Capitulo V

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Madurar es perder algunas ilusiones para empezar a tener otras.

Virginia Woolf

Bruno

Ya han pasado unos días, que me entre que tengo que darme la "bienvenida" al nuevo gerente de ventas, y la verdad no entiendo tanto afán en tener que recibirlo y hacer tanto alarde, es solo un empleado más.

En tan solo 6 días será esta dichosa gala, la verdad asisto a ellas por compromiso.

Si por mí fuera ignoraría a toda la bola de hipócritas que solo vienen por el interés de crear lazos con nosotros y llenarse la boca al decir que estuvieron en el mismo lugar que la familia más importante de Alemania.

Me duele la polla, no he follado en más de una semana y no por falta de opciones pero la última vez que estuve con la tal Ana -creo que se llamaba- no lo recuerdo, se me fueron las ganas de enredarme con cualquiera en un bar.

Me quedó de experiencia, por que la muy loca acosadora, no sé como diablos consiguió mi número y empezó a llamarme de diferentes números.

Y por si no fuera poco se presentó frente a la empresa exigiendo hablar conmigo, pero eventualmente se cansó de que la rechazara y no volví a saber de ella y la verdad no me importa.

Ojalá y esta gala sirva para encontrar a mi salvación, por que enserio estoy que ni yo me aguanto.

Hoy es sábado, pero en vez de salir me voy a quedar a adelantar un poco de trabajo y talvez luego vea una película, voy a tomar la laptop y...

La puerta suena, que raro no esperaba a nadie, seguramente es Connor que tampoco ha de ver que hace. Pero cuando abro me encuentro con alguien totalmente diferente.

-Hola idiota- dice la rubia.

-Hola hermanita, ¿qué te trae por aquí?- es extraño que ronde por estos lares.

-Solo pasaba aquí y te traje pizza... -la miro fijamente enarcando una ceja- bien me dejaron plantada y no quería comer sola -pone un puchero.

Todos tenemos una debilidad y por más hijo de puta y egocéntrico que sea, haría todo por este demonio de cabellos rubios y ojos azules.

-Pasa...- no espera que me mueva y me atropella entrando como una loca.

-Y como así el gran Bruno Götz Wagner, genio, millonario, Playboy, filántropo... espera no tan filántropo -ríe- no esta de fiestas con mujeres y alcohol -su referencia me hace reír.

-Solo no me apetecía- miento, no le voy a contar a mi hermana menor mis actos sexuales.

-Si como no... como sea, ¿quieres ver una película, con tu hermana favorita en la tierra? -dice aleteando sus pestañas.

-Solo tengo una y para mi desgracia esa eres tú- digo haciéndola enojar.

-Eres malo conmigo y yo que te quiero -hace una cara triste y enseguida empiezo hacerle cosquillas- ¡Bruno! Para n-no me has cosquillas, me hago pipí-y entonces la suelto no quiero que ensucie mi mueble.

-Llorona.

-No me digas así, que me pongo a llorar de verdad, ¿sabes por qué realmente estoy a aquí? -veo como le tiemblan los labios-
Natt ella me estaba engañando, yo iba a su apartamento, para darle una sorpresa ya que no habíamos planeado nada para hoy y cuando abrí la puerta y la encontré dándole sexo oral a la perra de Chloë, se supone que solo eran amigas-solloza, a veces odio tener tanta confianza con mi hermana, no quería saber lo de su ex.

¿Destinados? [Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora