LVIII

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Sunghoon quedó encantado por Jungwon. El chico era la viva imagen de un gatito: su amplia sonrisa que mostraba sus dientes, sus ojos brillantes volviéndose pequeños, su nariz arrugandose un poco y el adorable hoyuelo en la mejilla; todo en él era tierno. No podía dejar de verlo mientras hablaba, sonreía al escuchar el bonito timbre de su voz y la forma tímida en la que llamaba a Jake.

–Jungwon, ¿comiste algo antes de llegar? Podemos comprar algo, ¿qué te gusta?– preguntó Sunghoon con interés, Jungwon pareció avergonzado y titubeo antes de responder.

–Estoy bien, hyung, puedo esperar– Sunghoon negó y le hizo una seña a Jake, ambos empezaron a guardar sus cosas.

–¿Por qué esperarías? Vamos, podemos comer fuera del campus– agregó levantándose y sacando las llaves de su auto, Jake se acercó a Jungwon para susurrarle.

–Déjalo hacerlo, desde hace mucho que no cuida de un gatito– dijo con algo de diversión, Jungwon frunció su ceño pensando en lo que eso significaba.

Aunque quisiera, Sunghoon no podría dejar de ver a Jungwon y sonreír; el chico estaba dejando poco a poco la vergüenza de la primera impresión y comía su tteokbokki cómodamente.

–Gracias por la comida, hyung– dijo a punto de dar otro bocado, Sunghoon negó acercándole una servilleta.

–Come cuanto quieras, yo pago– Jungwon soltó un sonidito de emoción y siguió comiendo, Sunghoon ignoró la mirada burlona de Jake hacia él.

–¿También pagas por mi?– preguntó con voz melosa, Sunghoon le hizo una mueca mostrandole el colmillo.

–Solo si Jungwon quiere– Jake soltó una risa y miró al menor con súplica que soltó una carcajada.

–No quiero, ni siquiera deberías dejar que él pague por mi– Jake hizo un puchero y comió el tteok que sostenía Jungwon con los palillos ganándose un golpe del menor.

–Sunghoon es un alma benéfica, ama cuidar de chicos lindos como tú, aprovechemonos de él– bromeó haciendo sonrojar a los otros dos. Se quedaron en silencio antes de que Jungwon le diera una larga mirada a Sunghoon y se aclarara la garganta para hablar.

–Hyung, ¿puedo preguntarte algo?– Sunghoon notó la tensión en sus hombros, le sostuvo la mirada y asintió con un gesto de cabeza, Jungwon no rompió el contacto visual.

–¿Por qué cuidaste a Ni-ki?– el aire se volvió denso entre ellos, Jake miró a otro lado sabiendo que era un tema ajeno a él; Sunghoon respiró lento, más agraviado por la forma en la que Jungwon lo dijo que por la pregunta en sí:

"Cuidaste", como si ya hubiese dejado de hacerlo.

Sunghoon suspiró y bajó la mirada, aún sintiendo los ojos del menor sobre él.

–¿Importa?– inquirió muy bajo, tomó el borde del vaso que contenía su bebida y le dio vueltas, tratando de ignorar los nervios que subían por su espina dorsal.

–Sí, me importa– Sunghoon levantó el rostro, la voz de Jungwon era firme igual que su semblante, no había duda y sus lindos rasgos permanecían serios; Sunghoon sonrió, a ese chico le importaba Ni-ki.

–Me importa Ni-ki– dijo con voz clara. Sunghoon tembló cuando la frase dejó sus labios y la mirada de Jungwon se desenfoco un instante: Sunghoon captó el pequeño cambio en sus ojos, que buscaban al chico a su costado.

Cuando sus ojos se conectaron, ambos entendieron un poco al otro. Jungwon le sonrió y Sunghoon estiró su mano para acariciarle el cabello.

La base de la amistad de Sunghoon y Jake es el apoyo incondicional, la de Sunghoon y Jungwon es la empatia. Jungwon es el descanso de Sunghoon.

Kitten [Sungki/Hoonki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora