XVIII

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–Que ya vámonos– habló Jay acariciando su ceño fruncido, Ni-ki se negaba a levantarse del sofá y trataba de ignorarlo, pero el americano ya comenzaba a verse molesto. 

–¡Solo un rato más!– pidió, aún eran las 7 pm cuando normalmente se iba a las 9, su madre no estaba en casa y no quería estar solo, pero eso no logró convencer a Jay. 

–No soy Sunghoon, no creas que vas a convencerme lloriqueando– dijo en tono duro, ganándose un golpe por parte de Sunoo. 

–¿Por qué tienes tanta prisa? Sunghoon hyung te va a matar si ve cómo le hablas a Ni-ki– Jay suspiró ante el regaño de Sunoo. 

–Tengo que ir a casa de mis padres, necesito irme ya para llegar a la hora y no creo que tú o Jake puedan llevarlo– Sunoo miró con un puchero a Ni-ki, sin nada más que hacer; el menor vio la expresión de Jay y cedió, se levantó para irse. 

–¿Te vas temprano, gatito?– escuchó a Sunghoon llegar, Ni-ki le frunció el ceño, no lo había visto en todo el día y ya era tarde. Sunghoon miró a Jay alzando las cejas como interrogativa. 

–Tengo algo que hacer, voy a llevarlo ahora– Ni-ki rodó los ojos, Sunghoon se le acercó y le acarició la nuca para atraerlo un poco, el menor pestañeo de impresión. 

–¿Ya quieres irte, gatito?– Ni-ki hizo un puchero ante el tono burlón de Sunghoon y este solo le sonrió y se alejó de él para dirigirse a Jay. 

–Ya vete, yo lo llevo– todos voltearon a verlo. 

–¿En serio?– preguntó Jay. Sunghoon asintió y le dio su mochila a Sunoo para recargarse en la mesa de trabajo. 

–Sí, no te preocupes– Jay sonrió y se fue tan rápido como pudo. Jake alzó una ceja viendo a Sunghoon y carraspeo para llamar su atención. 

–¿No se supone que es día de llevar a tu Wonyo a casa?– Sunghoon chasqueó la lengua al escuchar el tono sarcástico de Jake y la forma en la que pronunciaba el tierno apodo que solo las personas más cercanas a Wonyoung usaban; le quitó una carpeta de la mesa para hojearla y respondió en tono neutro. 

–Ya no es necesario, se cansó de mí y yo de ella– bromeó tomando un lápiz entre sus dedos para girarlo. Jake soltó una risa incrédula; Sunghoon le dio una mirada rápida antes de dirigir sus ojos a Ni-ki que lo observaba con sus ojos grandes y brillantes. 

–Entonces…– el menor tanteo el camino, Sunghoon asintió.

–Nos iremos cuando tú quieras, Ni-ki– el menor soltó una risa y dejó sus cosas en el suelo para lanzarse al sofá junto con Sunoo que miró a Sunghoon con una sonrisilla. 

–¿También me llevarás a casa, hyung?– Sunghoon se acercó y le golpeó la punta de la nariz muy suavemente.

–Claro, menos a Jake, que él camine– el australiano se quejó al escucharlo. 

Hola, no se me ocurre qué decir. Escribiré otro Hoonki/Sungki luego de este fanfic, mi muestra de amor al ship es escribir sobre él y yo amo mucho este ship. Si hoy avanzo escribiendo dos capítulos más les doy actualización extra. Bye!

Kitten [Sungki/Hoonki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora