Mañana es el último día del año pero no estoy tan emocionada pues estos últimos días no me he sentido muy bien. Me siento constantemente cansada como si hubiera corrido una maratón y quiero solo dormir.
Además que tanta comida y dulces que nos dan están causando sus estragos y ayer tuve una leve infección de estómago.
Hoy me quedo más tiempo en cama esperando sentirme mejor.
Me quedo dormida y me despierto para la hora de almuerzo. Bajo y todos están en el comedor, me disculpo por mi atraso y comemos.Después de unas horas vuelvo a sentir náuseas y pienso que la comida de nueva cuenta me hizo mal. Preocupado el chef me pide disculpas y le digo que no es nada, suelo ser algo delicada con la comida.
Me preparan algo de té pero mis hermanas me insisten que debo ir al doctor, me dicen que lo llamarán pero se los impido.
-Tal vez necesito salir por aire fresco, Margaret me acompañará, esta cerca.
-Nosotras te acompañamos.
-No, no- respondo nerviosa -Deben arreglarse para la fiesta.
Me ignoran y piden el auto para irnos.
Me empiezan a sudar las manos y estoy nerviosa, ellas lo notan, me conocen bien y no puedo mentirles pero aún así intento hacerlo. Llegamos al consultorio, es algo pequeño pues es un pueblo pero el doctor feliz me recibe y me pide pasar.
Para mi suerte les pide esperar a fuera pues no entramos todos y así es más privado.
Le digo como me he sentido y hace la pregunta que todos nos hacíamos.
-Mi princesa, es posible qué este embarazada?- siento como la respiración sale de mi cuerpo pero consigo que vuelva.
-Es posible.
Con una sonrisa va en busca de sus aparatos y me pide que me acueste en la camilla, minutos después confirmamos nuestra duda.
-Felicitaciones mi princesa, debe tener cerca de 3 meses, me imagino que tiene alguien de confianza en el castillo pero le envío esto para estos días.
-Gracias- sonrío con una sonrisa nerviosa.
Salgo y mis hermanas se paran enseguida al igual que Margaret.
-Y? Qué estas?
-Una infección, nada grave.
-No nos mientas Evangeline- me dice seria Loreine.
-Estoy embarazada.
Abren sus ojos y sus bocas y luego esbozan una sonrisa y me abrazan con fuerza entre las tres.
No dejan de felicitarme.
-No le digan a nadie, no todavía, ni se les ocurra decirle a Louis, entendieron? Ni a sus esposos.
Aceptan las tres y volvemos rápido al castillo ya que se esta haciendo tarde.
De la misma forma alistó a Lilith primero y luego sigo yo, aunque Louis golpea la puerta insistiendo que me apresure.
Me coloco un vestido azul intenso que me aprieta en mi busto y tiene un pequeño dobles en la zona, y el resto cae hasta mis pies pero tiene una abertura por la parte de atrás en las piernas para dejarme caminar, lo combino con unos guantes del mismo color y el collar que Louis me regalo.
Me veo en el espejo a pesar que Louis golpea la puerta, para cerciorarme que no se vea aún nada en mi vientre y así es.
De un golpe abre la puerta y salto del susto. Regreso a ver a Louis y este me ve de pies a cabeza, se acerca a mi y pasa sus manos por mi cuello sujetando el collar, mi piel se eriza por su toque, lo ve y lo vuelve a colocar bien encima de mi piel.
Las horas pasan rápido pero esta vez al no haber regalos los niños empiezan a dormirse. Lilith me pide que la cargue, me siento en una silla y la siento encima de mi mientras la abrazo para que se duerma.
Louis esta enfrente de mi y no me deja de ver, muevo mi mirada a otro lado pues me esta incomodando.
Lilith se queda dormida y Margaret se ofrece a llevarla a la habitación, pero no creo que pueda pues mi pequeña cada día esta más grande y pesada.
Louis se acerca y la pongo en sus brazos pero veo que abre sus ojos como platos y regreso a ver donde él mira. El vestido me queda algo apretado en la zona alta y mis pechos parecen querer salirse, con las mejillas ardiendo subo el vestido y Louis se va.
Esta vez invitamos algunos amigos de la familia para no ser los únicos.
El hermano de Samuel me invita a bailar. Nos divertimos mucho bailando, reimos y disfrutamos de la fiesta pero las campanadas nos hacen caer en cuenta la hora que es.
La cuenta regresiva empieza y comenzamos a contar en reversa. Después de diez segundos todos gritamos al unísono "Feliz año nuevo". Nos abrazamos entre todos uno por uno felicitandonos y nos deseamos un buen año.
Me siento en una silla pues otra vez me empiezo a sentir muy cansada y mareada.
Hasta este momento no me había permitido pensar en el hecho que de nuevo estoy embarazada, tendré otro hijo, no se como sentirme al respecto, supongo que debo sentirme feliz pero no era algo que esperaba, sin duda no estaba en mis planes, siempre dije que Lilith seria la única.
Samuel me interrumpe de mis pensamientos y me ofrece una copa de champán, la acepto pero la dejo en mi mano ya que no puedo tomarla.
Me siento ya muy cansada y me despido de todos aunque ellos no quieren que me vaya pero ya no puedo más.
Como puedo me saco el vestido y lo dejo en el piso y me acuesto solo en ropa interior.
Me estoy quedando dormida cuando siento como abren la puerta, se que es Louis porque hemos tenido que dormir juntos a falta de lugar, así que ni me inmutó.
Abre las cobijas y se empieza a reír, no entiendo por qué y abro mis ojos como puedo pues el sueño me gana.
-No me digas que eres tan patética como para intentar que pase algo.
Caigo en cuenta que estoy desnuda e instintivamente mis manos cubren mi vientre aunque este sigue plano.
-Estoy muy cansada, no estaba intentando nada, no recordé que duermes aquí- digo seria y adormilada.
Me levanto por el otro lado de la cama y voy al baño a cambiarme.
Louis me detiene poniendo su cuerpo en medio -Quédate así- intento esquivarlo pero me sujeta de los brazos -Ganaste, no te acostumbres.
Me bota a la cama y estoy por protestar pero realmente no tengo energías y me dejo hacer lo que él quiera.
Muerdo mis labios para que nadie me escuche mientras él esta bombeando dentro de mi.
Esto se siente tan raro, estoy embarazada, no se lo he dicho y aquí estamos, no se si decirle pero tengo miedo y decido no hacerlo.
A pesar de mis pensamientos mi cuerpo no deja de sentir. Las sensaciones inundan cada parte de mi ser. Louis lo disfruta, se nota en su rostro, en sus gemidos y en sus movimientos, y no es el único.
Después de horas de placer terminamos al mismo tiempo, callo mi grito mordiendo la almohada y él muerde mi cuello.
ESTÁS LEYENDO
El sufrimiento de las reinas
Historical FictionEsta historia relata la vida de una joven ligada a la realeza y a las desventajas de esta. A sus veinte años es obligada a casarse con él hermano de un rey, quien tiene una historia complicada que involucra a otra mujer. Evangeline, nuestra protag...