La posible realidad

258 19 0
                                    

Loreine vino de visita a casa, terminó sus exámenes y pasará algunos días de sus vacaciones aquí.

-Le dijiste qué vendría?

-No.

-Y si no quiere verme aquí? Ev debiste decirle, no quiero que tengas problemas por mi.

-No te preocupes él no pasa aquí y aunque no quiera no dejaré que te vayas- digo acariciando su rostro.

Pasamos grandes días juntas. Algunos días vamos a la ciudad y después de un año vuelvo ir a la guardería, me reciben con abrazos y miradas felices, ayudamos con lo que podemos y con lo que nos permiten hacer.

-Ev, el señor Campbell, esta aquí, quiere hablar contigo- me dice mi hermana.

Extrañada salgo a buscarlo -Princesa, espero se encuentre bien.

-Señor Campbell, hace mucho que no lo veía.

-Así es, su agenda es muy apretada debido a sus deberes. Quería saber si le interesaría en ayudarnos en la junta directiva para recaudar fundos para los mineros afectados.

Hace una semana hubo una avalancha y algunos mineros quedaron enterrados por días, pocos se salvaron y fueron rescatados a tiempo.

-Pensé que el rey ayudaría con eso.

-Lo hizo princesa pero ellos no pueden trabajar, al menos por un tiempo y tienen familias que mantener.

-Ayudare, qué debo hacer?

Se realizan algunos eventos de recaudación en los cuales ayudo y mi hermana también. Muchas personas se han sumado a la causa y he logrado convencer a gente de dinero de la ciudad en ayudar.

-Otra vez estas haciendo lo mismo. Quieres qué te encierre de nuevo?

-Solo estoy tratando de ayudar.

-Lo que quieres es ver tu cara en los periódicos y escuchar como todo el mundo te alaba- dice en mi oído con pura furia y odio.

-No tengo nada que hacer aquí.

-Crees qué me interesa? Por mi te puedes morir aquí de aburrimiento.

-Solo esto, por favor.

-Para que me esfuerzo si vendrá mi hermanito y te dará la razón- se rie -No se como lo haces, como haces para tener a la gente a tus pies, pero sabes algo? Todos ellos son débiles y cuando alguien te pone en su lugar la Evangeline que todos adoran desaparece- me dice en mi oído y me hace a un lado con fuerza botandome al sillón.

Entra Loreine que se que estuvo escuchando tras la puerta.

-Tuve que aguantarme mucho para no clavar un cuchillo en su cabeza.

-No tienes que defenderme, mejor cuéntame sobre Samuel, qué tal va la batalla?

-Creo que gane- dice riendo y una gran sonrisa se posa en su cara -La chica no esta nada feliz, lo sigue buscando pero él la ignora.

-Te gusta y mucho, parecía ser un buen chico.

-Lo es, aunque su padre no es muy agradable, pero no todo podía ser perfecto no?

-Así es.

Al día siguiente hablo con mi hermana Caroline preguntando como esta, como esta llevando las cosas, pues perdió a su último bebé, estaban a días de contárselo a todos pero empezó a tener complicaciones con el embarazo y al final no se llevo acabo, pocas personas lo saben, no debe estar pasando por un bueno momento y me apena no poder estar ahí con ella.

Loreine se va para estar con Caroline, además que Samuel la esta esperando.

Hoy han llegado unos invitados especiales de un país lejano, no sabia de la existencia de esa nación pero según lo que he escuchado es rico en piedras preciosas.

Al ser Louis uno de los consejeros reales y ellos son sus nuevos aliados gracias a él, se decidió que vinieran aquí.

Con la ayuda de Margaret organizamos una gran cena. Es la primera vez que se realiza una cena importante desde que estoy yo y la esposa es quien debe organizar todo.

No se cuales son las costumbres o gustos de nuestros invitados pero espero que todo este perfecto.

Me visto con un vestido celeste que en la parte de adelante es sencillo pues cae la tela por mi cuerpo pero en la parte de atrás tiene un gran escote en la espalda que llega hasta un poco más abajo de la cintura y esta compuesta por pliegues que se forman por la caída de la tela y en medio forman un amarrado y un poco más de tela cae hasta el piso.

Estamos ya listos y esperamos por ellos,pasan bastantes minutos y no llegan, Louis se comienza a desesperar y esta enojado.

Nos informan que al fin llegaron y vamos a la puerta para recibirlos.

Saludamos y ellos nos dan dos besos y un abrazo a cada uno.

Caminamos un poco por fuera del castillo pues quieren conocer el lugar y luego vamos al comedor para servirnos la cena.

Para mi suerte todo les encanta y están felices.

Él y Louis se van a la oficina hablar de negocios y yo me quedo con su esposa.

Me cuenta sobre algunas cosas de su país y yo del mío.

Se queda asombrada al saber que soy de otro país, en sus costumbres esta prohibido que alguien de poder se case con un extranjero.

Escuchamos que ellos ahora están en el bar tomando y riendo.

-Sera mejor que me vaya a dormir, el viaje fue largo.

-Claro, la acompaño.

La ayudo a subir las escaleras pues es algo mayor aunque es muy divertida y por su personalidad no aparenta los años que tiene, aunque es una persona muy sabia.

-Gracias pequeña por acompañarme, por cierto felicitaciones- me dice poniendo un mano en mi vientre y rápidamente la quita y entra al cuarto.

Palidezco de inmediato y siento como la sangre abandona mi cuerpo. Corro a mi baño y veo que mis manos tiemblan, cómo no lo pude haber pensado?

Analizo la situación y desde que regrese del viaje no he tenido mi período, pero no lo tome en cuenta porque estuve ocupada y luego mi hermana vino y lo olvide por completo. Hago cálculos desde la última vez que me enferme y son más de dos meses.

No puede ser, mi corazón late a mil por hora. Armandome de valor me quito el vestido y veo en el reflejo que mi vientre sigue plano y al tocar lo siento igual que siempre.

No se porque tengo tanto miedo, qué esperaba que iba a pasar si esto es justo lo qué me pidieron?Siempre estuve enfocada en lo que sufriría mientras lo procreaba y luego en la triste vida que tendría mi hijo o hija pero nunca pensé en los 9 meses de embarazo ni como reaccionaría al enterarme si tendría algo dentro de mi y ahora se mi reacción.

No estoy segura pero es lo más obvio.

Me coloco mi vestido para dormir y me acuesto aunque no puedo dormir. Sujeto mi vientre plano y paso mis manos sobre él, miles de pensamientos abundan mi cabeza y las lágrimas caen.

No se en que momento me dormí pero cuando abro los ojos además de lo primero en ver son los rayos de luz, siento una arcada que me hace correr al baño y vomitar todo lo que comí ayer. Me levanto y lavo mi boca, me miro en el espejo y me veo como si estuviera enferma.

Bajo a desayunar con todos y cuando traen la comida un olor horrible impregna mis fosas nasales y me dan náuseas. Nadie dice nada así que supongo que es una locura mía.

Ayer alguien me dijo que podría estar embarazada y hoy todos los síntomas me empiezan atacar como si estuvieran dormidos hasta que caí en cuenta de la posible realidad.

El sufrimiento de las reinas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora