𝐈𝐍𝐀𝐆𝐎𝐓𝐀𝐁𝐋𝐄 [𝐒𝐓𝐄𝐃𝐃𝐈𝐄]

𝐗𝐕𝐈𝐈𝐈

El rostro de Steve estaba totalmente desencajado, el sufrimiento era algo palpable en el, Edward sintió cómo se quedaba sin respiración y volvió a apretar los puños bajo la mesa. Steve ya había notado que no traía su anillo de matrimonio.

Quiso detener a ambos abogados quienes hablaban ajenos a aquello que sucedía y decirle al castaño que no se había quitado el anillo queriendo, sino que lo había perdido... Lo que también era horrible, ya que no se lo había quitado en lo absoluto después de tres años de llevaban casados.

- Discúlpenme - Interrumpió el castaño la discusión que mantenían los abogados - Licenciada Ives, no estoy de acuerdo con la cláusula de los bienes materiales, yo quiero que Edward se quedé con todo lo que pudimos adquirir durante el matrimonio, que no es mucho, el coche, la casa, y los muebles... No me interesa nada de eso - Dijo fríamente.

Los párpados del rizado se abrieron rápidamente sorprendidos, recordaba lo que había mencionado su esposo sobre la casa, pero ahora que Steve lo volvía a mencionar con aquel tono frío y saber que el tampoco quería quedarse con nada de lo que habían comprado juntos le hizo sentirse confundido y triste.

- No me quiero quedar con la casa - Aclaró el pelilargo con un tono de voz casi inaudible.

Terry Ives lo miró asombrada, mientras anotaba algo en el papel del folio. Steve miró ansioso su reloj de muñeca mientras se rascaba la ceja.

- Bueno.... Creo que ésto cambia un poco las cosas - Apuntó Terry.

- ¿Estás seguro Steve? - Pregunto Sam Owens observando fijamente al castaño.

- Sí - Murmuró el ex soldado.

¿Porque Steve no quería quedarse con la casa? No lo podía entender, recordaba con nostalgia cómo el de ojos almendrados había estado emocionado por la casa desde que la habían visto por primera vez para decidir si comprarla o no. En aquellos días el castaño había planeado hasta el color de cada habitación, dónde pondrían la cama, dónde estaría la habitación de los niños...

Cerró con fuerzas los párpados para evitar que las lágrimas rodarán por sus mejillas. Podía recordar cómo desde muy jóvenes ambos habían soñado con tener hijos, había sido tan natural, que Eddie ahora se asombraba que a sus jóvenes 17 años hubiera casi planeado toda su vida junto a Steve, le asombraba por qué el destino les había cambiado la dirección de todos y cada uno de sus planes.

Cuando el arquitecto comenzó el proceso para intentar embarazarse, sabía que difícilmente podría lograrlo al primer intentó, Steve le dijo que lo intentarían hasta que el se sintiera seguro y que jamás lo forzaría a nada.
Había sido una hermosa sorpresa que que durante el primer mes Eddie quedará embarazado de Joseph.

- Cláusula sobre protección y beneficios de salud de ambos parés - Hablo Terry Ives.

- Aceptaré lo qué deseé Edward - Volvió a hablar fríamente el castaño antes de que la conversación se prolongará.
Cada vez que su aún esposo lo llamaba Edward su corazón se rompía un poco más, ya no era Edds, cariño, amor, aún así el pelinegro observo sorprendido a su abogada, la cual afirmó en silencio esperando por una respuesta. Munson se encontraba tan confundido, con cada parte de los papeles del divorcio se sentía cada vez más sólo.

- No los quiero - Dijo el arquitecto.

Steve afirmó en silencio mientras se mordía los labios, Edward se preguntó cuántos minutos más pasarían en aquella irreal situación, decidiendo todos los detalles en unos papeles que en un tiempo próximo dejarían nulo el matrimonio que siempre había soñado.

..........

Había decidído irse en metro antes de casi salir corriendo de la oficina donde había sido la reunión, dejando la llaves sobre la mesa para que su esposo entendiera que el debía llevarse el auto e ir a buscar a Joseph a la casa que compartía su padre con su joven pareja.
Ningúna palabra salió de su boca, sus pies comenzaron a correr hacia la estación del metro, y cuándo se dió cuenta que ya estaba esperando por el vagón, se cubrió el rostro con ambas manos.