Capítulo XXII

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A ese hombre le quiero besar la tristeza y el miedo, para ver si entiende que lo quiero por lo que es y no por lo que pueda esperar de él.

Elena Poe

Levana

Nunca había hecho esto por alguien ni si quiera por mis padres, soy muy mala en las sorpresas y todas esas porquerías para empezar es porque no tengo creatividad en mis manos soy un total desastre.

Quise ser una genial novia y me puse a hacer la cena alegando que nada podría salir mal pues cuánta ciencia debía tener un pollo al horno, con puré de patatas y una simple ensalada. Siempre vi a mamá hacerlo y parecía demasiado fácil solo ponía el pollo en un recipiente con algunos vegetales y lo metía al horno, ponía las patatas a cocinar y luego las trituraba y listo, así de fácil.

O al menos eso creí por que mi pollo esta seco, insulso y para terminar quemado, no mejor que las patatas las había sacado antes de tiempo y estaban duras, me corte el dedo tratando de cortar los vegetales y mis manos estaban algo quemadas cuando saqué el recipiente del horno, para resumir todo es un total desastre.

Ahora no se que hacer y de seguro ya mismo Bruno va a llegar y todo esta hecho girones, pues lo envié a hacer cualquier cosa pero fuera de casa por que según yo tendría todo listo para cuando el llegara. No le había dicho que era exactamente pero él es muy inteligente sin duda sabría lo que tramaba.

Tal vez lo único que salvaría la noche sería lo que tenía preparado para cuando fuéramos a la cama, había dejado un poco la vergüenza y la inseguridad de mostrarme semidesnuda ante el con la luz prendida, no lo había superado por completo pero ya no me sentía tan incómoda. Había comprado un conjunto de lencería semitransparente de color negro con detalles en la tela y pequeñas tiras que adornaban las bragas casi como arnés que rodeaban mi cintura y cadera al igual que mis piernas y en la parte superior el sujetador dejaba ver mis pezones no soy de usar estas cosas personalmente no me gusta ropa interior diminuta pero lo vi y me pareció excelente para la ocasión.

El desastre ya estaba hecho así que trataba de recoger todo en bolsas eliminado la evidencia pero fui interrumpida por el sonido de la puerta ¡trágame tierra! Era él y yo aquí en fachas con el cabello hecho un desastre y mis pantuflas.

-Buenas no...-no pudo ni terminar su saludo así de mal se veía todo.

-No tenía que ver todo esto -me quejo- esto no era lo que había planeado, se supone que llegarías y yo habría preparado una linda cena charlaríamos y luego nos iríamos a la cama y follaramos toda la noche como esas parejas de los libros eróticos y todo saldría perfecto -tiro los utensilios al lavaplatos- pero no nada es así esas mierdas no suceden en la vida real, la comida se quema y todo se arruina -gruño en medio de la desesperación.

-¿Quemaste la comida? -tiene la desfachatez de burlarse de mi desgracia- y ensuciaste todo, no olvides limpiarlo.

-¿Es enserio?

-Así es luna tu ensucias, tu limpia, reglas de la casa- se acerca a besarme la frente- que todo brille de limpio y cuando todo esté impecable te vistes y te arreglas para salir a cenar fuera.

-Eso no suena para nada bien, pero lo haré solo por que no quiero arruinar más tu cumpleaños.

Se va riéndose de mi y se pierde en el pasillo que da a la habitación, resoplo antes de empezar a limpiar todo y dejarlo en su puesto. Me duele deshacerme de todo y tener que tirarlo a la basura me caracterizo por no desperdiciar las cosas, soy muy ahorrativa y me enoja que la gente tire cosas que aún sirven (por ejemplo Bruno) me parece algo insensato pero no podemos cambiar el mundo.

¿Destinados? [Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora