𝐈𝐍𝐀𝐆𝐎𝐓𝐀𝐁𝐋𝐄 [𝐒𝐓𝐄𝐃𝐃𝐈𝐄]

𝐋𝐕𝐈

Había noches en las que el viento era tan frío
Que mi cuerpo se congeló en la cama
Hubo días en que el sol era tan cruel
Que todas las lágrimas se convirtieron en polvo
Y solo supe que mis ojos se estaban secando para siempre
Terminé de llorar en el instante en que te fuiste
Y no puedo recordar dónde ni cuándo ni cómo
Pero cuando me tocas así
Y me abrazas asi
Solo tengo que admitir
Que todo esta volviendo a mi
Cuando te toco asi
Y te abrazo así
Es tan difícil de creer pero
Todo esta volviendo a mi

I'ts All Coming Back To Me Now
Celine Dion

Steve sintió el gélido viento entrar en la casa cuando el arquitecto abrió la puerta rápidamente junto a Joseph quien llevaba las mejillas sonrojadas
por el frío. Sonrió frente a la tierna escena para acercarse hasta donde su hijo sacudía su diminuto cuerpo haciendo caer los copos de nieve de sus ropas. Edward se liberaba del nudo de la bufanda color rojo.

- Ey, no dejaré que vuelvan a salir con éste clima - Reclamó el sargento mientras guardaba en una pequeña caja el anzuelo de pesca que tenía entre
las manos.

- Nuestro hijo, que quería salir a ver la nieve.

Rodó los ojos detallando cómo Joseph se sacaba con dificultad el gorro de panda de la cabeza y se lo pasaba en las manos a Eddie, era un amor, no
podía pedir que fuera más encantador.

- Haré el almuerzo con el pescado que has traído hoy por la mañana - Dijo sonriendo él rizado dirigiéndose a la pequeña cocina de la casa de su padre que tenía junto aquel hermoso lago.

- Genial, por mientras le daré la comida a Joseph -
La tarea fue más rápida de lo que esperaba ya que durante los últimos días el pequeño era más certero al llevar la cuchara a su boca gustosamente disfrutando la comida. El castaño sólo podía reír frente al leve desastre de comida embarrada en el rostro de su hijo.

- ¿Qué tal un cuento y una pequeña siesta campeón? - Le dijo cariñosamente luego de terminar de limpiarle el rostro.

- ¡Chi!... Cuento papi - Afirmó con la cabeza energéticamente entendiendo las palabras de su padre, Steve aún se asombraba de la rápida forma de aprender del pequeño.

- Aún faltan algunos minutos para que esté listo el pescado al horno - Resonó la voz de Eddie por la pequeña casa haciendo sonreír al sargento.

Luego de confirmar que el pequeño estaba en un profundo sueño y protegido por un par de almohadas para que no se cayera de la cama el castaño rebuscó algo en el bolsillo de su chaqueta y se encaminó hasta la cocina donde Munson terminaba de cortar unos vegetales para la comida.

- Estaba recordando cuando éramos más jóvenes y nos escapábamos aquí siempre que podíamos - Mencionó el arquitecto acercándose para besar lentamente a Steve.

- Tenemos unos hermosos recuerdos aquí... - Susurró contra los labios de Eddie. El beso se profundizó haciendo suspirar a Steve él cual apretó su cuerpo contra el del rizado. Sin querer romper el momento deshizo el beso para cargar entre sus brazos a Edward el cuál lanzó un pequeño ahogo de sorpresa para luego reírse contra el cuello del sargento.

- ¡¿Qué haces?! - Dijo aun riendo.

No hubo respuesta pero Steve con toda la fuerza que tenía logró girarse sobre su propios pies haciendo que el cuerpo de Eddie se giraba fácilmente por los aires aun cargada por él. La risa contagiosa de su chico le hizo comenzar a reír también mientras sentía cómo el rizado se sujetaba con fuerza de su cuello.