El sufrimiento de las reinas

Verdades

Han pasado 3 meses desde la inauguración.

Louis no me ha permitido ir aunque le he rogado cada día. Por los periódicos me entero de todas las noticias sobre la guardería.

Hay más niños que los que había en un inicio y la gente esta agradecida pues esto los ayuda a estar más tranquilos de sus hijos.

Me pone feliz que haya podido ayudar en algo pero me siento mal no poder seguir haciéndolo porque estoy encerrada aquí.

-Pronto es el aniversario de su matrimonio- me dice Margaret.

-Un año desde que no veo a mi familia- le digo ignorando lo anterior.

-Aqui se acostumbra a celebrar el primer año de casados. Es probable que les pidan hacer una fiesta de celebración.

-Crees qué me deje ir a ver a mis hermanas por unos días?- sigo ingorandola.

-Puede intentar princesa.

Tomando agallas voy a la oficina de Louis. Me da miedo golpear la puerta pero al final lo hago.

-Pase.

Abro la puerta y entro en silencio.

-Ahora qué?- dice suspirando.

-Su alteza, quería pedirle un favor.

-Otra vez quieres molestar?

-No será ninguna molesta para usted. Solo queria saber si puedo ir a visitar a mi familia. Voy meses sin verlos- no me dice nada y sus ojos están clavados en los míos -Solo será por unos días- sigue sin decir nada -Por favor- digo suplicante.

-Te vas mañana. Tienes una semana. Ahora fuera de mi oficina.

Abro mis ojos como platos pues no pensé que iba a ser tan fácil que aceptará. Muero de felicidad que casi estoy saltando.

-Gracias su alteza.

Margaret esta en el salón esperándome.

-Acepto- digo con una gran sonrisa y ella también esboza una -Vamos a empacar.

Primero llamo a mi hermana para avisarle y esta se emociona mucho.

El día amanece y con el yo también. Muy temprano salimos al aeropuerto y volamos a mi ciudad natal.

A la salida del aeropuerto me están esperando y subo al auto para ir a casa de mis padres.

Margaret vino conmigo para acompañarme y ella esta feliz porque es su primera vez aquí.

Llego a casa y Loreine abre la puerta y nos damos un gran abrazo.

-Estas enorme Loreine- digo sorprendida.

-Tengo 19 años que esperabas- dice riendo.

-Por cierto, lamento no haber estado en tu cumpleaños. Esto es para ti- digo entregandole una pequeña caja con un collar muy fino de piedras.

-Ev! Es hermoso! Gracias- me dice con un abrazo y le ayudo a ponérselo.

-Mis padres están aquí?

-No. Les avise que venias pero de todos modos se fueron a trabajar.

-Mejor- digo aunque si me duele un poco que después de tanto tiempo no les importo verme. Ni siquiera me llamaron una vez. Solo mis hermanas y el esposo de Caroline lo hizo, por extraño que fue.

Subo a mi antigua habitación y dejo todas mis cosas ahí. Sentadas en la cama conversamos de todo lo que hemos hecho en este tiempo.

Loreine entro hace unos meses a la universidad a estudiar medicina. Le esta yendo muy bien y me alegro por ella.