Donde Lily Evans no puede ni ver a Sirius Black sin tener que hacer los ojos hacia atrás pero que con el tiempo terminó siendo a la única persona que quería ver y a la única que teniendo enfrente hacía su corazón latir como nunca antes.
Donde Sirius...
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- ¿esta Sirius en la casa? - Marlene me pregunta, una vez que se muestra en la entrada de mi casa.
- um... no. - rasqué de mi nuca. - se esta quedando ahora en casa de James.
- perfecto porque ocupo solamente una tarde para chicas. - dice mientras me recibe con un gran abrazo. - te extrañé.
No había visto a mi mejor amiga en lo que ha sido todo el verano, pero realmente no frecuentamos vernos los veranos. Normalmente solo estoy con mi familia y en mi habitación leyendo para ser mas exacta. Pero es claro que ahora con Sirius en mi vida, ha sido mucho mas interesante. Pero ahora por el momento por ejemplo, Marlene estuvo escribiéndome mucho y me contaba sobre lo que estaba siendo ahora su historia de amor con Dorcas y lo feliz que era.
Hasta que optamos por tener esta conversación en persona, y le dije que era mas que bienvenida a quedarse conmigo esta semana que nos queda antes de entrar a clases. Porque si, ya el lunes que entraba, por fin era el inicio de clases. Solo que una noche antes, tenía el tonto baile de los Black.
Que si he aceptado a ir es porque no quiero ser la razón por la cual Sirius se aleje de su familia. Si va a hacerlo, es porque quiere. No porque tenga que arrastrarlo yo y mi linaje por la sangre y todo eso. Mucho menos cuando Regulus Black sabe perfectamente lo mal que la puedo pasar ese día y espera que no vaya. No iba a darle ese gusto. No ahora.
- yo mucho más. - y era cierto, ocupaba hablar con ella. - pasa por favor, mis padres salieron a ver a Petunia a su nueva casa.
- cierto... ya no vives con tu hermana. - dice ella mientras se recuesta en el sofá. - eso significa que estuviste cogiendo todo el tiempo sin que ella estuviera molestándote.
- basta. - le lancé una almohada en el rostro y me senté en el sofá de enfrente. - y no, por supuesto que no. Es la casa de mis padres y se respeta.
- ¿cómo te fue en Verona? - ella se endereza para verme de frente y abraza de la misma almohada. - cuando recibí tu carta, para nada me creí que fuiste.
- claro que fui y fue perfecto. - suspiré emocionada. - el lugar mas bonito de todos, Marls. No sabes la cantidad de lugares que visitamos.
- vaya que te ama ese hombre. - ella alza las cejas. - que incomodo debe de ser el que regrese ahora a casa de James ¿verdad?
- um... no lo creo. - no quería pensar en eso. No en la ultima vez que vi a James y este estaba algo ebrio, y me había dicho que estaba con esa chica en su habitación solo con la intención de no estar pensando en mi. - a James no le importo de esa manera.
- si claro. - ella ríe. - okay, entonces mejor cambiemos de tema... - ella dice mientras mira de la mesa y es que, ahí dejé todos mis dibujos. Al menos la mayoría. - ¿son tuyos?
- si.
- que pregunta tan mas tonta. Claro que todos son tuyos... son puros dibujos de Sirius. - sonreí de tan solo verlos de nuevo. - son perfectos, Lily. Son muy buenos... ¿desde cuándo dibujas?
