Kitten [Sungki/Hoonki]

XXXIV

<Vine a ver a hyung>

Sunghoon sacudió su cabeza al encontrarse pensando en aquel mensaje una vez más, cuando Ni-ki llegó ese día se comportó como siempre y no mencionó nada fuera de lo normal. Sunghoon quiso dejarlo pasar, pero la sonrisa burlona de Sunoo le hacía fruncir el ceño y recordarlo.

De pronto recordó los ocasionales comentarios de Jay:

"¿Cuánto tiempo tiene que pasar antes de que alguien recoja a un gato abandonado?"

"Deberías asegurarte de que Riki también te vea solo a ti"

Todas habían sido señales, ¿pero por qué nunca fue directo? ¿Por qué no decirle a Sunghoon que había alguien más?

¿Alguien más?

Se regañó ante el pensamiento, ¿qué significaba eso de "alguien más"? ¿Alguien más de qué?

Él solo cuidaba de Ni-ki, había otros más como Sunoo, Jay y Jake. No era el único haciéndolo, entonces ¿por qué le afectaría alguien más?

Gruñó y golpeó la frente contra la mesa, frustrado por el hilo de pensamientos por el que bajaba.

–¿De malas?– Sunghoon exhaló profundamente sacándole una pequeña risa a Euijoo —su ex compañero de taller— que se sentó a su lado para iniciar con su proyecto. Sunghoon levantó el rostro y se acomodó el cabello hacia atrás, tratando de verse despreocupado.

–No es nada– Euijoo asintió y le sonrió pasándole algunos libros.

–Tranquilo, no te quitaré mucho de tu tiempo, sé que tu chico te extraña– dijo entre risas, Sunghoon se sonrojó y se aclaró la garganta antes de hablar.

–No es...– se calló cuando Euijoo giró para mirarlo con los ojos brillantes y abiertos de par en par, Sunghoon se tragó un suspiro.

Cierto. Euijoo llegó a gustarle por mucho tiempo.

Bajó el rostro y trató de averiguar dónde poner sus manos para que el otro no notara lo nervioso que estaba. Euijoo lo miró con curiosidad y rio antes de abrir un libro y extenderlo a Sunghoon.

–¿Cómo sabes lo de...?– no supo cómo ponerlo en palabras, pero Euijoo lo conocía lo suficiente como para adivinar a lo que se refería.

–Todos lo saben– dijo con simpleza, Sunghoon suspiró y se alboroto el cabello. El chico volvió a reír tiernamente mientras Sunghoon se mordía el labio por la vergüenza.

–No es lo que parece– Euijoo lo miró incrédulo.

–¿Y qué parece?– Sunghoon abrió y cerró la boca repetidas veces sin saber qué contestar hasta que terminó riendo por la expresión triunfal que Euijoo mostró.

–¡Sunghoon hyung!– escuchó el llamado y trató de girar en búsqueda de quién le llamaba, pero un cuerpo se estrelló contra su espalda y se aferró a su cuello abrazándole. Sunghoon tomó las manos de Ni-ki entre las suyas.

–Ni-ki... cuidado, ¿qué pasa?– el menor se aferró más a él y se agachó un poco para que su rostro quedara casi al mismo nivel que el de Sunghoon.

–Te estuve buscando, necesito ayuda con algo– dijo balanceándose un poco hacia atrás para tirar de Sunghoon y obligarlo a levantarse, el mayor se quejó en voz baja, pero se fue incorporando poco a poco hasta terminar de pie y sujetar a Ni-ki de la cadera, frente a frente.

–Te lo dije– Sunghoon dio un brinco ante las palabras de Euijoo y quitó sus manos del cuerpo de Riki para alejarlo un poco, el menor se aferró a él con más fuerza.

–Perdón, Euijoo, ¿podemos hacer esto otro día? Te prometo que— el chico le sonrió e interrumpió con un gesto cortés, se levantó y ordenó sus cosas.

–No te preocupes, te veré en otro momento– Sunghoon le sonrió con pena. Euijoo le tomó del brazo antes de irse para jalarlo un poco y susurrar en su oído. Ni-ki frunció el ceño y resoplo por ello.

–Mientras más lo pienses, buscarás más razones para dudar– Sunghoon se sorprendió por sus palabras y por más que quiso, la frase no dejó de dar vueltas por su cabeza.

♡

... ¿Me perdonan la demora?

¡Les juro que lo intento! Pero por una u otra razón no llego a actualizar. Hoy ni siquiera tenía ganas de escribir, pero tenía ganas de actualizar así que aquí me tienen.

Gracias por todo, leer sus comentarios es lindo y saber que leen esta historia me hace feliz también. Espero traer más Hoonki en el futuro, amen. Bye~