Epílogo

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1 año después.

Narrador Omnisciente.

Los matices de la estación se hacían presente en el lago Liepnitzsee, las flores brotaban de diferentes colores y diferentes aromas; los árboles por su parte verdes, tan verdes que reflejados con la luz del sol hacia que no permanecieras demasiado tiempo viéndolos.

Todo pintaba para ser la boda de ensueño, porque sí, hoy era el día importante de Bruno y Levana.

Después de un año de estar comprometidos hoy por fin darían el siguiente paso, quisieron esperar pues Levana aún no había terminado su carrera en ese entonces, quisieron disfrutar un poco más antes de unirse para siempre.

Claro que, eso no era ningún sacrificio para ellos, en todo el tiempo que ha transcurrido desde entonces su amor no ha hecho más que crecer y solidificarse.

Aprendieron mucho en su camino y ahora eran una próspera pareja apunto de dar el sí.

Levana estaba frente al espejo admirando su aspecto final, podría haber llorado pero su maquillaje había costado mucho así que se guardó sus lágrimas para luego.

Un hermoso vestido blanco que hacía contraste con lo pálido de su piel abrazaba cada curva de su cuerpo pues se había decido por un vestido en corte sirena, mangas largas sin escote y sin tanta pomposidad. No era su estilo, fue lo que le dijo a la persona que quiso meterle un vestido con demasiadas capas de tela que la hacía sentir asfixiada.

Quizá hace unos años hubiera estado agradecida con que el vestido se tragara su figura, pero ahora estaba segura de su aspecto.

Su boda se daría en la parte trasera de la cabaña que ahora estaba adornada con tantas flores que parecía un basto jardín, asientos rústicos y al frente el altar que había sido supervisado por su cuñada.

Aquí se daría la boda eclesiástica, ya que su boda por el civil fue la misma mañana en la ciudad.

No fue para nada aparatosa, se puso un vestido blanco sencillo y Bruno uno de sus habituales trajes.

Meras formalidades, pensaron ambos.

-Estas preciosa mi niña -su mamá ya estaba hecha un mar de lágrimas, ella no se preocupaba por su maquillaje-. Estoy tan feliz por ti.

-Gracias mami -abrazó a su progenitora y eso solo la hizo llorar más-. La maquillista estará enojada contigo.

-Ya sabes como soy...

Ella lo sabía e incluso había heredado su sensibilidad, tachaba a su madre de llorona pero era igual que ella.

La habitación se llenó cuando su cuñada, mejor amiga y padre entraron al lugar.

-Les imploro que si vienen con la intención de hacerme llorar es mejor que salgan por esa puerta -les advirtió la novia-. ¿Qué hora son?

-El sacerdote ya está aquí, lo que debe darte la idea de que ya deberíamos ir -dijo su amiga-. Aunque aún me sorprende que vaya a casarte un cura, no recuerdo verte asistir a una iglesia más o menos... nunca.

-Cierra la boca Liv -le sacó el dedo del medio-. Solo asegúrate de verte bonita parada ahí, el resto no te importa.

Era cierto Levana nunca fue muy religiosa, la última vez que estuvo cerca de una iglesia fue quizá el día de su bautizo y no es como si tuviera muchas opciones.

Pero su futuro esposo creció en creencia de la religión debido a su abuela, para él este día también era un momento para recordar aquella mujer que tanto le había enseñado en la vida.

¿Destinados? [Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora