"Error de código"
Volvió a intentarlo y las mismas palabras dentro de un recuadro gris ocupaban la pantalla de su portátil.
Luisita volvió a teclear, procurando un nuevo resultado pero fue inútil.
Se echó contra la silla y se pasó una mano por el rostro; llevaba más de quince minutos ingresando el mismo nombre en su buscador y el mismo anuncio aparecía casi burlándose de ella.
La puerta de su oficina se abrió y James ingresó con carpetas en mano, arrojándolas sin discreción sobre su escritorio.
—¿Qué es eso? —le preguntó en una rápida mirada y regresando a su portátil.
—Carpetas. Vacías. Y Saldivar me las entregó.
—¿Y debe importarme?
—Son cuatro. Una para cada uno. Tú, Amelia y los niños. Quiere un reporte mensual de sus avances ya que hasta el momento no hemos recibido ninguno.
—¿Quiere? ¿O quieren? Tú con él, digo.
—Eso da igual, Luisa. Para el fin de este mes, al menos una página llena de cada integrante de tu equipo, incluida tú ¿estás entendiendo?
—Si me llamas así es porque efectivamente es urgente —murmuró la rubia, escribiendo otra vez el mismo nombre y golpeando la mesa al no recibir nada distinto.
—Es que lo es, Luisita. ¿Puedo saber por qué estás tomándote tanto tiempo en trabajar? Nunca estudias los pasos a dar ni lo que te rodea porque siempre vas con el objetivo en claro. ¿De qué va esto ahora?
—Será porque ahora no estoy sola, James. Creí que tenías ojos para notarlo.
—Los niños solo son para aparentar. Y Ledesma solo de acompañamiento a tus ideas. Quiero que aceleres las cosas, Luisita. Es una orden.
—Chloe y Luke son demasiado inteligentes y han avanzado mi plan mejor de lo que imaginé. Me refiero a los niños, por si no lo sabes. Y Amelia tiene el derecho de tomar decisiones junto conmigo en el momento que crea apropiado. Te voy a pedir que hables de ellos con el mismo deber que me hablas a mí —terminó Luisita, con la mirada amenazante que nunca le dirigía si de trabajo se trataba pero sí cuando él pretendía invadir en su vida personal. Como sus consejos para salir a divertirse de noche o conocer gente nueva.
James lanzó un resoplido de burla y estiró sus brazos a lo largo del escritorio, frente a ella.
—¿Qué acabas de decir?
—Ya lo escuchaste.
—¿Acaso los defiendes? ¿Por sobre mi?
—No entiendo tu razón para tratarlos distantes cuando en realidad ellos son parte tan importante como yo para el trabajo. Solo eso te pido.
—Te voy a recordar algo, Luisita, si no está el cincuenta por ciento realizado para el quinto mes, uno de ellos será despedido. Y ya tengo en mente quién —le dijo James con seguridad, recordándole parte de cada contrato.
"Para la mitad del tiempo estipulado, la mitad del trabajo deberá estar hecho también. O miembros del equipo comenzarán a perder su parte".
—Asi que deja de jugar a la familia feliz y haz esto lo qué es. Solo un trabajo.
Su cuerpo dio un respingo por el portazo de James al salir y suspiró al oírlo alejarse.
Estiró su brazo y arrojó con violencia sus bolígrafos. estaban ya por cumplir los dos meses de trabajo y era cierto, las cosas se estaban tardando algo más de lo habitual. Pero ya no quería presionar a Amelia y mucho menos a los niños; no después de cumplir sus primeras responsabilidades a la perfección.
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Reglas de oro
FanfictionLuisita Gómez es una estafadora profesional que quiere dejar el negocio con un último golpe. Para lograrlo, deberá reclutar integrantes que fingirán ser junto a ella una familia feliz. ¿Conseguirá quedar en el recuerdo? (Advertencia: Fic G!P) .Esta...