Capítulo LIV

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"El dolor superó al amor y tuve que alejarme de ti".

Desconocido


Levana

Caminaba por un sendero completamente blanco, no había nada alrededor más que paredes blancas y lisas, avanzaba y avanzaba pero todo era igual.

Sentía mis párpados pesados casi como si la luz del lugar donde estaba me cegaba y no podía abrirlos por más que me esforzaba.

Me sentía cansada, mis pies se negaron a continuar en algo que no tenía fin, me quedé quieta pero justo en ese momento una figura alta se paró frente a mí.

-¿Ves lo que pasó por tu cobardía? -su voz era gruesa pero la conocía-. Ahora estás aquí por tu propia irresponsabilidad.

¿Dónde estoy? -quise preguntar pero mi voz no salía.

-Lo mejor es que me vaya, no quiero estar con una mentirosa como tú.

Bruno.

-Te quedarás sola, eso es lo que te mereces.

Corrí a su encuentro pero él solo se apartaba más de mí, no podía verlo por completo pero por su voz supe que era él, su voz estaba algo cambiada pero era él y ahora me deja.

Quise ser egoísta entonces corrí y corrí detrás de él gritando su nombre pero fue inútil, el solo se desvaneció, la luz se hizo más incandescente y entonces...

Abrí los ojos.

Parpadee varias veces acostumbrándome a la luz de la habitación.

No recuerdo que la cabaña fuera de este color, me dolió la cabeza y un ligero picor en la parte baja de mi abdomen, lleve mi mano hasta donde se generaba esta sensación pero alguien tomó mi mano.

-Es mejor que no lo haga señorita la herida aún está reciente.

Miré a mi lado y una hermosa jovencita vestida de enfermera ponía mi mano a aún costado.

¿Herida?

-¿Qué...? -mi garganta protestó al instante que decidí hablar.

-Beba un poco de agua debe tener la garganta seca -puso un vaso con un sorbete frente a mi boca-. Cualquier duda que tenga, el doctor se la resolverá el doctor Hilbert. Iré a buscarlo para avisarle que ya despertó.

Recoge la tablilla con la información y la deja en el pie de la camilla

Unos minutos luego de haberse ido la puerta es abierta nuevamente e ingresa un hombre bajito de cabello negro.

-Buenas noches, Levana.

-Buenas noches, ¿por qué estoy aquí?

Él no me responde solo toma la misma tablilla que dejo la enfermera y le da un vistazo.

-Niveles de hemoglobina están normales, no presentaste signos de hemorragia ni nada luego de la intervención -balbucea miles de ocas más que no entiendo y al final me mira-. Soy el doctor Sergio Hilbert y fue el encargado de tu intervención...

-¿Qué intervención...?

Dejé la pregunta a medias porque con el próximo dolor de cabeza todo volvió a mí como si mi cerebro al fin reconectara luego de estar dormido.

Estaba en la cabaña y luego subí al baño porque me dolió fuertemente el vientre y en el baño habían pequeñas gotas de sangre me asusté y tomé un abrigo para decirle a Dwyne que me llevara a la cuidad porque tenía un mal presentimiento, luego vi a Bruno y yo...

¿Destinados? [Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora