El sufrimiento de las reinas

Primer vistazo

Ya han pasado varios meses en los cuales me he pasado recluida en mi casa, especialmente en mi habitación. A veces vienen mis amigos a visitarme aunque eso es cada vez más difícil.

No he sabido nada más acerca de la futura boda y peor aún del futuro novio.

Me levanto como un día normal pero este se interrumpe de inmediato.

-Cuándo vas aprender a levantarte temprano? Cuando vivas con tu esposo no podrías portarte de esta forma- me dice enojada mi madre.

Hago una cara de repulsión.

-Comenzaremos con los preparativos de la boda.

-Qué!? Cuándo será? Si en dos meses es navidad.

-Será en Enero. Para abrir el año de buena manera.

A pesar del paso de los años y la supuesta evolución eso no significa nada para esta familia, seguimos enfrascados en una cápsula del tiempo que no se mueve.

-Acabas de arruinar las festividades- mi madre me ingora y comienza a decir todas las cosas que debemos hacer y organizar, que para ser sinceros hará ella pues no me deja tener opinión en nada.

Así pasan las semanas. Viendo preparativos para una boda que no quiero.

-Y el dichoso novio dónde está?- pregunto harta de todo.

-Él no tiene porque estar envuelto en esto. Vendrá cuando haya situaciones importantes.

-Madre... dónde tendré que vivir cuando me case?- pregunto con miedo pues no quiero vivir en otro país.

-Él lo decidirá.

Eso me quita la única pizca de esperanza que tenia.

El invierno ya se ha ponderado de queda rincón del país, y según afirman será aún más frío.

En dos semanas es Navidad, y se realizará la cena anual en el palacio. La cual es televisada para que vea toda la nación.

Y mi pánico por la boda empieza a presentarse cada vez más. No quiero que ese día llegue, no quiero ni ver a Louis, aunque a este punto ya no recuerdo ni su rostro bien.

Hoy nos traerán a casa algunas de las opciones del vestido de novia, al menos esto me dejaron escoger.

Llega la hora y bajan varios vestidos de un auto grande.

Me piden probarme cada uno pero desde que vi uno sabia que ese seria el que quería.

Me coloco el vestido que me gusto con ayuda, ya que tiene varios botones y cintas al rededor del corset.

Me quedo encantada con lo que se refleja en el espejo y veo que los demás también, por lo cual decido que este será.

Ya esta todo planificado para la boda. Será en Escocia en uno de los castillos de la realeza.

Me han indicado algunas fotografías y se ve sin duda hermoso y las vista llenas de montañas lo hacen aún más espectacular.

Lo último que falta por planificar es la luna de miel, y trato de evitar lo más que puedo esa conversación.

Hoy es navidad y estoy ayudando a Loreine con su cabello.

-Cuánto tiempo crees que me falte?- dice angustiada.

-Pronto cumplirás 18 años. Para cuando los cumplas de seguro ya tendrán a alguien para ti. Pero no se con que suerte correrás.

Me da pena por ella. Por alguna razón las dos nos hicimos la expectativa que seríamos la excepción, pero al ver que conmigo ese no fue el caso, Loreine a perdido cualquier esperanza.