𝐈𝐍𝐀𝐆𝐎𝐓𝐀𝐁𝐋𝐄 [𝐒𝐓𝐄𝐃𝐃𝐈𝐄]

𝐕𝐈

Con sus ojos almendrados detallo cada palabra que encontró en aquella carta que había encontrado en el correo durante la mañana, había reconocido en milésimas de segundos el emblema de la UNITED STATES ARMY en el sobre y temió lo peor. Pero todo había resultado en una reunión de ex reclutados de la unidad PANTERA NEGRA 88, el pelotón en el cual había estado destinado cuando fue llamado a combate por segunda ocasión y Eddie estaba de cinco meses de embarazo.

Quiso romper aquella carta en mil pedazos, quiso estar enojado porque le habían separado de su esposo... pero se dio cuenta que con quien realmente estaba estaba furioso era con el mismo, no había cumplido con las promesas que le había hecho a su esposo, había perdido a su mejor amigo, e incluso el mismo casi había perdido la vida en combate.

Se tocó con sus dedos inconscientemente el costado izquierdo, sintiendo la gruesa cicatriz bajo la tela de su camisa cerrando los ojos al sentir como pequeñas escenas de lo que había ocurrido aquel día volvían a su mente.

.........

- Steve ha vuelto a tener pesadillas -

Su padre lo miró con asombro mientras sostenía a Joseph en brazos, el cual parecía desanimado y sollozaba levemente, Edward lo miraba preocupado.

- ¿Cómo va con las terapias? - pregunto Murray

- No lo sé... - revelo el pelilargo con tono culpable.

No supo interpretar el rostro de su padre, no sabía si era reproche, desaprobación, preocupación o inclusive compasión.

- Había parado por unos meses - Le recordó Murray

- Lo sé -

Tomó a su hijo en brazos mientras con el dorso de la mano intentaba verificar si el pequeño tenía fiebre, la cual si estaba, haciendo que se comenzara a poner realmente nervioso.

- Debo llevarlo al pediatra - anuncio a su padre.

- Te llevare al hospital - le dijo Murray

- No, llamare a Steve -

Luego de hacer una llamada al hospital y pedir una hora urgente le aviso a Steve lo que estaba pasando decidiendo volver a casa para coger un abrigo para Joseph y así salir juntos donde el pediatra.

........

Después de volver a casa desde la consulta Steve se sentó en el sofá con Joseph en brazos, el pequeño estaba dormido después de haber llorado bastante en la consulta con el pediatra, el rizado tenía una otitis, así que le habían dejado antibióticos y analgésicos.

- Ya estarás mejor cariño - Susurró peinando cuidadosamente los mechones rizados de cabello que caían por el rostro del pequeño.

- ¿Crees que deberíamos dejarlo dormir solo en su cuna? - Interrumpió Edward entrando al salón.

- ¿Quieres que duerma con nosotros? - Pregunto asombrado el castaño.

- Bueno, solíamos dormir así cuando el recién salió de neonatología -

Sonrió recordando aquellas noches, Edward había sido bastante sobreprotector los primeros meses, cuando el pequeño había vuelto a casa, por supuesto, lo entendía, Steve sabía que el mismo no había sido de mucha ayuda, se sentía agradecido que sus padres, su suegro y el tío de Edward solían pasarse casi todo el día por la casa aquellos meses.

- Entonces esta noche dormirás con nosotros - volvió a susurrar Steve acariciando la pequeña nariz de su hijo.

Los ojos almendrados estudiaron como Edward encendía la televisión del cuarto y cambiaba la señal para dejarlo finalmente en un partido de football americano.