Poco después que naciera Ethan, casi cuando este cumplía un año de vida, enferme.
Los doctores no sabían bien el porque, ya que no había razón aparente y fue de un día para el otro.
Siempre sentía mi cuerpo pesado, no tenía energías, siempre estaba pálida, a veces ni si quiera podía caminar y quería pasar todo el día en cama, lo único que hacía que lo intentará eran mis hijos.
Baje de peso y hasta a veces tenia complicaciones para darle de comer a mi hijo y eso solo empeoraba como me sentía. Todos en el castillo decían que parecía un muerto en vida pues ni si quiera podía estar feliz.
Un día Louis llego muy borracho a casa, casi no podía mantenerse en pie y se tiro en el sofá donde yo estaba con Ethan intentando darle de comer pero no lo lograba y mi hijo lloraba.
Harto de escuchar los llantos de mi pequeño, Louis ordeno que se lo llevaran.
Las lágrimas bajaban por mi rostro. Me sentía tan débil, tan mal que no pude levantarme y solo seguí llorando en silencio pero Louis se dio cuenta de esto, se quejo con enojo, se voltio para poder verme mientras me insultaba.
Seguía llorando y eso lo enfureció más, levanto su mano y yo no hice nada, ni un parpadeo, solo espere sentir su palma en mi cara, Louis se quedo atónito y bajo su mano, en ese momento se dio cuenta lo mal que estaba, al fin vio lo que los doctores no podían explicar.
Se levantó como pudo y antes de irse dijo -No lo volveré hacer, lo prometo.
Días después mi estado no mejoraba y una noche que salia de la habitación de Ethan, que al fin había podido hacerlo dormir, mis piernas empezaron a fallar y casi a rastras, sujetandome de las paredes caminaba a mi cuarto.
Louis había acabado de llegar y me vio casi botada en el piso, se agacho y me ayudo a pararme pero se dio cuenta que estaba tan mal, parecía un espagueti, que puso un brazo bajo los míos rodeándome y me ayudo a seguir el camino.
-Flashback-
-Llamaré a Margaret.
-No! No, estaré bien, solo necesito acostarme.
La habitación más cercana era la suya así que me cargo y me llevo hasta ahí y me acosto en su cama.
Mi cabeza estaba mareada y casi no podía ver bien el lugar además de lo oscuro que estaba.
-No te puedes morir, aún no, necesito que cuides de mis hijos por un tiempo más- dijo serio.
-Lo hago por ellos.
Intente tomar fuerzas y levantarme pero no pude, Louis volvió acomodarme en su cama y no se en que momento mis ojos se cerraron.
Desperté y Louis salio del baño, me di cuenta que había dormido en su cama.
-Lo siento- dije apenada y esperando que no se enojara por eso.
-Estás mejor?
-Si, lo siento, no debi quedarme dormida aquí.
-Llame a un nuevo doctor.
Me quede impresionada por sus palabras y por ese gesto, agradeci y despacio fui a mi alcoba.
-Fin del flashback-
Los siguientes días empece a sentirme un poco mejor y Louis se quedo más tiempo en casa, tratando de ayudar con los niños, y le agradecí por eso. Intentaba ser mejor padre, se notaba, y por ende pasaba más tiempo conmigo y su actitud había cambiado.
Con el paso de los días una mejor "relación" surgió, una de mayor respeto y ayuda, hasta hubo ocasiones en las cuales conversamos y reimos.
Era muy extraño para los dos, nunca nos habíamos tratando de esa manera, en ninguno de los cuantos años de casados que llevábamos.
Las personas del castillo también se dieron cuenta de esto y murmuraban cosas.
Con las semanas nos empezamos a acercar más y hasta podemos decir que nos llevábamos bien.
En cierto punto pensé que tenia alguna otra intención, un plan macabro que estaba ejecutando, pero no fue así.
Aún recuerdo nuestro décimo aniversario. Por muchas razones nunca festajabamos un año más junto, realmente era una fecha que siempre olvidabamos, era un día más, pero de nueva cuenta las tradiciones arruinan nuestros planes.
Como era tradición, cada décimo aniversario se debía realizar una gran celebración con una ceremonia de renovación de votos matrimoniales.
Cuando me dijeron de esto obviamente rechace la idea y la deje aun lado pero Magda insistió en que podía ser una nueva oportunidad ya que el cambio en Louis no solo era evidente para mi, si no también para todos los demás, no solo en la forma en que ahora trataba a sus hijos, su interés por estar más tiempo con ellos e involucrarse en su crianza, no de la mejor manera pero lo intentaba, si no que también era evidente el cambio en su personalidad y en su manera de tratarme.
Sin duda no era el mejor esposo, el más cariñoso o el más preocupado, pero apareció el respeto hacia mi, no solo el respeto por el ser la madre de sus hijos, si no también el respeto por ser su esposa.
No volvió alzar su mano contra mi, evitaba lo que más podía gritarme, aunque le costó al inicio, y también empezó a considerar mis opiniones e ideas. Hasta ya era comun que habláramos y pasáramos tiempo a solas, no de manera intima, pero podiamos estar en una misma habitación sin la presencia de nadie más, y nos sentíamos cómodos.
Quien más insistió en la idea fue Lilith, quien al enterarse de esta celebración no perdió el tiempo en hacer planes.
-Flashback-
-Lilith no vamos a celebrar nada, no insistas.
-Mamá esta es una excelente excusa para hacer algo en familia. Nunca celebramos nada, nunca pasamos tiempo los cuatro.
-Podemos celebrar cualquier otra cosa.
-Eso es mentira, además...- veo que se queda pensativa -Papá a cambiado...
Me quedo anonadada con lo que mi hija acaba de decir. Nunca espere que de sus labios salieran esas palabras, pero ella es muy lista y aunque no parezca ve todo y escucha todo.
-Te también lo has visto, ha cambiado, nos trata mejor, te trata mejor, lo esta intentando, esta es la excusa perfecta.
-Se que lo esta intentando, y por esa misma razón no hay que presionarlo, no es necesario hacer ninguna celebración.
-Si logro convencer a papá aceptas?- me dice con sus tiernos ojos.
Algo muy destacable de mi hija es que es muy segura de si misma y de su poder de convencimiento. Nadie puede negarle nada, ni su propio padre, pero aún así se que esto es imposible así que acepto.
Me encuentro jugando con Ethan cuando Louis entra en la habitación. Ethan lo saluda a lo que este le da un medio abrazo.
Me queda viendo fijamente y se que es lo que quiere.
-Mi amor sigue jugando con el carrito, ya vuelvo- le digo a mi hijo con una sonrisa a lo cual responde igual.
Me levanto de la mesa y voy hacia la puerta donde esta Louis y la cierro detrás de mi.
-Tu hija tiene una idea loca- dice con una media sonrisa lo cual me extraña.
-Lo se, ya le insistí que no va a pasar, pero no hay nadie que le quite la idea de la cabeza.
-Quién le dijo eso?
-Fue Magda. No te preocupes en unos días lo olvidara.
-Cuándo es el día?
Me quedo asombrada con su pregunta.
-El siguiente viernes.
-Tienes tiempo para organizarlo. Dile a Lilith que gano... de nuevo- dice con una sonrisa y se va.
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El sufrimiento de las reinas
Historical FictionEsta historia relata la vida de una joven ligada a la realeza y a las desventajas de esta. A sus veinte años es obligada a casarse con él hermano de un rey, quien tiene una historia complicada que involucra a otra mujer. Evangeline, nuestra protag...