🤴🏼 CAPÍTULO 42 🤴🏼

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KENNETH

– Ten cuidado – me da un beso suave.

– Estaré bien – le sonrío – Van a ser cinco minutos. De verdad.

– No puedo evitar tener miedo – hace una mueca con la boca.

– Lo he hecho una vez. Y tú también – le acaricio la mejilla.

– Ya pero a mi si me hacen daño da igual, pero a ti...

– No me lo van a hacer – le doy un beso en la frente – Cuando menos te lo esperes, estaré aquí.

Me despido de ella y cojo el coche con Daisy hacia la casa de mi hermano. Necesito saber que es lo que esconde en ese cajón y ahora que tengo la llave no voy a perder la oportunidad.

No estoy asustado, no es la primera vez que entramos y sé que no va a pasar nada si tenemos cuidado. Lo que si me intriga es saber que voy a encontrar, porque está claro que hay algo.

Cojo de la mano a Daisy y entramos por la ventana de la última vez. Esto se está volviendo algo cotidiano.

Escuchamos a mi hermano hablando por teléfono y me alivio por dentro. Necesitamos su habitación vacía.

Cojo la llave de mi bolsillo y abro el primer cajón. Hay un libro enorme. Tendrá como unas dos mil páginas. Si me lo llevo, y se da cuenta... No sé si le daría por pensar que he sido yo o alguien de los míos. Pero no puedo entretenerme en leerlo, es imposible. Si hubiese sido más pequeño le hubiese sacado fotos, pero no puedo a tanto.

Miro hacia Daisy, pero no la veo. Simplemente noto como acaricia mi brazo para darme a entender que está conmigo, aunque sienta todavía nuestras manos juntas.

Al final, decido llevarlo conmigo. A las malas, tendré que devolverlo cuanto antes para que no se de cuenta.

Abro el segundo y último cajón y cuando veo lo que hay, trago duro y Daisy afianza nuestro agarre. Me la puedo imaginar llevándose una mano a la boca, sorprendida y miedosa. A mi casi que no me sorprende. Por fin tengo la respuesta que necesitaba día tras día.

Dejo todo como estaba y la llave la vuelvo a esconder conmigo. Una vez que estamos a salvo dentro del coche, me mira preocupada.

– Kenneth... - susurra temblorosa.

– No te preocupes – suspiro – Vamos a leer este libro de principio a fin. Estoy seguro de que la solución está aquí.

– Vale, si – asiente.

Conduzco con rapidez mientras miro de reojo como se retuerce las manos nerviosa. No quiero ver a mis amigos así. De verdad que tengo un nudo en el estómago. Por ellos, por mi mujer y por mi. No lo aguanto más. Y me da igual si tengo que quedarme la noche en vela para leer este libro. No sé si estará la respuesta, solo espero que si. Es la última oportunidad que tenemos de salvarnos a todos.

Nada más abrir la puerta, Aylen me da unos cien piquitos en la boca antes de abrazarme con fuerza. Sonrío contra su cuello y le aseguro que está todo bien.

– ¿Y bien? - pregunta Hank nervioso.

Nos sentamos en los huecos libres de los sofás y pongo el libro en medio de la mesa.

– Lo leeré lo antes posible. Creo que aquí está todo – admito.

– Podemos turnarnos – Elsa hace una mueca – es enorme.

– No me importa. Creo que habéis hecho suficiente, es mi responsabilidad.

– Todos estamos juntos en esto – me mira Adam – Haremos lo que sea.

– Si – asiente Aylen – Yo lo puedo coger en los turnos de vigilancia.

– Ya nos organizaremos pero... hay algo más – me mira Daisy significativamente.

– Eh... si – me aclaro la garganta – Dustin es uno de ellos.

– ¿Estás seguro? ¿Cien por cien? - pregunta Soph.

– Cien por cien – afirmo.

– ¿Has visto algo raro? - Aylen me frota el brazo dándome apoyo.

– Una mascara y una pistola en el segundo cajón.

Todos se llevan las manos a la cara y toman respiraciones nerviosas.

– No va a pasar nada – los tranquilizo – Por lo pronto, esta noche quiero que todos estéis aquí. Nada de hacerte invisible para irte – miro a Daisy – Adam y Soph, está anocheciendo, no me voy a arriesgar a llevaros ya. Mañana podéis hacer lo que queráis. Y vosotros – miro a los mellizos – Esta debería ser la última noche para vigilar. Vamos a acabar con esto.

– Si esta noche encontramos una solución, podríamos terminar con todo esto en tan solo dos días, ¿no? - me mira Aylen.

– Si – asiento – Mañana es el último día del año, no lo vamos a pasar con miedo ni mucho menos. Disfrutaremos todos juntos, además, acordamos hacerlo en vuestra casa, ¿no?

– Si, luego nos iremos de fiesta, lo necesitamos – sonríe.

– Entonces... pasado mañana si tenemos la solución, debería terminarse – dice Adam.

– Exacto – asiente Hank.

– Pues no podemos esperar más – Elsa señala el libro - ¿Quién empieza?

– Yo mismo – lo coge Soph.

– Cuando te canses o veas que es suficiente, se lo pasas a alguien.

– Muy bien.

Nos dispersamos por la casa y entro en mi habitación para ducharme. Necesito la mente fría. Mañana no quiero ver a ninguno de los míos agobiados por esto. Agradezco de corazón que Aylen nos invitase a su ciudad para pasar la noche sin miedo y agobio. Ojalá de verdad esta noche sea la última para sentirnos así. Quiero tener una vida normal, que todos nos sintamos libres sin pensar constantemente en el peligro y la muerte.

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KHAIDAL [+18] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora