LXXXVI

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Sunghoon no podía pensar. No podía moverse, no podía escuchar. Lo único de lo que era consciente era de su pecho sintiéndose pesado y subiendo y bajando por el aire; cuando la puerta se cerró sintió un extraño ardor por aquella zona, jadeó en voz baja y retrocedió como pudo. Su espalda tocó la pared y se deslizó hasta quedar sentado.

Su vista temblaba y sus oídos captaban un zumbido en el pesado silencio, la calma resultaba abrumadora y Sunghoon temió.

Su cuerpo se tensó al notar el cuerpo de Ni-ki relajarse luego del ajetreo, aún dándole la espalda, Sunghoon no quería que se girara, que lo viera.

¿Qué expresión debería tener? ¿Qué debería decir? Se perdió de nuevo entre las dudas y al dar un parpadeo se dió cuenta que el japonés ya había girado su cuerpo y lo miraba desde su lugar, la vista baja para ver los ojos llenos de pánico de Sunghoon.

"Controlate, cálmate Sunghoon", se reprendió a sí mismo, pero el gesto deprimido del gatito estaba amedrentando sus pensamientos.

"¿Qué hice? ¿Qué hago? ¿Qué le digo?"

–¡Hyung!– el llamado interrumpió su torbellino mental y soltó un jadeo en sorpresa, enfocó el rostro de Ni-ki: su ceño estaba fruncido y sus labios se abultaban en un puchero, sus ojos brillaban y estaban rojos en los bordes, estaba a punto de llorar. Sunghoon apretó sus puños.

–¡Di algo!– la frase solo logró acobardarlo, no sabía qué era lo que Ni-ki quería escuchar de él o lo que necesitaba, así que solo apretó sus labios. El menor soltó un sollozo al notar que Sunghoon no estaba dispuesto a hablar, el corazón del mayor dolió.

–Por favor, lo que sea, pero di algo, no sé qué hacer si no sé qué piensas– pidió muy bajo acercándose a dónde Sunghoon estaba, se tiró de rodillas frente a él, derrotado por todas las emociones que contenía y chocaban en su interior. Sunghoon observó a su gatito agachar la mirada al suelo y sus hombros temblar por el suave llanto. La culpa trepó desde su estómago a su garganta y separó sus labios.

–Ni-ki...– alcanzó a decir en voz muy baja, aún temía lo que sus palabras podían causarle a su gatito. ¿Lo lastimaria? ¿Lo decepcionaría? ¿Odiaria a Sunghoon por ser un cobarde?

Entonces la voz de Ni-ki volvió a alzarse en el maldito silencio al que Sunghoon tanto le temía.

–¿Estás molesto?– murmuró y levantó de a poco su cabeza para mirar a Sunghoon. El mayor se congeló ante su pregunta.

¿Él? ¿Molesto? ¿Con quién? Ni-ki apretó sus labios y su voz tembló al hablar, atropellaba sus palabras y balbuceaba.

–¿Estás molesto? ¿estuviste molesto conmigo? Lo siento, no quería estorbar, no quería... no quería que los demás pensaran que te estorbo, ni siquiera me importaba en un principio, pero... pero no sé– habló sin fuerza, pero desesperado; Sunghoon escuchó cada palabra y no logró comprender a qué se refería Ni-ki. ¿De qué hablaba? ¿Por qué pensaba de esa forma? ¿Qué había hecho él para que su gatito tuviera esas ideas? Ni-ki tragó saliva antes de volver a hablar y se acercó un poco más a Sunghoon.

–¿Te decepcioné? ¿Te sentiste solo? Sunghoon hyung, ¿Te hice falta? ¿Está bien si me quedo contigo? Si te molesto cada tarde, si te pido que me lleves a casa, si quiero dormir contigo, si pido comer juntos, ¿está bien?– preguntó inclinándose hacia el mayor, su mano intentando acercarse más a la ajena. Sunghoon bajó su mirada hasta la mano de Ni-ki, luego volvió a sus ojos; ¿cuánto tiempo llevaba su Riki sintiéndose de esa forma? ¿Cuánto tiempo llevaba preocupado por él, por ellos?

La realidad mareo a Sunghoon y tuvo que sostenerse de algo, tomó la mano de Ni-ki entre la suya y la presionó a la vez que respiraba profundamente. Los ojos del japonés temblaron por la sorpresa y Sunghoon sintió un extraño alivio al verlo. Podía verlo, después de tanto tiempo podía ver a Ni-ki. Soltó una risa de alivio y sonrió aunque aún no entendía porqué.

Gatito, cariño, ¿quién te enseñó a sobrepensar tanto?– murmuró con una risa, el menor se quedó quieto un instante antes de sollozar fuerte y lanzarse sobre él, Sunghoon soltó una risa y lo atrapó entre sus brazos, meciendolo para calmar su llanto.

–Sunghoon hyung, Sunghoon hyung– lloriqueaba pegandose más a él, Sunghoon llevó una mano a su nuca y acarició su cabello mientras la otra envolvía su cuerpo.

–Calma, gatito, ya estoy aquí– murmuró en su oído a lo que Ni-ki sollozó más fuerte, Sunghoon volvió a soltar una risa y una lágrima resbaló por su mejilla, exhaló entrecortadamente y cerró sus ojos aún sosteniendo el mundo entero en sus brazos.

–Te extrañe, no hubo día en que no lo hiciera, ¿cómo podría molestarme contigo, amor? Te adoro– murmuraba mientras el llanto de Ni-ki se calmaba, se detuvo de mecerlo cuando el japonés se separó un poco para limpiar sus lágrimas y mirar a Sunghoon fijamente. Sunghoon sonrió con ternura y acarició la mejilla del chico; Ni-ki pestañeo varias veces y levantó su rostro de improviso, dejó un pequeño beso en los labios de Sunghoon y volvió a recostarse en los brazos del mayor.

Sunghoon se sorprendió, pero los nervios le provocaron una risa y besó de nuevo al gatito, presionando sus labios por más tiempo; fue un toque inocente, unos segundos dónde se permitió apretar a Ni-ki para abrazarlo con fuerza y al separarse notó las mejillas cálidas del menor con un tenue color rosa, Sunghoon volvió a reír y besó la comisura de sus labios, sus mejillas y todo su rostro sacándole unas pequeñas risas por el cosquilleo.

Cuando por fin se detuvo presionó su frente contra la del japonés y se relajó cerrando los ojos.

–Sabes que ya nunca voy a soltarte, ¿no?– murmuró calmado, Ni-ki permanecía con los ojos abiertos y fijos en el mayor, queriendo extender ese momento tanto como le fuese posible, quería tener a Sunghoon así, junto a él, sintiendo su calor, su piel, sus latidos, quería todo de Sunghoon.

–Hyung, de nuevo– pidió tratando de jalar a Sunghoon hacia él y que pegara sus labios a los suyos nuevamente, el mayor soltó una carcajada y forcejeo con él meciendolo de atrás hacia adelante para impedirle sujetarlo.

–Riki, podría darte cualquier cosa si me miras de esa forma– dijo besando su mejilla, Ni-ki restregó su rostro contra el cuello de Sunghoon casi ronroneando pensando en una sola palabra.

"Ámame".

°

Y como siempre digo: nunca dejes que descubran tu siguiente movimiento, no actualices durante dos meses y luego aparece de la nada con esto.

Kitten [Sungki/Hoonki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora