Capítulo LI

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Levana

Después de pasar a despedirnos de las chicas y de los padres de Olive partimos de inmediato al aeropuerto donde el jet de la compañía ya nos estaba esperando.

Como las veces que hemos viajado, Dwyne, prefiere viajar aparte, traté de convencerlo de viajar con nosotros, al fin y al cabo iríamos al mismo lugar pero como siempre rechazó mi oferta.

Yo abordaba el avión con un ligero calambre en la parte derecha del vientre, normal en mis días, llegué a mi asiento y me acomodé.

Bruno que se había quedado charlando con el guardaespaldas aborda el avión y sentándose a mi lado.

-¿Tendrán algún medicamento para los cólicos?

-Ahora mismo pregunto.

-Gracias -besa mis labios y se levanta.

Enciendo mi teléfono revisando las fotos que nos tomamos en la graduación de mi amiga, no son muchas pero pienso enmarcar una.

Bruno trae por si mismo trae el medicamento y una botella de agua.

-Toma, descansa un poco.

Quiero replicar y decirle que ya he dormido lo suficiente pero la verdad es que me siento cansada y los cólicos realmente no ayudan a que quiera quedarme despierta.

-Antes voy al baño.

De mi bolsa de mano saco una toalla cuando estoy dentro de la pequeña cabina del sanitario y me coloco, usualmente los cólicos son unos pocos días antes de mi periodo pero no quiero realmente despertar manchada.

Lavo mis manos y salgo de vuelta a mi puesto.

Entablamos una conversación de cosas triviales con Bruno y ni siquiera me doy cuenta cuando me quedo dormida sobre su hombre.

Cuando me despierto bien siento que he dormido unos cuantos minutos pero cuando Bruno me dice que estamos a punto de aterrizar mis ojos de abres con demasía.

-¡¿Dormí casi 8 horas?!

-Por increíble que parezca, si -dice burlándose de mí- ya no pareces un grinch, ahora eres un perezoso pelirrojo.

-De veras que tus apodos son cada vez peores.

-Aún así los amas -canturrea. Su cara se vuelve seria- ¿Cómo te sientes?

-Mejor.

No era del todo mentira, me dolía pero siempre dolía mi problema ginecológico me hacía sentir este tipo de dolores, nunca me acostumbraba a lo fuertes que eran, aún así los toleraba.

Llegamos casi pasada las ocho de la noche, quisimos ir al hospital a ver como estaba todo pero Connor nos dijo que él vendría más tarde porque cuando Danna había despertado tuvo un cuadro de estrés postraumático y tuvieron que sedarla nuevamente.

Lo que por consiguiente postergó la denuncia que debía verificarse con su testimonio.

Regresamos al departamento para esperar a Connor.

Moví mi hombro por un dolor punzante.

Genial, no basta con los cólicos, sino que también tenia que dormir mal en el avión y que me duela hombro.

-Definitivamente hoy no es mi día -me quejo y Bruno me mira con preocupación.

-¿Los cólicos?

-Si y no, ahora me duele el hombro, creo que dormí mal.

-Ve a acostarse, pediré algo para la cena -asiento y me voy al cuarto- ¿algo en especial?

-Se me antoja mmm... -lo pienso un rato, algo viene a mi mente- sushi.

¿Destinados? [Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora