Capítulo XLV

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"Algún día,
si sobrevivimos
a la noche,
seremos el amanecer."

Zab G. Andrade


Bruno

Espero una respuesta de ella pero la habitación de ha quedado en absoluto silencio. Aparto la vista de los papeles para ver que pasa y la veo pálida con la mirada fija en la pantalla.

-¿Levana? -trato de llamar su atención.

Ella ni parece espabilar así que dejo los papeles y el iPad sobre la mesa y me acerco a ella. Parece al fin darse cuenta de mi presencia y su reflejo inmediato es cerrar la laptop de golpe.

Sus ojos reflejan un terror indescriptible.

-¿Qué pasó? -indago- ¿qué hay en ese video?

Intento abrir el aparato pero sus manos están sobre la tapa impidiendo que la abra.

-Levana, déjame ver o dime de que se trata el video.

-No quiero que lo veas -sentencia-, es mi video con Miles. Una cuenta anónima lo envió a tu correo.

La sangre hierve en mis venas y me veo completamente inmóvil ante la confesión.

-Estoy seguro de que fue ese hijo de puta -afirmo.

-Es él -abre la computadora-, esto estaba al pie del video.

Me acerco a la pantalla para ver de lo que habla.

"Disfrútalo tanto como yo lo disfruté, o mejor no te preocupes todos lo disfrutaremos"

¡Maldito hijo de puta!

Empuño mis manos maldiciendo una y mil veces a ese cabron.

-Voy a ir a buscarlo y acabar con esto de una vez por todas -salgo del despacho.

La ira me hace caminar apresuradamente hasta la salida, Levana viene detrás de mí puedo sentir sus pasos para tratar de alcanzarme.

-Bruno, no vayas a hacer una tontería.

-No es una tontería, ese maldito imbécil cree que se va salir con la suya -recojo las llaves del auto ni siquiera se de cuál-, si los golpes que le di hace tiempo no le sirvieron de incentivo pues ahora lo harán.

-Bruno por favor -suplica-, eso no va resolver nada.

Mi teléfono suena y hasta ahora me doy cuenta que lo he dejado en la cocina, no quiero atenderlo eso no es importante ahora. Lo importante es ir a matar a ese hijo de puta.

-Tal vez no resuelva nada pero aún así lo haré...

Me doy la vuelta y escucho ahora el teléfono de ella sonar.

-Mi amor, Bruno no lo hagas -sujeta mi brazo-. No quiero que tengas problemas por esto, es lo que está buscando; provocarte.

El timbre insistente de su teléfono la hace quitar una de sus manos y sacarlo de del bolsillo de su pantalón.

Con una mano en mi brazo tratando de detenerme y la otra abriendo la llamada mientras tiembla.

-¿Hola? -contesta-. Si, está aquí conmigo.

Me mira y extiende el teléfono.

-Es Connor.

Agarro el teléfono y lo pego a mi oreja.

-¿Qué quieres? -zanjo-, estoy en camino a resolver un asunto así que es mejor que sea algo urgente.

-Créeme que lo es, no quise decirle a Levana porque se que le afectará -suspira-, es sobre el video que imagino ya viste.

¿Destinados? [Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora