El sufrimiento de las reinas

Vacaciones familiares

Seis meses han pasado, y cada día más acostumbrada a esta vida.

El verano esta en su máximo esplendor por lo cual la familia de Louis ha decido que todos debemos tomarnos unas vacaciones. Iremos a Linlithgow, es una zona costera exclusiva de la realeza.

Lista con todo, me despido de Margaret pues no me acompañará esta vez, Louis dijo que abra gente de servicio allá, aunque bien sabe que Margaret no solo es eso para mi.

El viaje es largo y duermo la mayoría del tiempo.

Un movimiento me despierta de golpe y veo que sin querer estaba posando mi cabeza en el hombro de Louis y este me hizo a un lado.

-Perdón.

Volteo mi cuerpo hacia el otro lado y vuelvo a dormir.

Llegamos a una gran mansión que a la orilla tiene la playa y el mar de agua azul cristalina.

Conjunto a nosotros llega la madre de Louis, el rey, la reina, y los padres de esta.

Es la primera vez que los conozco, saludamos y entramos al lugar.

Todos están exhaustos por el viaje así que vamos a nuestras habitaciones.

La señora del servicio me indica la mía y entro directo a la ducha.

Estoy concentrada en mis pensamientos mientras el agua cae por mi cuerpo relajando mis músculos.

El sonido de la puerta al abrirse hace que de un ligero salto y mi vista va de inmediato a esa dirección, me quedo congelada viéndolo.

Él me ve sin disimulo alguno, reacciono y cubro con mis brazos mis zonas íntimas, él no deja de verme y siento como mis mejillas arden.

-Sal por favor- digo suplicante.

-Vuelve a decirlo.

-Lo siento, mi alteza, puede salir? Me estoy duchando- quiero que salga, me siento demasiado incómoda.

Camina unos pocos pasos en mi dirección y se queda estático.

-No veo el problema, eres mi esposa- dice con una sonrisa malvada.

Mi cuerpo empieza a temblar, pienso en como tomar la toalla para cubrirme pero eso significaría que debo dejar de tapar mi cuerpo.

-A caso crees qué puedes causar algo en mi?- se rie burlándose -Sigue soñando con eso. Mírate bien al espejo, cómo podrías  gustarle a alguien? No olvides que tengo mejores mujeres- sale del baño.

No se en que momento las lágrimas comenzaron a mezclarse con las gotas de agua. No se porque lloro, no se porque después de tantas veces me siguen afectando sus comentarios.

En estos seis meses nada ha cambiado, hasta creo que ha empeorado. Si bien no habido rumores de Clarisa, parece que la ausencia de no poder verla la tengo que pagar yo. Es normal que cada día busque herirme con sus palabras o burlarse de mi ante los demás, y no se que hacer para que pare.

Después de quedarme bastante tiempo salgo y me pongo un vestido de pijama y una bata encima.

Ya es tarde, al parecer ya todos cenaron sin mi.

Estoy recorriendo el lugar y veo que todos están en sus habitaciones excepto Louis y el rey que están en un lugar que parece una oficina.

-Ev- me dice Magda tocando mi hombro.

Me sobresalto ya que no la escuche -Me asustaste- digo riendo.

-Por qué no bajaste a cenar? Louis dijo que no te sentías bien- mi sonrisa desaparece y ella lo nota.