LII

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Jake conocía bien a Sunghoon, desde su versión más relajada hasta aquella agresiva y salvaje que ocultaba la mayoría del tiempo; sabía cómo reaccionaba, sus gestos y manías, pero si algo lo tomó desprevenido fue la llegada de Ni-ki. A Jake le gustaba esa versión de Sunghoon, la que cuidaba y quería al gatito japonés; lo que no estaba gustandole era ese Sunghoon que no sabía qué hacer consigo mismo.

Vio desde lejos a Heeseung conversando con los demás, se veían animados, pero Jake no podía alegrarse por ello: no veía a Sunghoon por ningún lado. Llegó a la mesa tratando de disimular, todos lo saludaron casualmente, él sonrió y dejó sus cosas antes de aclarar su garganta y disipar la duda.

–¿Y Sunghoon?– preguntó con voz seca, los demás se miraron entre ellos, sus expresiones confundían a Jake. ¿Era lástima o preocupación?

–Se fue hace rato, pero no dijo nada– comentó Sunoo, todos evitaron mirar directamente a Jake. El australiano asintió, su semblante reflejaba la confusión que sentía.

–¿Se fue y... ya?– dijo esperando que pudieran darle otra pista o una razón, Jay se encogió de hombros cuando sus ojos y los de Jake se encontraron.

–Sabes que ha estado raro últimamente– no pudo reprimir una risa nerviosa.

–¿Raro? ¿De qué hablas? Sunghoon...– se detuvo sin saber qué decir, miró a Heeseung y este dio un gesto en otra dirección, entonces Jake buscó al único que podría ser razón para cualquier acción de Sunghoon: Ni-ki lo miró un instante y bajó la cabeza, evitando la confrontación. Una sensación fría recorrió a Jake.

Apretó los labios en una línea y bajó la mirada, una botella de agua reposando en sus manos.

Sunghoon, que no era bueno hablando; Sunghoon, que prefería guardarse las cosas; Sunghoon, que ahora se la pasaba atormentado entre sus pensamientos. ¿Dónde podría estar?

Salió de la estancia sin decirles nada. Primero buscaría a Sunghoon, luego se encargaría de los demás.

La facultad no era precisamente grande, pero había muchos lugares recónditos entre pasillos y edificios, por lo que Jake tuvo que revisar algunos antes de pensar de forma detallada en cuál podría estar Sunghoon.

Sunghoon era del tipo que se recluia, que se adentraba en sus pensamientos hasta que caía en ellos sin oportunidad de salir.

"Debe de estar...", Jake corrió hasta el tercer piso del edificio principal, justo en la parte trasera donde se encontraban las diminutas salas de conferencias. Visualizo la de la esquina y esperó a que su respiración se calmara para entrar.

Sunghoon estaba sentado contra la pared frente a la puerta.

–Hey– saludó débil, Sunghoon trató de sonreirle.

–Hey– respondió con voz apagada. Jake cerró la puerta y se sentó a su lado. Sunghoon se recostó en el suelo y colocó su antebrazo sobre sus ojos.

Estuvieron en silencio unos minutos hasta que la voz de Sunghoon golpeó las paredes.

–Estoy siendo un imbecil– declaró.

–No eres un imbecil– Sunghoon gruñó.

–No dije que lo fuera, dije que me comporto como uno– se quejó, Jake se encogió de hombros.

–No querer estar incómodo no es ser un imbecil– Sunghoon gruñó de nuevo, los intentos de Jake por arruinar su autosabotage lo irritaban, aunque muy dentro agradecía que su amigo no pensara esas cosas de él.

–Lo es si lo que te pone incómodo es estar en el mismo lugar que el chico que le gusta al chico que...–

–¿Te gusta?– Sunghoon se tragó sus palabras. Jake abrió su botella de agua y tomó un sorbo.

–Si son celos, envidia o lo que malditas sea, no tienes que obligarte a estar en un lugar en el que no quieres estar; no tienes que pretender que no te afecta o hacer lo que "una persona madura" haría– habló el más bajo con un tono serio, como pocas veces Sunghoon lo había escuchado.

–A Jay le encanta hablar de esa mierda, pero lo dice porque él no pasa por esas cosas, Sunoo y él han estado bien desde el jodido principio, ¿qué va a saber él de lo que tú sientes? Que las cosas que diga no te taladren la cabeza, Hoon– Sunghoon se levantó del suelo y se sentó cómodamente junto a Jake.

–Suena como si estuvieras molesto con Jay, ¿pasó algo?– Jake sacudió la cabeza negando y dio otro sorbo a la botella.

–No... pero no me dijo que Heeseung estaría ahí– Sunghoon elevó una ceja.

–¿Y?– Jake le dio una mirada rápida para después desviar su vista a cualquier otro lado.

–Si lo hubiera sabido, hubiera estado contigo o te lo hubiera dicho– Sunghoon sonrió, sintiéndose calmado, empujó a Jake de forma leve, un movimiento juguetón y casual. El australiano le sonrió.

–Te lo dije, ¿recuerdas? Sin presiones– Sunghoon sonrió. Aliviado por tener a Jake junto a él. Jake le devolvió la sonrisa, aliviado de conocerlo tanto.

Amo mucho a este Jake, cuida a Sunghoon y Jungwon de manera muy especial, no como Sunghoon a Ni-ki, sino de una forma más emocional.

Gracias a Jake (y pronto Jungwon) Sunghoon podrá tener un respiro, aunque eso puede que no sean buenas noticias para Ni-ki. En este fanfic a todos les toca un pequeño momento de frustración, nadie se libra de ello.

¡Muchas gracias porque siguen leyendo! ㅠㅠ Lo aprecio mucho y les prometo que todo esto tendrá un bonito final feliz.

Kitten [Sungki/Hoonki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora