AYLEN
¿Por qué hay una ciudad dentro de mi armario? ¿Qué tiene de especial? ¿O qué tengo de especial yo? ¿Por qué no lo he visto antes? ¿Por qué no está en la habitación de Adam y sí en la mía? ¿Por qué, por qué, por qué?
Mi cabeza es un auténtico desastre, y ya me está pasando factura. Me tomo la segunda pastilla desde anoche para que deje de dolerme de una vez. Nunca había hablado tanto conmigo misma y me preocupa que pueda volverme loca.
– ¿Mala noche?
Sophia me saca de mis pensamientos por un segundo. Por mi cara, tiene que verme un poco devastada.
Pero en ningún momento, se me pasa por la cabeza contarle lo que me ocurre. No puedo si quiero conservarla como una futura amiga.
– He dormido poco, sí – me sincero a medias.
– ¿Quieres que dejemos la quedada de hoy para otro día? - pregunta cautelosa.
– No, está bien. Necesito distraerme – le sonrío para verificar mis palabras.
– ¿Otra vez el novio? - eleva una ceja, divertida.
– No. Es algo más complicado – me toco las sienes cansada.
– ¿Más? - pregunta incrédula.
– Si – me río un poco.
– Esta tarde te voy a llevar a un sitio que se te van a olvidar todas las cosas que tengas en mente – dice muy convencida.
– Me harías un gran favor.
Aunque, sinceramente sé que no va a ser posible. No hay nada que pueda hacerme olvidar de todo lo que vimos mi amigo y yo ayer.
Y no es que no me gustase, porque verdaderamente es una pasada, pero hay algo raro en todo esto. Vamos, es normal que lo piense, parece que vivo en un puto cuento de hadas.
Además, todo era normal, pero... La chica. Daisy. Ella también lo parece pero a la vez no.
Desde el primer momento se nos quedo viendo como si fuéramos extraños. Y si, totalmente lo éramos, pero ella no tenía que haberse dado cuenta. Somos completamente iguales que ella.
Por eso creo que dentro de toda la normalidad, hay algo que no cuadra. Y es por ello que quiero volver a ir.
Quiero encontrar respuestas. Y si mi amigo no quiere venir conmigo... tendré que ir sola. No me importa.
No parece un sitio en el que me vayan a hacer daño. Todo lo contrario. Quizá me guste más que mi ciudad incluso. Allí se respiraba paz y tranquilidad por todos lados. Era todo perfecto.
– Soph – llamo a mi compañera para intentar detener mis pensamientos.
– ¿Si? - responde sin dejar de tomar apuntes.
– ¿Quieres venir a mi casa a comer? ¿Y luego vamos directamente a comprar?
Lleva todo el día viéndome con cara de amargada y en ningún momento se ha alejado de mi. Ha intentado animarme y aunque no haya hecho efecto, se lo agradezco.
Es por eso que quiero invitarla a casa. Quiero ser agradecida con ella y que vea que de alguna manera u otra, me interesa entablar relación con ella. No quiero que se crea que me aburre estar con ella o no me importa lo más mínimo.
– Claro – asiente contenta.
– Vivo acompañada. Espero que no te importe – pongo cara de disculpa.
– No – se encoge de hombros – no tengo problema.
– Genial.
No quiero avisar a Adam de que voy a ir con ella, quiero ver la cara de sorpresa que se le queda al verla.
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KHAIDAL [+18] [TERMINADA]
RomanceElla es una chica aparentemente normal. Viviendo con su compañero de piso, estudiando en la Universidad, disfrutando con su novio... Pero la vida le cambia de un día para otro cuando encuentra un mundo paralelo al suyo. Uno, que, supuestamente, tam...