LXXXII

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"¿Cómo puedes verme así? Mi gatito, ¿por qué parece que sufres?"

Sunghoon siempre pensó en qué podría hacer para hacerlo feliz, qué podría ofrecerle a Ni-ki para que sonriera. Dentro de su pecho siempre lo interiorizo así: deseaba protegerlo. Las razones no importaron, hasta que se encontró evitandolas.

Y se dió cuenta en ese momento.

Amaba a Ni-ki.

Sabía que lo amaba desde antes, pero fue hasta ese momento que Sunghoon se permitió pensarlo con esas palabras.

"Te amo"

La confesión resonó en su pecho, cosquilleando en su garganta, pero Sunghoon la contuvo. Aún quería mantenerlas ahí un poco, darles forma, sentir su calidez hasta que su vida pudiera extenderse en cada letra.

La expresión de Ni-ki en ese momento quebró cada pensamiento que tuvo, lo dejo en blanco e indefenso: sus ojos deprimidos y brillantes, las mejillas algo abultadas por el gesto dulce de sus labios en un leve puchero, la piel tersa y limpia que se adornaba con esos pequeños lunares que Sunghoon ansiaba besar.

"¿Qué pasa, amor? ¿Por qué me
miras así?"

Sunghoon quería tocarlo, protegerlo, amarlo. Quería transmitirle con sus manos, con sus acciones lo mucho que significaba para él; quería que su gatito siguiera siendo suyo.

–Sunghoon– Esa voz de nuevo, ese tono otra vez. Odiaba las palabras, odiaba que se atascaran en su garganta, que perdieran fuerza conforme hablaba, que no se entendieran aunque él se esforzaba por darles estructura. Sunghoon odiaba hablar y Heeseung siempre supo hacerlo.

Siempre supo alzar la voz, hacerse escuchar en una gran sala o en la mente de Sunghoon.

La voz de Heeseung desgarro el silencio abruptamente, como si invadiera el espacio, como si no perteneciera ahí. Entonces un pensamiento egoísta invadió la mente de Sunghoon: Heeseung no pertenecía ahí, no pertenecía a su espacio, a ese espacio entre Sunghoon y Ni-ki, no debía estar entre esa pequeña brecha de miedo que separaba a Sunghoon de su gatito.

Heeseung no debía estar ahí.

°

Bienvenidos a mi montaña rusa emocional.

Kitten [Sungki/Hoonki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora