El sufrimiento de las reinas

Primeros días

Despierto ya tarde ya que necesitaba recobrar fuerzas, aunque quisiera quedarme más tiempo durmiendo Lilith empieza a llorar por comida.

Es muy raro todo, como todo cambia en minutos, de pronto tienes algo tuyo en tus brazos que necesita todo de ti.

Caroline desde temprano a estado a mi lado ayudándome.

Ha pasado un día y no puedo estar más fascinada de esta pequeña.

-No quiero preguntarlo pero la duda me consume, dónde esta Louis?

Suspira -No lo se.

-Esperó que no se lo haya dicho a nadie.

-Es tarde Ev, desde ayer en la tarde llego la prensa, están como locos- rie.

Pasa la mañana y Louis llega.

Se queda en la habitación sentado en el sofá sin decir nada solo viendo a la distancia a su hija mientras la tengo en brazos, esta se despierta y empieza a llorar y muerta de pena desabrocho mi blusa para darle de comer, Louis no aparta la mirada pero luego sale de la habitación.

-Lo siento, no pude venir antes, estábamos fuera de la ciudad- dice corriendo hacia mi Loreine.

Me abraza con fuerza aunque sin aplastar a Lilith, le da un pequeño beso en la mejilla y la pequeña solo se remueve un poco.

-Es muy pequeña.

-Asi son los bebés- digo riendo.

-No saco nada de él, que alegría- dice bromeando.

Y justo Lilith abre sus ojos -Bueno si saco algo de él, lo único bueno que tiene es que es guapo y le heredo esos hermosos ojos- reímos las dos.

-Cuánto tiempo te quedarás aquí?

-Solo hasta que nuestros padres vengan. Cuando madre se entero me suplico que esperará a que vuelvan del viaje.

-Allá deben estar ansiosos por conocerla.

Pasan algunos días mientras me adapto a mi nueva vida. Varias veces los fotógrafos han intentado entrar a casa de Caroline para obtener la primera foto de mi bebé pero no lo han logrado.

Louis ha pasado estos días aquí, creo que es su forma de estar presente aunque pocas veces viene a ver a Lilith.

Hoy vuelven mis padres del viaje y los estoy esperando mientras cambio a la pequeña de ojos azules y empaco nuestras cosas pues mañana volvemos a casa. Escucho varias voces que vienen desde afuera y se abren los puertas. Escucho que saludan con Louis y mi madre sube rápidamente buscándome.

Toda la tarde pasamos juntos en familia mientras Lilith pasa de mano en mano pues todos la quieren cargar.

Mi madre se la pasa a Louis y este se queda frío pensando si hacerlo o no, me quedo viéndolo fijamente y como veo que no tiene intensión de cogerla estoy por levantarme pero él la sujeta con ayuda de mi madre.

Veo que esta lleno de miedo y con mucho cuidado la tiene en sus brazos y no la deja de ver y ella a él tampoco.

Mi hermana Loreine los ve con sus ojos sorprendidos y me rio.

Estamos de regreso a casa pero antes de bajar del avión pedimos más seguridad de lo normal pues sabíamos que habría mucha gente esperándonos.

Envuelvo bien a Lilith tratando de tapar lo más que puedo su rostro pero sin hacerle daño, la aprieto contra mi pecho. Estoy con un chal en mi cabeza para cubrirme y Louis sale antes que nosotras a paso rápido y yo atrás de él de la misma manera, alrededor de nosotros varios guardias nos escoltan hacia el auto.

La gente grita, nos llama por nuestros nombres, los flashes son cegadores y policías intentan retenerlos.

Antes de subir al auto Lilith empieza a llorar por el ruido, subimos e intento calmarla, le doy de comer para que se calme y me doy cuenta que Louis nos esta viendo fijamente y me pongo nerviosa, él lo nota y guía su cara hacia la ventana.

Llegamos a casa con la misma seguridad porque hay gente aquí también esperándonos, entramos y veo a Margaret que corre hacia mi para conocerla a la pequeña.

Esta muy feliz con una sonrisa enorme en su rostro y pequeñas lagrimas que se asoman, la carga y subimos las escaleras pero veo que Louis se va a su oficina.

La ponemos en su cuna para que descanse aunque me gusta tenerla en mis brazos.

-Cómo va nuestro querido príncipe?- dice con sarcasmo y rio -Se ha portado bien?

Suspiro -A su manera, no se puede esperar mucho pero es algo... aunque ahora que volvimos... no tengo esperanzas- suspiro fuertemente.

Se que correrá a los brazos de Clarisa apenas pueda.

Al siguiente día llegan los reyes para felicitarnos y conocer a mi bebé.

Es la primera vez que veo a Magda desde que nos dijeron de su embarazo, y veo que su vientre ya se nota y siento como una apuñalada en mi pecho, ella me ve con ojos tristes pero no dice nada, solo me felicita y me dice que Lilith es muy hermosa.

No quiero seguir enojada con ella pero algunas cosas es mejor darles tiempo.

Se vuelve inevitable esconder más a nuestra hija así que un día en el cual quiero salir a tomar algo de sol ya que si bien entra por las ventanas es distinto, salgo con mi bebé al patio y camino con ella en mis brazos. Lleva un lindo y diminuto vestido rosado, y aunque esta cubierta con su manta se puede apreciar su hermoso rostro.

Camino junto a Margaret por todos lo alrededores y al final me acerco a la entrada.

Ya no hay tantos como en el inicio pero algunos todavía pasan unas cuantas horas aquí esperando tener suerte.

Apenas me ven caminar en su dirección se ponen alerta y empiezan a fotografiarnos, me quedo parada a unos 5 metros de distancia y ellos me saludan felices y respondo de la misma manera.

Me preguntan como esta, como estoy y muchas cosas más que respondo feliz, pues aunque va menos de un mes conmigo a sido maravilloso todo. Antes de irme abro un poco más la manta en la parte de su rostro y todos se quedan anonadados por su belleza.

Disparan sus flashes de todas las maneras que les es posible para capturar la mejor foto pero en pocos minutos Margaret les pide parar pues Lilith se empieza a molestar por los flashes aunque ella esta dormida pero se da cuenta, me quedo sorprendida pues todos entienden y se van mientras me felicitan.