Donde Lily Evans no puede ni ver a Sirius Black sin tener que hacer los ojos hacia atrás pero que con el tiempo terminó siendo a la única persona que quería ver y a la única que teniendo enfrente hacía su corazón latir como nunca antes.
Donde Sirius...
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Al día siguiente realmente no pasó mucho, porque mi familia lo que hace es pasar todo el día platicando entre ellos y actualizándose en todo lo que se han perdido a lo largo del año. Mientras que Petunia seguía en casa de Vernon y Sirius y yo estábamos de lo más aburridos. Quiero decir, adoro ver a mi familia, pero no tengo todos los días en casa a una persona que me gusta tanto y... no. Corrijo, una persona a la cual quiero, y no hacemos nada juntos.
Llevo todo este tiempo en la cocina ayudando a mi prima tan solo a preparar la comida y Sirius platicando con mi padre y mis tíos obviamente. Esta de más decir lo mucho que lo aman. En serio se llevan de maravilla, fue por eso que me he asomado a ver cómo iba todo y no se se que hablaban exactamente pero no podían dejar de reír. Ante ello, mi padre le da un abrazo a Sirius, lo cual me dio mucha ternura.
- Lily, tu novio es hermoso. - me asusté al escuchar la voz de mi prima y me regresé a la cocina para terminar de lavar los platos. - en serio, no se que hiciste para conseguir a un Dios griego como pareja. ¿Tiene hermanos?
- tiene uno, si, pero dudo mucho que quiera salir contigo. - me mira molesta pero lo que dije es cierto, Regulus Black jamás saldría con alguien muggle. ¿O si? - estoy bromeando. - no, no bromeaba, pero tampoco estaba para ponerme a explicarle. - y por último... no es mi novio.
- nunca antes había traído a nadie a la casa. Eso significa que te importa mucho. - lo que significa es que el mismo vino sin siquiera avisarme pero claro, la verdad es que Sirius es la primera persona que deseo que en serio conozca a mi familia. - oh, aquí viene.
- hola ¿cómo van? - Sirius nos pregunta y pellizca la ensalada comiendo de un cubo de queso, no sin antes sonreírle coquetamente a mi prima.
- bastante bien. - Ella ríe nerviosa y toma de la ensalada para llevarla a la mesa. - ahora vengo. - dice y se retira. Ante ello, me recargó en la barra para verlo seriamente debido a esa sonrisa, que el perfectamente sabía lo que hacía y se acerca a mi para tomarme de la cintura y besarme pero hago el rostro a un lado.
- oh basta, celosa. - me toma de las mejillas con sus dos manos y me voltea el rostro para darme un beso rápido y de lo más tierno. - solo vine a verte.
- puedes lavar los platos conmigo. Eso puedes hacer en vez de venir a coquetear y... - vi que ya estaba su maleta detrás suyo. - ¿en que momento empacaste que no me di cuenta?
- desearía quedarme, en serio que si, pero para empezar le prometí a James y a los chicos que regresaría después de navidad y... también voy a ir a ver a mi prima. Creo que cenaré con ella y después me voy.
- oh, entiendo. Si. - rasqué mi nuca nerviosa. - de todas maneras, fue muy buena navidad ¿sabes? - le sonreí y el a mi. - supongo que ahora nos veremos hasta el regreso a clases.
- después de Año Nuevo, si. - hace una mueca y le abrí la puerta trasera de la cocina donde también era una opción el salir. - me he despedido de tu padre y madre ya, también les agradecí el que me dejaran quedarme aquí.
