Los otros

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Mi nombre es Evangeline Hutcherson, pero todos me dicen de cariño Ev.

Soy la nieta del hermano del rey. Soy descendiente de esa parte de la familia que jamás serán reyes ni reinas. Lo suficientemente cerca para disfrutar de las ventajas de la monarquía y lo suficientemente lejos para sobrevivir a esta.

Si bien en la actualidad la realeza a cambiado, debo de admitir que esos cambios son mínimos y apesar de no ser parte del linaje principal todavía sufro de algunas repercusiones.

Estoy próxima a culminar mis estudios del colegio y cumplir los 18 años, lo cual para cualquier chica es muy importante pero dentro de este circulo lo es más aún.

Tengo dos hermanas, Caroline, la mayor, quien tiene 25 años, está casada y próxima a tener un hijo, y mi otra hermana Loreine, la menor de apenas 16 años. Si, somos ese lado de la familia llena de mujeres mientras el otro es el lado masculino, justo el de los reyes, el destino a veces es muy gracioso.

Me levanto después de luchar mucho con mi cama pues soy muy mala para madrugar.

Voy directo a mi baño, me aseo para luego cambiarme y colocar en mi cuerpo el uniforme de mi colegio, el cual consiste en una falda gris plizada no tan larga, medias negras largas, camisa blanca y una chaqueta pequeña azul oscuro.

Voy a mi tocador arreglar un poco mi rostro y cabello para luego bajar a desayunar.

Saludo con el chef y mi hermana Loreine, las dos pasamos juntas casi todo el tiempo pues mis padres siempre están trabajando y mi hermana mayor vive con su esposo.

Después de terminar el desayuno, el chófer nos lleva a nuestro colegio el cual detesto pues esta lleno de chicos como "nosotros", niños con suerte de nacer en familias privilegiadas.

Es muy difícil encontrar a alguien sin muchos humos en la cabeza pero hay algunas excepciones como mis dos mejores amigos, hijos de políticos y militares de alto prestigio.

-Lista para la última semana de clases?- me pregunta Rose.

-Lista para graduarme.

Entramos a clase y es un día ordinario.

Regreso a casa y veo que mi madre esta en el salón.

-Qué haces aquí? Todavía no es hora de la cena.

-Tenemos que planificar tu fiesta de graduación y cumpleaños. Son dos festividades muy importantes y aún más para esta familia.

A mi me gustaría algo sencillo entre mis amigos y mis hermanas ya que la relación que tenemos con mis padres es algo distante pero "la etiqueta" siempre esta presente aunque lo evite.

-Lo que quieras esta bien- digo caminando hacia mi habitación.

-Ni se te acurra señorita. No olvides que su majestad y toda la familia estará presente, tenemos que impresionarlos.

-Es el Rey, en serio buscas impresionar al Rey?- digo sarcástica.

Sin opción alguna empezamos a planificar la fiesta que en la mayoría lo hace mi madre y yo solo acepto.

Después de terminar con la ardua tarea que nos ha llevado algunas horas, subo a mi alcoba donde paso el resto del día haciendo tarea, hablando con mis amigos y leyendo algo.

Llega la cena y es lo mismo de siempre. Cenar todos en silencio y cada uno se va de nuevo a su habitación.

Estoy acostada cuando golpean mi puerta y se abre -Dime que no vendrán a la fiesta- dice Loreine botandose en mi cama.

-Imposible que no pase- digo un poco harta.

No tenemos muy buena relación con ese lado de la familia ya que mi abuelo y mis padres siempre han tratado de integrarse más, y ellos siempre nos han visto como la parte no importante, por eso la necesidad de impresionarlos.

-Caroline tiene suerte de salvarse de todo esto. Se caso y nos abandono, y no la culpo, todas queremos hacer lo mismo.

-Ni pienses que se salvo mucho, un matrimonio arreglado tampoco es ganar.

-Pero ellos lograron llevarse bien, hasta creo que al final se quiere.

Es verdad, si bien a los 22 años Caroline se caso con el chico que mis padres le habían presentado unos años antes, y estos dos se llevaban bien como amigos, el saber que aunque no quieras tienes que casarte con él y formar una vida con este, no es nada gratificante.

Como anteriormente lo dije, la monarquía a cambiado, pero no mucho. Eso de los matrimonios arreglados existe aún, unir familias por conveniencia y si una mujer no se casa antes de los 25 es muy mal visto.

Y peor aún es saber que no formamos parte de ellos, de la familia de reyes y aún así tenemos algunos de sus deberes que cumplir.

-Tuvieron suerte. Eso no pasa muchas veces que digamos. Nuestra familia tiene un gran legado en eso.

-Mejor me limito a seguir- dice riendo -Lista para tu exámen final?

-Deseame suerte.

Toda la semana paso estudiando sin parar, solo me levanto para comer e ir al baño. Creo que he dado 10 veces la vuelta a la casa mientras estudiaba con mis libros.

-Nerviosa?- pregunta Nick -No olvides que no tienes que presionarte tanto.

Tuerzo mis ojos pues sabe que esa no es una opción. Esto no es por mis padres ni familia, es algo mío, mi deber autoimpuesto de ser la mejor.

Entramos a la clase y todo esta listo para el gran exámen final.

Los nervios recorren cada átomo de mi cuerpo, pero trato que estos no me ganen y disperso mi mente de todo lo que no me sirve.

La hora y media de duración pasa en algunos minutos como una eternidad y en otros a la velocidad de la luz.

Me levanto de mi puesto y entrego las hojas para luego salir y respirar una gran bocanada de aire.

Voy con mis amigos.

-Y bien? Se logró?

-Claro que si y si no, de todas formas vamos a celebrar- rio.

Caminamos por el campus haciendo tiempo para recibir nuestras notas.

-Por cierto. Sus invitaciones formales para la fiesta- digo entregando sus respectivas cartas con el sello familiar impregnando en cera.

-Van los "otros"?

-Se supone que si pero a saber. Si a veces ni van a cosas más importantes- digo riendo con sarcasmo.

-Si va el Rey y su hijo, debes avisarnos, debo ir con mis mejores galas- dice burlándose Rose.

-Les diré si ellos responden. Aunque de seguro solo mandan a alguien del palacio como representante. Mis primos si estarán.

De toda la familia, tengo algo de cercanía con mis primos.

Después de dos desesperantes horas nos llaman avisar que los resultados están publicados.

Revisamos y lo logre.

El mejor puntaje de mi generación.

Salto de la emoción y la mayoría me ve con desprecio lo cual me da igual, y mis amigos celebran conmigo. Todos hemos pasado así que vamos a la plaza a celebrar.

-Ahora si, libertad!- grita Nick a los 4 vientos.

-Para ti si, porque entras a la milicia, mientras tanto yo tengo que ir a la universidad a estudiar algo que no quiero.

Y pues bueno esto de ser niños de gente que nació privilegiada, no es todo alegrías.

Por mi parte tenia un trato con mis padres. Si tenia el mejor puntaje podría escoger lo que quería seguir, aunque ellos creían que eso no pasaría, lo logre así que deben cumplir.

-Bueno como sea. Ahora a disfrutar.

Pasamos una gran tarde en la plaza y al final terminamos en mi casa.

Pasan algunos días y se acerca el gran día de mi cumpleaños.

-Si vendrán- me dice mi madre seria.

-Todos?- pregunto asombrada.

-Si.

El sufrimiento de las reinas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora