Nueva corona

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-Debiste gritar, llamarme!- me dice muy enojada Margaret cuando le cuento lo que paso a noche con Louis.

-No quiero meterte en problemas, además no me hubiera hecho algo más.

-Claro que si! No podrá deshacerse de ti pero puede hacerte daño.

-Estaré bien Margaret- le digo poniendo mis manos encima de las suya.

Mis hermanas también notaron que habíamos discutido pero ellas nunca se han enterado que también hay agresión física y pienso dejarlo así.

Hoy estamos todas en la casa reunidas para la prueba de nuestros vestidos para la coronación.

Nos sentimos como cuando éramos niñas y jugábamos a ser las princesa, a ser las hijas del rey, y hoy estamos a nada que eso se cumpla, aunque el recorrido no fue como planeamos.

También hay un pequeño vestido para mi Lilith y para Elena, la hija de Caroline, y hay pequeños trajes para mis dos sobrinos.

Mi madre creo que es la más emocionada de las tres, quien no para cada día de darnos actualizaciones de como esta llevándolo todo mi padre, ya que si bien todo el mundo ve lo de afuera, internamente pasan muchas cosas en el palacio con los ministros y diputados, además de los reyes y mandatarios aliados que ya están en el país.

El día de la coronación llega y la preparación empieza desde temprano.

Mientras Margaret baña a Lilith, yo hago lo mismo aunque me tomo mi tiempo en la tina.

Entro en el agua tibia sumergiendo todo mi cuerpo hasta mi cabeza para luego pasar con delicadeza una esponja por toda mi piel.

Salgo de la tina secando mi cuerpo y cabello para luego colocarme ropa interior y una bata encima.

Me coloco el vestido para hoy, el cual es de color violeta con miles de apliques de oro que forman distintos dibujos en la tela. En la parte del busto es un escote en V no tan pronunciado pero se llega a entre ver mis pechos, luego en la parte de la cintura hay un cinturón de espinas de oro y la falda del vestido cae con vuelos, unos más pequeños al inicio y luego más grandes hasta llegar al piso, encima va una capa que se cierra en el cuello, esta es en un tono blanco con apliques también de oro y es de una longitud mayor al vestido haciendo parecer una pequeña cola.

Cuando estoy lista Margaret entra con mi hermosa hija, quien esta con un vestido verde lima con apliques de oro en toda la parte de arriba y en su cinturita se abre la falda con gran volumen haciéndola parecer que esta en una nube y tiene sus brazos cubiertos por un pequeña capa dorada, pues esta empezando el invierno.

La cargo y abrazo con fuerza.

-Estas hermosa mi pequeña, como toda una princesa- digo dándole un beso en su pequeña mejilla.

-Crees qué le guste a papá?- ese comentario me llega de imprevisto.

-Claro que si, no verá a una niña más hermosa que tú.

Ya es hora y bajamos las dos sujetadas de la mano y Louis sale del salón donde estaba tomando unas copas, como de costumbre.

Me ve de pies a cabeza mientras yo intento ignorar su mirada viendo a otro lado, y ahora posa su mirada en nuestra hija quien sonríe.

-Te gusta papi?- pregunta con su vocecita.

-Estas muy linda, más que tu madre como siempre.

Tuerzo los ojos, Louis siempre con sus comentarios innecesarios.

-Mami esta también muy hermosa, como una princesa.

-Es una princesa gracias a mi apellido, aunque ahora ha tenido más suerte.

-Vamos Lilith, llegaremos tarde.

Veo que Louis sonríe con su sonrisa maliciosa y subimos los tres al auto en camino al palacio.

Llegamos y los medios ya están tomando fotos de todos los invitados.

Entramos bajo los gritos de muchos ya que esta vez parece ser que hay más gente afuera que la vez anterior.

Nos informan como será la forma de entrar y como debemos estar preparados para cuando llegue mi padre y así empezar.

-Deberás quedarte con tu padre, pórtate bien, si?- afirma con su cabecita.

Sin duda Louis esta tenso.

En la entrada al lugar y parte de la ceremonia, al ser las hijas del rey debemos estar atrás de él, pero nuestros esposos e hijos no, ellos deben estar en sus puestos.

Creo que es la ocasión donde más tiempo Louis pasará solo con Lilith y hasta tengo un poco de miedo.

Nos indican que es el momento. Se escuchan trompetas indicando que mi padre ha llegado con la guardia real escoltandolo.

Se coloca en frente, y detrás de él están los guardias reales más importantes, luego va mi madre con dos guardias a su lado y nosotras detrás, más guardias con banderas, trompetas y tambores están al último.

Empieza el recorrido que no es muy largo hasta el trono.

Hay cientos de personas en la sala del trono. Todos se paran y dirigen su vista hacía nosotros mientras el ritmo acompaña la caminata.

Se prosigue hacer la misma ceremonia tradicional que se hizo con el anterior rey y antes de proclamarlo rey, todos nos vamos a nuestros lugares y vemos que se sienta en el trono y colocan la corona en su cabeza.

Todos aplauden con efusión y el recorrido para salir del palacio comienza en donde debemos estar nosotras también.

Para este momento Margaret se encarga de Lilith ya que Louis ahora me acompaña en los autos de la caravana real que es costumbre que pasen por las calles principales de la ciudad.

Después de unas horas estamos en la gran celebración en el palacio, al ser ya de noche todos los niños están durmiendo.

Ya he tomado varios copas de vino pues ha pasado mucho en estos días que quiero olvidar y no se de que mejor manera hacerlo.

Louis esta sentado en nuestra mesa y me siento a su lado sin verlo y sigo tomando de mi copa.

Veo a mis hermanas con sus esposos bailar y se ven tan felices.

-Las envidio- digo en voz alta sin querer.

Sin verme Louis responde -Sigues siendo tan inocente para pensar que todas tienen esa suerte?- rie.

-No, pero no por eso significa que no quisiera ser ellas- pido otra copa.

-No eres buena con el alcohol.

-Estoy comenzando a comprender porque te refugias tanto en él.

-Espero que seas más divertida así.

Rio -Con quien no soy divertida es contigo- me atrevo a decir ya que enfrente de todos no puede hacerme nada.

-Quiero verlo, ya que me quitaste mi entretenimiento- mira a una chica que le esta coqueteando desde la distancia y toma una botella de vino y empieza a llenar nuestras copas.

El sufrimiento de las reinas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora