Muchas caras conocidas pero ninguna la de ella, mi madre me había dejado con la intriga y quería aclarar de una vez por todas lo que mi corazón estaba sintiendo, ni siquiera había puesto atención a todo el evento, me salí antes de tiempo para poder detenerla antes de que se subiera a su auto, miré salir a mi madre acompañada de T;N y Marian, sostenía a Dania con mucha ternura, le dejó un beso suave en su mejilla y se la entregó a T;N, ella se veía tensa y apresurada, todos se subieron a sus respectivos autos, Marco se acercó a Marian y le dijo algo, T;N asintió con una sonrisa llena de preocupación, fue entonces cuándo decidí acercarme, ella me miró y buscaba alguna salvación en los ojos de su mejor amiga, ella se colocó a su lado sin decir ni una sola palabra, Marco me saludó con una sonrisa, pero yo ni siquiera sentía prudente sonreír.
Mario: tenemos que hablar.- ella suspiró y miró a Marian.
T;N: sabes, tengo que irme ya.- aclaró su garganta, evitaba mirarme a los ojos.- mi bebé tiene que dormir y yo también, me siento muy cansada, ¿te parece otro día?
Mario: ¿Qué me asegura que te volveré a ver?- mordió su labio inferior, estaba nerviosa, la conocía más de lo que yo imaginaba.- Marian, ¿puedes llevarte su auto?, yo las llevaré a casa.
T;N: no.- negó enseguida, eso me alimentaba más mis sospechas.- ella saldrá con Marco, no puedes simplemente cancelar sus planes porque quieres hablar de no sé que conmigo.- miró a su amiga.- vayan y diviértanse.
Marco: está bien, yo no tengo un auto en el cuál sacarla a pasear.- suspiró.- iba a pedir un taxi, no creo que haya problema en que Marian se lleve tu auto.- T;N suplicaba con sus ojos que no la dejarán sola en esto.
Marian: por favor, no me pongas entre la razón o la mentira.- le susurró pero pude escucharle a la perfección.- me llevaré tu auto, sí necesitas ayuda con algo llámame y yo vendré enseguida, ¿de acuerdo?- le dejó un beso en la mejilla y sacó las llaves de su dedo índice, me miró con advertencia.- cuídalas y llévalas a casa a salvó, de lo contrario, no tienes idea de lo que puede pasar.- asentí, ella comenzó a caminar sin dejar de tener esa conexión visual con T;N, Marco la siguió.
T;N: dime lo que tengas que decirme.- suspiró.- me iré a casa en un taxi.
Mario: claro que no, yo las llevaré.- la tomé del antebrazo y ella se sacó enseguida. La miré cansado.- por favor, no me hagas hacerlo por la fuerza.
T;N: ¿Ahora me estás amenazando?- burló, estaba buscando cualquier excusa para irse.- no iré contigo a ningún lado, así que es mejor que me lo digas aquí o me iré.
Mario: es que no te lo voy a decir aquí, así que vámonos.- la volví a tomar del antebrazo pero está vez más fuerte para que no pudiera sacarse, ella se movía pero no bruscamente gracias a que traía a Dania en los brazos, llegue a mi auto y abrí la puerta para después obligarla a entrar en el, le coloque el cinturón de seguridad, Dania rápidamente se recostó en sus piernas y apoyo su cabeza sobre su antebrazo, supongo que ya tenía sueño. Me miró fijamente, estaba molesta, podía notarlo, pero no me importaba en lo absoluto, me subí también y comencé a conducir rumbo a mi casa, no dejaría este tema en el aire y tampoco iría a su casa en dónde claramente me puede dejar afuera o encerrado en alguna de las habitaciones.
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Estaba en la cochera de mi casa, la veía con detenimiento mientras ella dormía, en el camino se había quedado dormida de repente mientras acariciaba los rulos de Dania, pensaba en los momentos importantes que habíamos pasado juntos, en las sonrisas sinceras que me provocaba, en sus abrazos nocturnos y en sus besos mañaneros con sabor a menta, recordaba su cabello alborotado al despertar y sus ojos dormilones que hacían notar cuánto odiaban los rayos del sol, todo lo que me perdí por culpa de una sola persona que me echo a perder la vida.
Abrió sus ojos cuándo sintió el roce de mis dedos en su mejilla izquierda, me miró y después comenzó a vagar por los rincones de la cochera a través de la ventanilla.
T;N: esta no es mi casa...- abrió la puerta del auto y acomodó a Dania en cuánto se bajó, enseguida me baje también.- ¿por qué nos trajiste a este lugar?
Mario: tranquila, es mi casa.- suspiré mientras metía las manos en los bolsillos delanteros de mi pantalón.- supuse que aquí hablaríamos más tranquilos, además de que no recordaba la dirección que me habías dado de tu casa y estabas muy dormida cómo para preguntarte.- ella puso su mano en su frente.- ¿Entramos?
T;N: mira, sí tienes planeado hacernos algo...- rodé los ojos y camine hacia la puerta que nos dirigía a la cocina.
Mario: no soy esa clase de persona.- suspiré mientras me giraba para verla.- jamás haría algo que les causará algún daño.
T;N: ya lo hiciste una vez.- susurró mientras pasaba por mi lado y se adentraba a la cocina. Solté un suspiro y la seguí, estaba atenta a cada uno de mis movimientos, pero también, ponía atención a cada detalle de la casa.
Mario: puedes recostar a Dania en mi habitación, seguramente está muy cansada.- ella la miró y se negó.
T;N: la tendré conmigo hasta que regrese a casa, aquí la recostare en el sofá.- se inclinó para quitar los cojines y recostarla ahí, después le hizo un tipo protección a un costado por sí se daba la vuelta no cayera.
