Donde Lily Evans no puede ni ver a Sirius Black sin tener que hacer los ojos hacia atrás pero que con el tiempo terminó siendo a la única persona que quería ver y a la única que teniendo enfrente hacía su corazón latir como nunca antes.
Donde Sirius...
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Muy bien... al día siguiente lo primero que hice fue ir a las regaderas y darme un baño rápido ya que estando en verano, el calor era cada vez más terrible. Y con estos nervios que me estaban comiendo viva, yo ocupaba en serio deshacerme de todo este sudor que se apoderó de mi una vez que desperté y empecé a actuar como toda una persona nerviosa debido a lo que estaba por pasar hoy. Me puse mi uniforme y salí de mi habitación a un lado de mis dos mejores amigas, que estaban más que dispuestas a estar para mi en estos momentos y no dejar que nada arruinara lo que sería una mañana tranquila.
- ¿crees que Sirius sea uno de esos chicos que vaya por los pasillos tomándote de la mano? - Mary me pregunta, y sonreí de tan solo imaginármelo. - o quizás de una manera coqueta... quizás tomando de tu cintura.
- quizás actúe egoístamente y quiera seguir conquistando chicas por lo cual, no hace nada de aquello. - me guiña un ojo Marlene y me agüita por completo el momento. Mary voltea a verla molesta. - ¿qué? nunca lo sabes.
- pues... supongo que hoy lo averiguo. - levanté ambos hombros y una vez que entré al gran comedor, nadie realmente estaba volteando a verme. Como de costumbre y la verdad es que me alegro, me gusta pasar de apercibida.
Pero pareciera que eso no duro mucho cuando Sirius se puso de pie de su mesa y caminó hasta donde yo estaba. Marlene y Mary se van a sentar con los demás, dejándonos solos y no supe que hacer. Me sentí tan nerviosa y preocupada en ese momento, es como antes, pensando que cualquiera podría descubrirnos pero ahora en teoría eso es lo que ya queríamos que pasara. Por lo cual, este me toma de la mano y se acerca a mi para darme un beso en la mejilla.
Estaba de mas decir, como sentía la mirada de medio mundo ante nosotros. Voltee a ver a la mesa de Slytherin, porque lamentablemente mi primer instinto fue querer ver si Severus nos miraba. Y dicho y hecho, pasó. Solamente que este se puso de pie y decidió irse del comedor. Me sentí mal y me voltee para seguirlo con la mirada mientras se iba, esperando seguirlo pero Sirius aun de mi mano, me voltea, acercándome a el y suspira hondo.
- lo sé. - dije de inmediato. - lo sé, solo... esto no va a ser fácil.
- tu ex mejor amigo no lo tomó bien pero ahora mira a mi hermano y a los idiotas de sus amigos. - me dice y si, miré a Regulus secretearse cosas con los demás estudiantes.
- deben estar hablando pestes de mi. Por mi sangre. - dije de mala gana.
- posiblemente. - Sirius me hace el cabello para atrás de mis orejas mientras me mira a los ojos, esperando que yo hiciera lo mismo con el. Pero seguía muy ocupada viendo como me juzgaban. - pero ¿a quien le importa? que vea lo mucho que te amo y lo feliz que soy a tu lado.
- ¿lo eres? - pregunté sonriendo y claro, por fin viéndolo. - ¿aun y con todo este drama?
- desayuna a mi lado. - este me da un beso en los labios, lo cual no esperaba para nada que pasara el primer día. Literalmente puedo escuchar como las voces empiezan a elevarse una vez que eso pasa, claramente todos estaban hablando de ello. Mujeres en especifico.
