El día llego. Apenas abrí los ojos entro gente en mi cuarto.
Me desnudaron y bañaron. Con solo una bata en mi cuerpo voy a desayunar.
Me encuentro en un estado neutral, o más bien como si estuviera en un sueño donde nada se puede controlar y solo eres un espectador.
Poca comida entra en mi cuerpo y con eso les basto. Subimos de nueva cuenta a mi habitación.
Comenzaron arreglarme. Primero empezaron con el maquillaje, el cual agradezco que sea sencillo, y lo que más destaca son los labios rojos, luego siguieron con mi peinado, hicieron en mi cabello varias trenzas y luego con estas un recogido hermoso dejando dos mechones de pelo en la parte frontal.
Regreso a ver a la ventana y el sol ya esta muy brillante, no se en que momento pasaron tantas horas.
Sin pena alguna, igual que al desvestirme, abren mi bata y colocan una fina lencería blanca en mi cuerpo para posterior colocar el vestido.
Como 3 personas están a mi alrededor colocando el vestido con sumo cuidado.
Siguen con los toques finales, los tacones, joyería que fue un regalo de la realeza y vuelven a colocar el anillo de compromiso.
Escucho entre susurros que mi Rey y Reina acaban de llegar, así que supongo que mi familia también.
Han terminado conmigo y colocan un enorme espejo frente a mi donde puedo verme de pies a cabeza.
Me veo, me veo como nunca me había visto, debo de admitir que me agrada mucho lo que veo en el reflejo.
Mi cabello cobrizo sujetado de manera hermosa, el collar lleno de piedras que brillan con cada movimiento que doy y una esmeralda enorme en el centro.
Lo siguiente que veo es el inicio del vestido. Tiene un escote en forma de corazón con una pequeña manga que cae sobre mis brazos dejando toda la zona de mi cuello y hombros descubierta, permitiendo visualizar todo el esplendor del collar.
Hasta la cintura el vestido es pegado al cuerpo pero después cae recto. Toda la zona superior esta llena de diseños típicos de Escocia y miles de pequeños cristales. Todo esto se difumina hasta que se pierde en la parte inferior del vestido.
Encima de todo esto cae la capa que es más grande del vestido dejando que se vea toda la parte frontal y desde las esquinas de mi cuerpo se puede apreciar la capa que termina en una gran cola.
Como último toque colocan el velo, el cual es hermoso y delicado. Tiene pequeños decorados en todo el filo que recorren desde mi cabeza hasta mucho después del final del vestido al ser más largo.
Estoy lista y me ayudan a salir y bajar las escaleras.
Veo que esta mi familia aquí con sus mejores galas y me sonríen.
Me molesta sus sonrisas pues ellos no son felices por mi si no por ellos mismo, la única excepción son mis dos hermanas que se que su sonrisa es sincera.
Bajo la última grada y ellas se lanzan abrazarme. Nos damos un gran abrazo y siento que estoy por llorar pero lo evito.
Sin que yo quiera mi madre me abraza y mi padre me da un medio abrazo.
Me ayudan a subir al gran auto que me esta esperando para ir a la iglesia.
Llegamos y hay cientos de personas fuera esperando a que llegue. Adentro ya están todas las personas, pero me dicen que espere un poco más dentro del auto.
Espero por varios minutos y empiezo a desesperarme, la gente también se ve desconcertada. Entra un auto igual en el que yo estoy a toda velocidad y se estaciona en la puerta de la iglesia.
De este baja Louis y apenas la gente lo ve empieza a sonar la música nupcial y la ceremonia empieza. Me avisan que pronto tendré que entrar.
Regreso a ver al auto del cual bajo Louis que esta por salir de la zona y veo como una cabeza de una mujer se levanta intentando que nadie lo vea.
Me dan la indicación que todo esta listo y bajo del auto mientras escucho como las cientos de personas empiezan a gritar mi nombre y aplaudir. Mi padre está en la puerta de la iglesia y me da su brazo para caminar a mi lado.
Todo el mundo me ve con una sonrisa y unos que otros hablan en susurro entre si. Llego frente al sacerdote y mi padre le da mi mano a Louis y con un pequeño asentimiento de cabeza se va.
Regresamos nuestra vista, sin vernos, hacia el sacerdote y empieza la ceremonia.
No se cuanto tiempo vamos aquí y que nomas ha pasado. Vuelvo a prestar atención cuando escucho como el sacerdote le pregunta a Louis si acepta. Serio este responde con un si, y coloca el anillo en mi dedo. Sigue mi turno y sin pensarlo respondo igual, colocando su anillo.
El sacerdote dice las palabras y veo como Louis se acerca a mi. Cierro los ojos intentado no verlo y siento una presión encima de mis labios, correspondo el pequeño beso y él se separa.
La gente comienza aplaudir y agarrados de la mano salimos caminando en medio de toda la gente.
Subimos a nuestro auto y en ese instante Louis separa nuestras manos de manera brusca. Vamos en total silencio hasta el castillo.
Toda la gente ya esta dentro y de nueva cuenta entramos juntos al lugar.
Todos se acercan a felicitarnos, abrazarnos y hablar con nosotros.
Louis en un momento se escapa de toda la gente y yo después de hablar con más personas que me abordan hago lo mismo.
Voy directo donde mi familia y veo que Mi rey y la reina se acercan a felicitarme. Ni siquiera los veo a los ojos y solo finjo una sonrisa de agradecimiento. Detrás de ellos están los reyes y hacen lo mismo. Magda me abraza con fuerza y mientras la abrazo veo a la madre de Louis torcer sus ojos, supongo que ella no vendrá decirme nada, lo cual agradezco.
Paso las horas bailando con familiares míos hasta que personas importantes de este país se acercan a pedirme que baile con ellos. Sin poder negarme acepto y así pasa la noche.
-Dónde será su luna de miel, princesa Evangeline?- pregunta mi hermana Caroline bromeando.
-No tengo idea. Supongo que es sorpresa- digo con sarcasmo -Cuánto falta?- le pregunto.
-Se supone que puede pasar en cualquier momento.
Todavía no se acaba la fiesta pero sin darme cuenta Louis llega por detrás mio y sujeta mi brazo.
-Auch. Me estas haciendo daño- le digo en un susurro para que los demás no se den cuenta.
-Nos vamos- dice enojado y sin soltarme.
Sin despedirnos de los demás subimos las gradas.
Estoy por entrar a mi habitación y él me detiene.
-El lunes nos vamos.
-A dónde?
-Donde yo diga- responde con rabia.
Sin más entra a su habitación y yo hago lo mismo.
Me quito el vestido y veo como mi cuerpo se adorna de la fina lencería. Me rio pues el objetivo con el cual me pusieron estas prendas nunca se va a dar. Me las quito y voy directo a la ducha. Limpio mi rostro del maquillaje y coloco en mi cuerpo la pijama.
El día fue muy cansado así que voy directo a la cama y quedo totalmente dormida.
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El sufrimiento de las reinas
Ficción históricaEsta historia relata la vida de una joven ligada a la realeza y a las desventajas de esta. A sus veinte años es obligada a casarse con él hermano de un rey, quien tiene una historia complicada que involucra a otra mujer. Evangeline, nuestra protag...