KHAIDAL [+18] [TERMINADA]

👸🏻 EPÍLOGO 👸🏻

12 AÑOS DESPUÉS

AYLEN

Es mi última semana de vacaciones y quiero disfrutarlo al máximo con mi familia. Pensé que el hospital no me iba a dar descanso alguno por la falta de personal, pero me sorprendieron con un mes entero.

Hemos venido a pasarlo a la casa que compramos hace tres años en Howth, un pueblo en la costa de Dublín. Durante todo el año vivimos en Khaidal, donde tengo mi trabajo, pero nuestro tiempo libre nos gusta pasarlo frente a la playa, sobretodo a mi marido.

Me mudé con él un año después de que acabase todo. También decidí seguir con mi carrera allí. No me sentía fuera de lugar en mi antiguo hogar, pero sí que pertenecía más allí, por como soy.

Me costó mucho separarme de Adam después de haber vivido casi toda nuestra vida juntos, pero se nos hizo fácil. Él iba y yo venía todas las veces necesarias. Además, sabía que no iba a dejar de verlo por su relación con Hank, que a día de hoy sigue como el primer día. Bueno, como el primero quizás no, pero me entienden.

Ellos, sin embargo, decidieron vivir en Dublín. Hank abrío una biblioteca en el centro de la ciudad y le va demasiado bien. Mi amigo terminó su carrera con creces y ahora ejerce de abogado. Dice que le encanta llevar sobretodo los temas de divorcio, por el cotilleo. Adam siempre seguirá siendo Adam.

A Elsa le costó llevar sola su trabajo de siempre, pero se terminó acostumbrando. Y gracias también a la ayuda de Ben, su chico. Decidió ayudarla y desde hace años comparten vida y trabajo. Es un hombre excepcional, todos estuvimos de acuerdo en que era digno de entrar a nuestra familia. Incluso, aunque no lo hubiese sido, nos hubiésemos aguantado, todos sabemos que contra el vínculo no podemos hacer nada.

Daisy se especializó en Biología Marina y ahora trabaja en un Acuario. Ella no ha encontrado su pareja, pero asegura de que está totalmente feliz. Y la creemos, se le nota con tan solo mirarla.

Sophia también sigue sola, en su línea, teniendo sus líos y siendo igual de feliz. Vive en la casa de sus padres, solo que sin ellos. Acabaron divorciandose y yéndose cada uno a vivir a un sitio diferente. Ella no quería despojarse de todo lo que había significado su infancia, así que opto por quedarse, ya era mayor de edad y no podían ponerle ningún impedimento.

Me apoyo en la barandilla del balcón observando el jardín de abajo y las vistas al mar enfrente. Sonrío al pensar que después de tantos años, la relación entre todos sigue siendo la misma. No ha habido ningún distanciamiento y dudo que lo haya en algún momento.

Unos brazos me abrazan por detrás y cojo sus manos para acariciarlas.

– ¿Cuándo vienen? - pregunto.

– Deberían llegar en media hora – observa su reloj.

Hoy es uno de los días en que nos vamos a juntar todos. Maddison, Clara y Gala también vienen. Los hemos invitado para celebrar el cumpleaños de nuestro hijo. Cumple cinco años y ha insistido en que quería que viniesen todos. Aunque no hubiese hecho falta tanta insistencia, nosotros queríamos lo mismo.

– ¿Dónde está Evan? - frunco el ceño – Llevo rato sin verlo.

– Allí.

Miro hacia el árbol que hay al lado de la piscina. Veo sus pies colgando de una de las ramas más altas.

– ¡Evan! - exclamo - ¡Te vas a hacer daño!

– No se va a hacer daño – ríe Kenneth detrás de mi.

– No seas tan permisivo – golpeo su brazo.

– ¡Evan, ven! - lo llama.

Me quedo fascinada cada vez que veo a mi hijo volar, literal. En milésimas de segundo, está frente a nosotros con una sonrisa encantadora e inocente. Me dan ganas de comérmelo. Es pelirrojo como yo y sus ojos azules resaltan sobre su piel blanca. No puede ser más precioso para nuestros ojos.