𝐗𝐈𝐕

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Una vez que terminó de lavarse los dientes y salió del baño, Steve le hizo una señal de que ahora él iba a tomarse una ducha.
Edward se preguntó internamente cuántos días más duraría aquella íntima y cómoda situación que tenían ambos, no quería ser hipócrita, pero él mismo le había pedido el divorcio a su esposo, y ya ambos habían hablado con sus respectivos abogados. Quizás ya era tiempo de comenzar a presionar al ex soldado.

Mientras ordenaba la habitación el móvil de Steve sonó varias veces en señal de que un par de mensajes habían llegado. Por primera vez en mucho tiempo el arquitecto se sintió curioso y dispuesto a ver el móvil de su esposo , generalmente nunca lo hacía, los celos jamás habían sido parte de la relación que llevaban, pero algo muy dentro de Edward se removió con miedo ....
No podía negar que ahora con el divorcio las cosas podían cambiar, y el mismo le había dejado claro y de una forma casi explícita al castaño que ambos terminarían su relación.
¿Y si Steve se encontraba con otro hombre? ¿O con otra mujer? ¿Simplemente alguien más?

Alguien que sí estuviera dispuesto a una relación, a una nueva historia, a un nuevo libro... Se mordió los labios nerviosamenté mientras escuchaba correr el agua de la ducha.

Sus manos tomaron rápidamente el móvil, no necesitó ningún código para desbloquear la pantalla ya que Steve nunca había sido de aquellas personas que tuvieran recelo con sus cosas.

" 𝑅𝑜𝑏𝑖𝑛: 𝑀𝑒 ℎ𝑎𝑛 𝑒𝑛𝑐𝑎𝑛𝑡𝑎𝑑𝑜 𝑙𝑎𝑠 𝑓𝑜𝑡𝑜𝑠! 𝐺𝑟𝑎𝑐𝑖𝑎𝑠 :) "
" 𝑅𝑜𝑏𝑖𝑛: 𝑁𝑜 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑢𝑒𝑠 𝑡𝑎𝑟𝑑𝑒 ℎ𝑜𝑦 "

Con el ceño fruncido, las mejillas sonrojadas y una presión en el pecho, comenzó a detallar la conversación para entender a qué fotos se refería.
Eran dos fotos de la fiesta de cumpleaños de Joseph, al arquitecto casi se le cae el corazón al suelo al ver observar la foto de perfil de la mujer que le enviaba los mensajes a su esposo. Era jóven, quizás de la misma edad que el, una melena rubia y corta, una sonrisa envidiable y hermosos ojos azules.

Pegó un saltó de susto cuando sintió a Steve entrar en la habitación cubriendo parte de su cuerpo con una toalla blanca, mientras sacudía su cabello con una mano.

- ¿Que hacés? - Preguntó el castaño al observar el móvil que Edward tenía entre sus manos.

- Y... Y ... Yo - Tartamudeó en respuesta.

Edward pudo observar como su esposo elevaba una ceja con curiosidad, sin embargó no pudo ver ninguna otra expresión en su sereno rostro... Y allí apareció una rabia inexplicable dentro de si mismo, si es que realmente su esposo estaba conociendo a alguien más, por qué se quedaba tan tranquilo, peor aún, por qué esa mujer de sonrisa envidiable tenía fotos de Joseph.

- ¿Quién es Robin? - Preguntó con desconfianza y el ceño fruncido.

Las cejas arqueadas se acentuaron en el rostro de su esposo, para que esté luego de unos segundos dejará escapar una sonrisa.

- ¿Steve? - Insistió en el mismo tono molesto.

El castaño negó con la cabeza mientras se acercaba peligrosamente dónde Edward se encontraba, iba a paso lento, desnudó, solo cubierto por aquella toalla.

- Mi psicóloga... Ya sabes, la que me ha asignado en ejército para tratar mi 𝑇𝐸𝑃𝑇 - Hablo Steve mirando fijamente aquellos ojos chocolate.

Edward pestañeo nerviosamenté al verse inspeccionado directamente por los ojos almendrados, un nudo se formó en su garganta al verse preso se una inexplicable vergüenza. Nunca había enfrentado a su esposo así, podía sonar increíble, pero el arquitecto nunca había experimentado celos con respecto a Steve. Se habían conocido tan jóvenes y se habían convertido mutuamente en el primer amor de cada uno, qué él llegar a imaginar que aquellos ojos marrones pudieran observar con amor a alguien más le revolvía todos y cada uno de sus sentimientos.

𝐈𝐍𝐀𝐆𝐎𝐓𝐀𝐁𝐋𝐄  [𝐒𝐓𝐄𝐃𝐃𝐈𝐄]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora