El sufrimiento de las reinas

Se acaban las opciones

Camino al rededor de la casa intentando tomar algo de aire puro.

Han llegado rumores de Louis y Clarisa y realmente en este momento me da igual.

Margaret me dice que Magda me esta llamando, lo ha hecho por varios días pero no me he decidido en responder, pero hoy si lo hago.

-Lo siento Ev- la escucho triste.

-Ahora su problema es el mío.

-No quería que las cosas fueran así, pero tu mismo sabes que lo intentamos de todas la maneras.

-Tu más que nadie sabe en la pesadilla que vivo, como para traer a alguien más a sufrir por este matrimonio.

-Lo siento Ev, entiende también mi posición.

-No lo voy hacer Magda, debe haber otra manera, tal vez fingir que tampoco podemos.

-No funciona así- me dice algo molesta.

-No seriamos los primeros en no poder- digo susurrando pero ella me escucha.

-Crees que desquitandote conmigo solucionaras tus problemas? Esto también es doloroso para mi, deja de vivir en tu mundo donde la única que sufres eres tú- me cuelga.

Me arrepiento de lo que dije, no debi ser tan dura con ella pero esta situación me esta sobre pasando.

Otro día pasa y Louis llega algo temprano y me sorprende. Sin saludarme va directo por una botella de vino y me ofrece una copa, acepto, tal vez su forma de evadir la situación también me sirva a mi.

-Y si lo obtienes de alguien más?- me regresa a ver sin entenderme -Podria ser Clarisa- tomo un sorbo de mi copa.

-Y tú?- dice señalando mi vientre.

-Buscaré la manera de fingir el embarazo.

Se ríe -Querrán confirmarlo.

Tomamos de nuestras copas un gran bocado.

-O tal vez puedo hacerlo yo- digo algo temerosa de mis palabras.

-Quedarte embarazada de alguien más?- rie pero luego se queda callado, como si estuviera analizando la opción -Debe tener sangre real.

-Es mejor mantener un secreto que hacer lo que nos pide- vuelve a servirse más cantidad de su copa.

-Debes estar ansiosa porque acepte tu plan- dice enfadado.

-De qué hablas?

-Ya debes haber escogido entre tu lista el ideal para eso, al menos se parece a mi?- dice acercándo su rostro al mío y queriendo matarme con la mirada.

-No soy una persona atractiva, verdad? o eso es lo que me dijiste- bebo.

-No creo que seas tan tonta como para creer eso- escupe las palabras con asco.

Se crea un silencio y él se sienta con fuerza a mi lado.

-Se nos acaban las opciones.

Sin que se lo pida llena mi copa -Sigues creyendo que hay opción.

-Para ti el mayor problema es estar conmigo, pero estarás emocionado por saber que tendrás un hijo o una hija que será rey.

-No me desagrada la idea.

-Tener un hijo con tu peor enemigo, no es agradable.

-Asi que soy tu peor enemigo?

-Yo no te hice nada y aún así me desprecias y odias.

-Es verdad.

Estoy por irme pero al levantarme me sujeta la muñeca y me jala contra el sofá. Lo veo enojada y él sigue sin soltarme.