna con lo largo de su camisa.- descansa muy bien.- asentí, dejó un beso fugaz en mis labios y después salió de mi habitación con rapidez, sentí que mi corazón se tranquilizo.

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