KHAIDAL [+18] [TERMINADA]

👸🏻 CAPÍTULO 35 👸🏻

AYLEN

– Reina, ¿qué te pasa? - me acaricia la pierna con una mano.

– Estoy bastante cansada – sonrío con los ojos entrecerrados.

– Puedes dormir cuando lleguemos a casa – me sonríe también.

Anoche vinieron Maddison, Clara y Gala a cenar. La niña quiso a quedarse a dormir con nosotros y es por eso que estoy así. Ha tenido que dormir en mi cama ya que Adam necesita tener comodidad por su brazo.

No podía dormirse y estuvimos viendo películas hasta casi de madrugada. Hoy la han recogido pronto y no he tenido más remedio que levantarme a esa hora, así que habré dormido unas cuatro horas.

Ya estoy empezando a acostumbrarme al horario de vacaciones y antes no me habría importado dormir tan poco, pero ahora mi cuerpo lo nota.

– ¿Tienes algo que hacer? - pregunto mientras bostezo.

– La casa de Daisy está lista. Voy a ir con ella para asegurarme de que todo esté en condiciones. No creo que tardemos mucho. Te iba a decir que vinieses para verla pero es mejor que descanses.

– Si – arrugo la boca – Iré en cuanto pueda. Además, nos dijo a las niñas que necesitaba ayuda para la decoración.

– Le diré que estás descansando, no te preocupes – me da un apretón en la rodilla.

Le agradezco con la mirada y me bajo del coche cuando llegamos. La casa está tranquila y en silencio.

Hank se ha quedado con Adam en nuestro piso, vendrán mañana.

Elsa está a cargo de la biblioteca y Soph ha dicho que viene mañana también.

– ¿Y Daisy? - le pregunto.

– Con Elsa en el trabajo. Tengo que ir a recogerla.

– Vale, nos vemos después.

– Claro.

Lo beso y sonrío contra sus boca. Me cuesta mucho despedirme de él aunque sea para media hora.

Sus labios envuelven los míos con tanta pasión que todos los pelos se me ponen de punta. Su lengua invade mi boca y me aprieto contra él. Un gemido se me escapa cuando agarra mi culo con fuerza.

– Vuelve a hacer eso y no te dejo descansar en cuatro días.

– Culpa tuya – susurro sin despegarme.

– Solo he hecho esto.

Vuelve a repetirlo con más fuerza, tanto que me levanta y envuelvo mis piernas al rededor de sus caderas. Gimo con fuerza al notar su erección en mi entrepierna y me estampa contra la pared del pasillo.

– Joder – muerde mi labio inferior.

– Ahora mismo me gustaría...

El sonido de una notificación de su móvil me interrumpe y resopla apoyando su frente contra la mía.

– Te reclaman – me río.

– Creo que es Daisy – suspira.

– Normal, has quedado con ella – me bajo de su cuerpo – No la hagas esperar más.

– No quiero hacerte esperar a ti – ataca mi boca de nuevo.

– Tenemos tiempo – le sonrío – Ve y no te preocupes. No me voy a ir de aquí.

– Lo siento. Prometo recompensarte.

– Lo tengo en cuenta – le guiño el ojo.

– Y también me dirás que es lo que te gustaría – levanta una ceja.