𝐕

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Los ojos almendrados detallaban y admiraban las flores que reposaban a un costado de aquella lápida de mármol que se encontraba sobre el césped, el sol no brillaba tanto, haciendo saber que el invierno se acercaba y el viento hizo sacudir las hojas de un árbol que se encontraba cerca.

- No te imaginas cuánto han cambiado las cosas - Dijo para luego apretar su mandíbula.

Trato de arreglar un necio mechón de su cabello que insistía en caer sobre su frente, mientras escondía su rostro en la chaqueta que llevaba puesta ese día, definitivamente el verano ya se había despedido de la ciudad.

- ¿Te acuerdas aquella vez que me dejaste ganar la carrera de alta velocidad en la competencia de atletismo para poder impresionar a Eddie? - Recordó riendo levemente.

Su mente viajo diez años atrás, aquel día estaba nervioso por qué Edward iría a verlo competir, para Steve estar en el equipo de atletismo era solo una de las tantas actividades deportivas que amaba, ya sabía que Edward había ido a varías carreras sin que se conocieran aún, pero ahora las cosas habían cambiado.

- Te prometí que si me dejabas ganar te compraría aquel disco de Green day que tanto querias -

Y claro que había cumplido su promesa, luego de que durante la carrera su amigo bajara la velocidad en el último tramo dejando que el ganará sin mucha diferencia, ya que pese a todo Steve era un gran atleta.

- Y ahora resulta que Eddie se quiere divorciar -
Se removió inquieto.. aún sentía sus nervios al borde cada vez que hablaba de Edward, sintió más frío del que en verdad está a haciendo.

- No tengo idea que hacer... Seguramente tú sabrías que decirme ... Te extraño tanto...

Limpio lentamente la leve capa de tierra que estaba sobre la superficie pasando los dedos por el nombre marcado ahí : William Hargrove.

.....

Eddie sintió como su hijo se removía en sus brazos despertando de la siesta, por lo cual el mismo también abrió los párpados dejando ver el divertido peinado que tenía el pequeño y como este lo examinaba con aquellos ojos idénticos a los de Steve.

- Hola mi vida - dijo acariciando su mejilla.

El pequeño se removió dejando ver que ya no quería estar en la cama, Edward lo tomo en brazos y juntos fueron a la primera planta dónde se acomodo con el junto a los jueguetes .

Lo miro detenidamente, observando el gran parecido con su esposo... Su hijo le sonrió dándole un pequeño tren de juguete y el le devolvió la sonrisa.

- Que haría yo sin ti -

Volvió a acariciar la espalda de su pequeño mientras esté solo ponía atención a sus juguetes, el día estaba más frío de lo que se puede llamar otoño en aquella ciudad.
Steve había salido luego de que el regresará del trabajo, no había mencionado a dónde iría, no habían hablado en todo el día, pero aún podía sentir como Steve había estado haciéndolo suyo por horas en la noche anterior

¿Se había precipitado? ¿Debería haber hablado más con Steve antes de decidir que quería divorciarse?
Hoy debía hablar con Steve, debía preguntarle si el ya tenía un abogado, y si entre ellos podían llegar a un acuerdo del divorcio y la custodia de Joseph .... O si todo debía finalmente ir a juicio, opción que le hacía doler el pecho del miedo.

.....

Ambos cenaban en silencio, su esposo ya había acostado al pequeño y al llegar a casa había spaghetti que acompañaron con un poco de vino tinto.

- Steve - Edward finalmente rompió el silencio - Necesito saber si ya has buscado un abogado -

Dejo el tenedor sobre el plato señal de que había perdido el apetito.

𝐈𝐍𝐀𝐆𝐎𝐓𝐀𝐁𝐋𝐄  [𝐒𝐓𝐄𝐃𝐃𝐈𝐄]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora