𝑇𝑟𝑒𝑠 𝑠𝑒𝑚𝑎𝑛𝑎𝑠 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑢𝑒́𝑠, 𝐽𝑢𝑙𝑖𝑜 2021. 𝐵𝑜𝑠𝑡𝑜𝑛 𝑈𝑆𝐴
La suave lluvia y 𝐻𝑒𝑎𝑑 𝑂𝑣𝑒𝑟 𝐻𝑒𝑒𝑙𝑠 en el reproductor del auto acompañaban los pocos kilómetros que faltaban para llegar a Boston. Su cuerpo agradecía que la temperatura de la ciudad fuera mucho mayor a la que había experimentado en el lago, estaba por atardecer y en su mente quiso negarse lo ansioso que estaba por volver a casa, se quería hacer creer a sí mismo que el nerviosismo era por volver a ver a su hijo y no a su esposo.
Dejó escapar un suspiro sintiendose culpable por haber dejado a su pequeño durante aquellas tres semanas, pero estaba seguro que tanto Edward como sus padres y sus suegros habrían cuidado bien al castaño en su ausencia.
Al entrar a la ciudad bajó la velocidad del coche, mientras el osado atardecer se colaba entre los edificios, el sonido de la música retumbaba agradablemente contra sus oídos. Era una increíble contradicción no quería ver a Eddie, pero se moría por besarlo, se moría por escuchar su voz, por ver aquella sonrisa por atrapar al rizado entre sus brazos y no dejarlo ir nunca.
Cuándo aparcó en la entrada de la casa otra vez volvió a sentir que había llegado a su hogar, las luces encendidas le daban una cálida bienvenida y luego de sacar el bolso y las cañas de pescar de automóvil, sintió que sus piernas comenzaron a temblar, quería correr a abrazar a su hijo, pero quería escapar en dirección contraria para no comenzar más peleas con Edward.
Entró en la casa, intentando hacer poco ruido al suponer que quizás su pequeño hijo ya estaría durmiendo, pero grande fue su sorpresa cuando al entrar vio Eddie sujetando al pequeño castaño de ambos brazos. Joseph estaba caminando más seguro que la última vez que lo había visto.
- ¡¡Hola mi campeón!!... Ven aquí mi pastelito... - Le tendió los brazos, de los cuales Joe se sujeto rápidamente. Abrazó al pequeño apretándolo contra su cuerpo, para luego tomarlo en brazos, repartiendo cariñosos besos por todo su rostro.
- Hay comida... Por si deseas cenar - Dijo Munson de forma tímida.
- No tengo hambre. Estaré jugando con Joseph hasta que le dé sueño.... Yo lo acuesto - Respondió Steve sin hacer contacto visual.
..........
Edward subió hacía la habitación donde apartó una de las maletas que estaba sobre la cama, aquella tarde había estado guardando la ropa de verano, mientras con nostalgia intentaba recordar la última vez que sus pies habían tocado la cálida arena del mar acompañado de un abrazo por parte de Steve.
¿Hacía cuánto no se abrazaban así? Con cariño, con complicidad e intimidad, se mordió los labios mientras observaba con culpabilidad las cajas de embalaje que se encontraban en la que había sido la habitación que compartió tantos días y tantas noches junto al castaño. Una vez más se sintió inseguro de haber comenzado a hacer aquellos ajustes sin decirle nada a quién próximamente sería su ex esposo, y temió su reacción, lo sabía, conocía demasiado bien a Steve, sabía que se sentiría traicionado una vez más.... ¿Entonces porque lo hacía?... Ni el mismo lograba entenderlo.
¿Por qué parecía que siempre hacía las cosas adrede? Cuándo nunca había sido así, no era su intención pese a que Steve le hubiera dicho que él lo había lastimado queríendo hacerlo, pero aquello no era la verdad.
Se sentía frustrado, nunca hubiera imaginado que llegaría un día en que le haría daño a una de las personas que más amaba en su vida, el jamás hubiera querido dañar al amor de su vida.
- Ya he dejado dormido a Joseph - Anunció Steve murmurando mientras entraba en la habitación.
El pelilargo se giro sobre sus pies para poder observar directamente el rostro del castaño, Steve tenía el ceño fruncido mientras sus ojos detallaban sin entender la cantidad de cajas y maletas que había en la habitación.
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𝐈𝐍𝐀𝐆𝐎𝐓𝐀𝐁𝐋𝐄 [𝐒𝐓𝐄𝐃𝐃𝐈𝐄]
Fanfiction¿𝑆𝑒𝑟𝑎́ 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑙 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑒𝑠 𝑟𝑒𝑎𝑙𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝐼𝑁𝐴𝐺𝑂𝑇𝐴𝐵𝐿𝐸 𝑦 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒 𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑎𝑟 𝑐𝑎𝑑𝑎 𝑡𝑟𝑜𝑝𝑖𝑒𝑧𝑜 𝑦 𝑐𝑎𝑑𝑎 𝑝𝑟𝑢𝑒𝑏𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑒𝑠 𝑝𝑟𝑒𝑠𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑒𝑙 𝑐𝑎𝑚𝑖𝑛𝑜?