Es increíble como pasa el tiempo.
Lilith esta enorme. Me causa un poco de nostalgia verla crecer tan rápido pero ahora es una niña hermosa con su cabello rojizo de rizos cada vez más largo y con esos ojos azules tan penetrantes que son cada vez más grandes.
Ahora es una niña que se la pasa corriendo por todas partes de la casa y que no se calla nunca. Es adorable como intenta muchas veces hablar con palabras más difíciles para ella y las cambia por otras sin sentido.
Trato de siempre estar con ella y enseñarle de distintas cosas, es una niña muy inteligente para su edad, es mi compañía.
Hoy caminamos juntas por la ciudad, es normal ya para ella que nos siga gente, aunque siempre trato que no se pasen de la raya.
Unas personas se acercan a darle regalos y ella con su hermosa sonrisa los acepta, mientras la sujeto de la mano y caminamos por la feria de la ciudad, veo a una mujer que me parece conocida, lleva de la mano a un pequeño niño que parece de una edad similar a la de Lilith.
Seguimos en nuestro recorrido pero debo cargar a mi pequeña, aunque ya me es algo pesada, pero es que ella no alcanza a ver algunas de las cosas.
Llegamos a una cafetería muy linda con mesas en la calle y vuelvo a ver a la misma mujer y Lilith también se fija en ella, bueno más bien en el niño la mujer alza la mirada y es Clarisa.
Mi primer impulso es regresar a ver atrás, a mi guardaespaldas, para que me confirme lo que veo y este asiente con la cabeza.
Ella no se ha dado cuenta de nuestra presencia ya que le esta dando de comer al niño.
Doy la vuelta a pesar de los rechazos de Lilith al alejarnos del niño y caminamos al auto.
Además de sorprendida estoy furiosa.
Después de que diera a luz Clarisa, pase todo un año con preocupación y ansiedad por saber cuando volvería o se haría presente de nuevo en nuestra vida, pues ese año las cosas entre Louis y Lilith iban bien y pues entre nosotros... bueno ya saben.
Después de ese tiempo deje de desesperarme, pensé que ya era muy tarde para que volviera, tal vez hizo otra vida allá, quería creer.
Verla aquí de nuevo me enoja, por qué no quiere comprender que lo suyo con Louis no es posible? Además trae con ella a un niño que puede salir herido por toda esta situación.
Llegamos a casa y subo a cambiar a Lilith, mientras se queda jugando con Margaret, tomo una ducha y me cambio para estar más cómoda, pues es verano y estar con estos vestidos tan grandes a veces es incómodo.
Ya es hora de la cena y la puerta se abre, Lilith como siempre corre a la puerta y su padre la recibe. Se que trata de ser lo más cariñoso que puede con nuestra hija pero no esta en su naturaleza ser así.
No me saluda, solo se sienta en su lugar mientras habla con Lilith.
No tengo mucho apetito, juego con mi comida mientras mi cabeza esta en otro lado. Un sonido me interrumpe pues Lilith ha hecho caer un vaso sin querer, Louis empieza a gritarla y eso no lo permito.
Me levanto para ver que ella esta bien y aunque lo esta empieza a llorar por como le grito su padre.
La cargo en mis brazos -Vuelves a gritar a mi hija y no respondo- le digo con mirada amenazante mientras camino para salir del comedor.
-También es mi hija- responde enojado y golpeando la mesa.
-Sería mejor que te vayas a cuidar de tu hijo- digo con odio.
Se levanta en un instante y bota la silla y rápidamente camina para quedar frente a mi. Se que si no fuera porque Lilith empieza a llorar con más fuerza hubiera terminado esto muy mal.
Subo y trato de tranquilizarla, limpio sus lágrimas y la abrazo.
-Papá no quiso gritarte, solo esta de mal humor- digo fingiendo su cara habitual y ella rie.
La acuesto en su cama y yo me acuesto a un lado y acaricio su hermoso cabello, poco después se queda dormida.
Me levanto para ir a mi habitación y para mi mala suerte, Louis justo esta subiendo las escaleras. Me ve con una mirada asesina y sube con más rapidez.
Me sujeta de los brazos con fuerza.
-Esta dormida- digo tratando de convencerle que no haga lo que quiere.
Me suelta y se va a su habitación.
Antes que entre se lo digo -Volvió- se da la vuelta sin entender -Clarisa... no pensabas decírmelo?
Sus ojos se abren como platos y su boca también, esta en shock, no pensé que no lo sabría, ahora yo me he quedado anonadada.
-De qué hablas?- responde después de pensar bien todo.
-La vi en la feria- agacho la cabeza -Y a tu hijo.
Otro vez parece que su mente se va a otro lugar y sin decir nada sigue su camino.
Corro para detenerlo y antes de que cierre la puerta entro a su cuarto.
No se porque hice eso.
-No dirás nada más?
-Me estas cansando Evangeline.
-Un año pase muerta de miedo que ella regresara, y ahora la veo como si nada aquí... con tu hijo...
-Estás celosa?- dice con sarcasmo.
Rio -Lo digo por nuestra hija.
-Ahora es nuestra- rie con sarcasmo -Sabes bien que sigues aquí solo porque eres su madre.
Mi corazón late con fuerza.
Antes que Lilith naciera me lo dijo, me dijo que haría cualquier cosa para deshacerse de mi.
-Solo prométeme que no la dejarás a un lado por él, hazlo por ella, ella no tiene culpa de nada de esto.
-Ni el niño.
Mi pecho recibe un golpe al escuchar esas palabras.
-Lo sé- agacho la cabeza.
Es verdad lo que dice pero no solo es un niño, tras ese pequeño hay miles de problemas que caerán sobre nosotros, y yo solo quiero proteger a mi hija.
-Si no tienes más que decir, largo!
Me quedo viéndolo, directamente a los ojos, pidiéndole que haga bien las cosas.
Me empuja contra la puerta y mi espalda recibe el golpe, me quedo atónita al dolor y siento como las lágrimas caen, el dolor se implanta cada vez más.
Louis me ve directamente a los ojos y veo... arrepentimiento? No lo creo, de él no. Abro la puerta y me voy.
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El sufrimiento de las reinas
Ficción históricaEsta historia relata la vida de una joven ligada a la realeza y a las desventajas de esta. A sus veinte años es obligada a casarse con él hermano de un rey, quien tiene una historia complicada que involucra a otra mujer. Evangeline, nuestra protag...